Los ataques xenófobos en el barrio de Boukhalef (Tánger) ya se han cobrado la primera víctima. Según la ONG, la policía marroquí ha confirmado que se trata de un inmigrante senegalés que fue asesinado la pasada noche tras sufrir la agresión de un grupo de vecinos de la zona. Un comunicado de la Wilaya (gobierno civil) también corrobora la muerte. Pero este ataque no fue aislado.
El barrio en el que residen inmigrantes subsaharianos que esperan entrar a la peníncula se ha convertido, como explica la investigadora Helena Maleno a eldiario.es, “en un barrio de racismo sin ley”. A primera hora de la pasada noche, de acuerdo con el testimonio de Patou, un activista de la citada ONG, cientos de marroquíes armados con machetes, piedras y palos, la emprendieron a golpes contra varios inmigrantes y quemaron sus objetos personales. Sucedió tras el rezo en las mezquitas en un ataque, coinciden los dos activistas, “perfectamente organizado”.
Sobre las diez de la noche, Patou recibía una llamada de auxilio: “Nos van a matar, nos van a matar”. Más de diez personas tuvieron que ser trasladadas al hospital Mohamed V tras sufrir heridas. Dos de ellas permanecen ingresadas. El estado de un chico costamarfileño, que, según Maleno, “cayó al suelo y allí fue golpeado con machetes y piedras en la cabeza”, es muy grave. Otra persona continúa en el hospital con diversas fracturas en una pierna.
Las víctimas que han recibido el alta han sido llevadas, asegura Caminando Fronteras, a la comisaría para que denuncien lo ocurrido. “Llevan muchas horas allí sin atención médica”, dice Patou, que estuvo en la noche del viernes acompañando a los heridos en el centro hospitalario.
Los activistas subrayan que la policía marroquí no intermedió para acabar con la batalla campal perpetrada por los vecinos de Boukhalef. Helena Maleno sostiene que, aunque acudieron al lugar de los hechos, desconoce si se produjeron detenciones. El comunicado emitido por la Wilaya, que no se refiere a ataques racistas sino a “diferencias entre dos personas” como causa, apunta que “los servicios de seguridad detuvieron a nueve personas de ambas partes”.
La investigadora, agredida y vejada hace dos semanas en la misma zona por un grupo de marroquíes, asegura que su agresor “era uno de los cabecillas” de los ataques perpetrados la noche del viernes.
Este ataque xenófobo no es el primero que se produce en Tánger. El pasado 16 de agosto incidentes similares se desataron en el mismo barrio. Entonces, Helena Maleno, testigo de los hechos, denunció la situación que vivían los subsaharianos que aguardan en la zona para poder entrar en la península. Varios resultaron heridos ante la pasividad, recalca la activista, de la policía marroquí.