14 personas en situación vulnerable de las más de 90 que fueron rescatadas la semana pasada frente a las costas de Libia han desembarcado este miércoles en la ciudad de Misrata, al oeste de Trípoli y han sido trasladadas a un centro de detención, según ha informado Médicos Sin Fronteras en su perfil de Twitter. El resto de rescatados, sin embargo, se niegan a abandonar el carguero que les prestó auxilio hace una semana.
Según informó la agencia Reuters, el rescate tuvo lugar el pasado jueves, cuando el barco mercante localizó a cerca de un centenar de personas en peligro en el mar y las trasladó de nuevo al puerto de Misrata. Desde entonces se han negado a pisar suelo libio, donde han sido documentados todo tipo de abusos contra la población migrante.
Este miércoles por la noche, según ha relatado MSF, bajaron a tierra un total de 14 personas, entre ellas una mujer y su bebé y varios menores no acompañados. “Es una completa vergüenza que una vez más la única respuesta dada a las personas que buscan seguridad es una detención arbitraria prolongada en un país que están intentando abandonar de forma desesperada”, ha señalado Julien Raickman, jefe de misión de MSF en Libia.
Raickman ha asegurado que uno de los pacientes se ha negado a ser trasladado a un centro médico en Libia. “Prefiero morir a bordo del carguero” que regresar, ha dicho a los equipos de la ONG, que ha llevado a cabo 60 consultas médicas a bordo. MSF ha atendido a personas con quemaduras por el combustible de motor y ha constatado la situación de “desesperación” a bordo.
Según la ONG, entre ellos hay personas, incluidos menores, que han sufrido cautiverio y han sido torturadas durante el último año. Numerosas organizaciones han documentado el “infierno” al que son sometidos los migrantes en el país vecino que relatan a su llegada a Europa abusos como palizas, torturas y agresionessexuales.