El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha mostrado este jueves contrario a un sistema permanente de cuotas de acogida entre los Estados miembros para modificar el modelo actual, que hace único responsable al país al que llega el inmigrante, porque cree que “disuadiría” a países como España de proteger la frontera exterior.
“El que sin más distribuyamos por cuotas las personas que como refugiados llegan a la Unión Europea, y con independencia del país de entrada, disuadiría totalmente a los países que somos frontera exterior de la UE de realizar cualquier tipo de esfuerzo”, ha advertido el ministro, en declaraciones a la prensa tras una reunión con sus socios europeos en Luxemburgo.
Los ministros de Interior de la UE han discutido por primera vez y de manera informal la propuesta de la Comisión Europea para reformar el llamado reglamento de Dublín, que establece que la carga de la tramitación y acogida del demandante de asilo debe recaer sobre el país por el que la persona ha llegado a la UE.
Bruselas plantea dos opciones, la primera pasa por modificar el reglamento de Dublín para crear un sistema de cuotas permanentes para cada Estado miembro y la segunda, por mantener el modelo existente pero con un mecanismo de distribución automática en situaciones de crisis.
El comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, ha reiterado ante los Estados miembros que el 'status quo' “no es una opción”, porque la crisis de refugiados ha demostrado que las normas previstas no permiten una gestión adecuada de la llegada masiva de inmigrantes.
Por su parte, el ministro de Inmigración holandés y presidente de turno de la UE, Klaas Dijkhoff, ha revelado que hay un consenso entre las delegaciones en cuanto a que “no funciona” la fórmula Dublín y que “no se puede mantener el 'statu quo'. Dijkhoff no ha dado detalles sobre las posiciones por países, pero ha admitido que ”algunas propuestas son más populares que otras“. La Comisión Europea prevé presentar una propuesta legislativa concreta más adelante, probablemente antes del verano.
España ve “más razonable” contar con una salvaguarda de emergencia para situaciones de crisis, según ha explicado Fernández Díaz, que ha mostrado su oposición a la alternativa de un programa centralizado que fijase cuotas por Estados miembros. Un reparto permanente “disuadiría” de “cualquier tipo de esfuerzo” a países que, como España, supervisan la frontera exterior de la Unión Europea.
“¿Qué incentivo tenemos los países que somos frontera exterior de la Unión Europea para controlar nuestras fronteras, si con independencia del esfuerzo que hacemos, al final van a asignar una cuota previamente establecido?”, se ha preguntado el ministro. Fernández Díaz ha insistido en que ese esfuerzo “debe ser reconocido”, por ejemplo descartando la posibilidad de cuotas preestablecidas.