Un bebé de doce meses fue hallado muerto hoy en una lancha neumática con migrantes y refugiados que llegaron a la isla griega de Lesbos desde la costa turca, mientras que la guardia costera salió en rescate de otra embarcación con 200 personas ante la costa de Leros, también en el Egeo oriental.
Según informan los medios locales, la lancha en la que había 56 personas estaba a punto de llegar a la isla cuando sus tripulantes vieron al pequeño inconsciente.
Nada más llegar a la costa, el bebé –cuya nacionalidad no ha trascendido– fue trasladado a una clínica, donde solo se pudo certificar su muerte.
Por otro lado, la guardia costera griega lanzó esta mañana una operación de salvamento para rescatar a unos 200 migrantes y refugiados, cuya embarcación de madera quedó varada en un banco de arena cerca de la isla de Leros.
La operación de traslado sigue en curso, con ayuda de lanchas de la guardia costera y embarcaciones privadas, y según recogen los medios locales, todos los tripulantes están bien.
La guardia costera griega ha participado en 12 misiones de salvamento en la noche del jueves hasta la mañana de este viernes, en las que ha rescatado a 542 personas, recoge la agencia AFP.
2.987 muertes en el Mediterráneo
La muerte de este niño se suma al interminable número de personas que han perdido la vida intentando llegar a Europa por el Mediterráneo: 2.987 migrantes y refugiados en lo que va de año, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Las llegadas a Europa por esta vía ascienden, según el mismo organismo, a 557.899 migrantes y refugiados.
En los últimos meses, las islas griegas han registrado varios naufragios en los que gran parte de los ocupantes que fallecieron eran niños.
Una cuarta parte de todos los solicitantes de asilo que han llegado a Europa en lo que va de año, más de 100.000, es menor de edad, según denunció hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Varias organizaciones humanitarias y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) han pedido a la UE más vías legales de entrada para que los refugiados no tengan que arriesgar su vida en estas peligrosas rutas, que los dejan en manos de traficantes de personas en muchas ocasiones.
Estas medidas no han sido abordadas por los Estados Miembros por el momento, que han centrado sus reacciones a la crisis humanitaria de refugiados en el reparto de una parte de las personas que ya han llegado a suelo comunitario y en fortalecer las fronteras exteriores e incrementar las expulsiones de las personas que no sean beneficiarias de asilo.