Carmena recula y suspende varios derribos programados para este jueves en El Gallinero
Después de no aparecer por allí desde el final de la alcaldía de Ana Botella, las excavadoras y los antidisturbios iban a regresar al poblado chabolista de El Gallinero este jueves. Sin diálogo previo con vecinos y voluntarios del asentamiento, el Ayuntamiento de Madrid programó el derribo de aproximadamente 20 viviendas que, según aseguran, están deshabitadas. Las críticas de ONG presentes en la zona, que denunciaban la falta de diálogo y pedían evitar la presencia de los niños durante el despliegue policial, ha empujado al Consistorio a suspender in extremis el operativo y atender las recomendaciones de las entidades sociales.
Los vecinos no habían sido advertidos, pero este jueves iban a amanecer con un gran despliegue policial que les recordaría a épocas pasadas. El Consistorio aseguraba que todas las chabolas que serían derribadas estaban deshabitadas pero, después de años de derribos durante el mandato de Ana Botella, la ONG Coordinadora de Barrios temía que los niños presenciasen una escena que tantas veces les causó pavor.
La ONG recomendaba al menos la suspensión de los derribos hasta las vacaciones escolares, cuando buena parte de los menores acudirían a un campamento de verano pero, al no ser consultados, el operativo se programó sin sus recomendaciones. Tras repetidas llamadas durante toda la mañana, el Consistorio no ha confirmado la información a eldiario.es hasta que la noticia era otra: la demolición iba a producirse pero finalmente se paralizaba atendiendo a las denuncias de Coordinadora de Barrios.
“Estaba previsto el derribo de varias chabolas pero, en vista a la comunicación de Coordinadora de Barrios, vemos procedente esperar y suspender este derribo. Somos sensibles a que, como recomiendan, un poco más adelante sería mejor. Meter unas excavadoras es un tema con el que hay que tener con cuidado. Somos sensibles y vamos a aceptarlo”, han explicado fuentes municipales.
Tras la decisión de cancelar el operativo con menos de 24 horas de antelación, el Consistorio ha reconocido fallos de comunicación entre los departamentos municipales implicados en el derribo y las entidades sociales presentes en El Gallinero. “Intentaremos mejorar los canales de información porque nos interesa colaborar con ellos de forma estrecha”, han afirmado.
Los voluntarios de la zona también temían que la identificación de las casas “vacías” no se hubiese hecho de la forma adecuada, ya que no habían contado con ellos durante el proceso. “No sabemos en qué información se basan para determinar que las viviendas seleccionadas están deshabitadas, y tememos que hayan cometido algún error. Hay una familia que ha tenido que viajar a Rumanía por el fallecimiento de un familiar. Como no sabemos qué casas serán demolidas, tememos que consideren que la han abandonado cuando no es así”, afirmó Jorge Fernández, voluntario de El Gallinero.
“Nosotros trabajamos en El Gallinero, tenemos mediación con los diferentes actores y colectivos que trabajan en él. Las chabolas están vacías. Y tienen convencimiento de que lo están”, responden fuentes municipales. “No se va a derrumbar ninguna chabola habitada”.
El Gallinero sigue sin las letrinas prometidas
La llegada del gobierno municipal de Ahora Madrid al palacio de Cibeles, con Manuela Carmena a la cabeza, alentó las esperanzas de los voluntarios con un cambio evidente en la actitud del Ayuntamiento. En enero de este año, el equipo de la alcaldesa comunicó su intención de lanzar su “plan de choque” con medidas urgentes para mejorar la habitabilidad en este foco de pobreza. Por el momento, se han iniciado varias actuaciones de mediación cultural y de formación con los residentes del poblado, según fuentes del Área de Equidad.
Las actuaciones también incluían, entre otros asuntos, la mejora en la salubridad en un poblado donde sus habitantes no tienen otra opción que hacer sus necesidades al aire libre a 12 kilómetros de la Puerta del Sol. En octubre, la oficina del relator especial sobre el Derecho Humano al Agua Potable y al Saneamiento de la ONU calificó de “preocupante” la falta de acceso al agua en el asentamiento y anunció su intención de abrir una investigación al respecto.
Según asegura Patricia Fernández, abogada de Coordinadora de Barrios, a día de hoy “no ha llegado ni un grifo ni una letrina, ni contenedores”. La letrada asegura que el Ayuntamiento únicamente ha llevado bolsas de basura y realizó una limpieza “bastante deficiente” de la zona. En la actualidad solo existe un grifo para las 40 familias residentes.
“En la época de lluvias los niños iban de barro hasta las ingles. Hemos mandado escritos, hemos mandado fotos, pero nada”, añade el voluntario Jorge Fernández. Ante las críticas en el retraso de la aplicación del plan con respecto a las condiciones de salubridad, el Consistorio defiende que “los retos y los objetivos al respecto se mantienen, no hay un cambio en el tratamiento sino una serie de trámites que tenemos que solucionar. Estamos en ello”.