Un grupo de migrantes retenidos por Salvini en un barco militar en Catania inicia una huelga de hambre

Desalambre/EFE

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Algunas de las 150 personas que se encuentran a bordo del barco de la Guardia Costera italiana Diciotti, en el puerto de Catania, en Sicilia, han comenzado a rechazar la comida ante la negativa del Gobierno de autorizar el desembarco. Llevan más de tres días en el barco militar sin poder bajar a tierra firme, después de pasar varios días en el mar tras ser rescatados por los guardacostas italianos.

“Me han comunicado desde la Capitanía de puerto que a bordo del Diciotti hay tensión y los inmigrantes han comenzado una huelga de hambre”, ha explicado el senador del progresista Partido Demócrata (PD), Davide Faraone en Twitter. Otras fuentes aseguraron a EFE que no todos los migrantes han dejado de comer, y que solo algunos han iniciado lo que algunos han definido como una huelga de hambre.

La expresidenta de la Cámara de los diputados de la pasada legislatura y actual diputada del partido Libres e Iguales, Laura Boldrini, ha confirmado que se han suspendido las visitas de solidaridad al barco “por problemas”, ya que algunos migrantes habían rechazado la comida.

Ya han pasado ocho días desde que estas personas subieron a bordo del barco Diciotti de los propios guardacostas italianos el pasado 16 de agosto, y desde el lunes por la noche llevan atracadas en el puerto de Catania. El ministro del Interior, Matteo Salvini, está bloqueando el desembarco hasta que no tenga una respuesta de la UE para reubicar a los rescatados y solo el pasado miércoles dejó bajar a tierra a 27 menores no acompañados.

“¿Los inmigrantes de la Diciotti en huelga de hambre? Que hagan lo que crean. En Italia viven 5 millones de personas en pobreza absoluta (1,2 millones de niños), la huelga de hambre la hacen todos los días”, ha escrito Salvini en Twitter. Boldrini también realizó un llamamiento para que Salvini deje al menos bajar a algunas de las mujeres que están en el barco.

Mientras, el Defensor de las personas privadas de libertad, Mauro Palma, que visitó el barco, ha denunciado que las condiciones en las que se encuentran los 150 migrantes sin poder acceder bajo cubierta y teniendo que comer en el mismo sitio donde duermen con el único reparo de unos cartones. Palma denuncia que, a pesar de los esfuerzos de la tripulación de la Guardia Costera, solo han podido ducharse una vez con agua fría gracias a una manguera.

La ONU pide a Italia que autorice el desembarco

Mientras, cada vez son más las voces que reclaman que Salvini cese el bloqueo de la situación de estas personas. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han instado al Gobierno italiano a permitir el desembarco de los 150 migrantes.

Las dos organizaciones han solicitado en un comunicado que el desembarco de estas personas sea inmediato. Un representante de Acnur en Roma, Roland Schilling, agradece en una nota “los esfuerzos realizados por la Guardia Costera italiana para salvar las vidas de estos hombres, mujeres y niños”, pero pide “una solución urgente para acabar con este bloqueo”, que mantiene a estas personas en el barco desde hace ya más de una semana.

“Muchos de los que están a bordo pueden necesitar protección internacional y ya han enfrentado experiencias increíblemente traumáticas”, agrega. Por su parte, el director de la oficina de coordinación para el Mediterráneo de la OIM, Federico Soda, considera que “los migrantes que llegan de Libia a menudo son víctimas de violencia, abuso y tortura” y que estas personas deben poder bajar lo antes posible para que reciban ayuda “pronta y adecuada”.

Italia amenaza con reducir su presupuesto a la UE

Por otro lado, se sigue tensando la cuerda con la UE. El vicepresidente del Gobierno italiano Luigi Di Maio amenazó este jueves con reducir la contribución anual que aporta Italia al presupuesto de la Unión Europea, si los países miembros no reubican a los migrantes que están a bordo del barco militar “Diciotti” en Catania, en la isla de Sicilia.

“Si la UE sigue con este comportamiento, si mañana de la reunión de la Comisión Europea no sale nada sobre el barco 'Diciotti' y sobre la reubicación de estas personas, estamos dispuestos a no dar más los 20.000 millones que se van a la UE cada año”, dijo Di Maio en un vídeo publicado en las redes sociales.

La Comisión Europea ha respondido este viernes, advirtiendo a Italia de que las amenazas “no funcionan” en la UE. “Las amenazas no funcionan en Europa, no nos llevan a ninguna parte”, subraya el portavoz de la CE Alexander Winterstein, preguntado por las declaraciones del vicepresidente del Gobierno italiano. El portavoz comunitario insiste en que “la única forma” de encontrar soluciones en la UE es “trabajar juntos de forma constructiva y con buena voluntad”.