De la “avalancha” al “asalto violento”: malas prácticas al informar sobre inmigración
Godtime, Testimony, Gift, Osairome. Son algunos de los nombres de los ocho niños que murieron tras el hundimiento de la embaración en la que viajaban. Su naufragio no apareció en prácticamente ningún telediario. Eran inmigrantes de origen subsahariano. Son solo cuatro de las cerca de 20 personas que, según el colectivo Caminando Fronteras, fallecieron en el Estrecho este viernes. Pocos medios de comunicación lo cubrieron con la relevancia que merecía. Mientras, el mismo día, las palabras “asalto”, “salto masivo”, “asalto masivo y violento” protagonizaban titulares sobre el último intento de entrada a través de la valla de Melilla.
La ausencia de información, el hecho de ignorar episodios importantes, en este caso una verdadera tragedia, protagonizados por inmigrantes es uno de los errores destacados durante la presentación del informe 'Inmigracionalismo: Hagamos autocrítica, medios de comunicación libres de xenofobia' elaborado por la Red Acoge. El estudio saca a la luz ejemplos de mala praxis a la hora de informar sobre inmigración y emite una serie de recomendaciones tras haber analizado 1.700 noticias de 25 medios, encuestas y una campaña en redes.
Estereotipos, criminalización, falta de contextualización, alarmismo, escasez de testimonios de inmigrantes, excesivo protagonismo de fuentes oficiales, asociación entre inmigración y pobreza y también un lenguaje alarmista y sensacionalista. Son los principales errores a la hora de elaborar una información social, según el estudio.
“Si de algo somos responsables, es de no obviar la información”, reconocía una de los siete periodistas de diferentes medios que participaron en un debate sobre el tratamiento informativo de asuntos relacionados con la inmigración en el que participó eldiario.es. Durante la presentación del acto, el periodista de Cadena SER Nicolás Castellano especializado en estos asuntos recordó la importancia de contar de forma correcta estos temas y, aunque lamentó que durante los 20 años de trayectoria profesional los medios no han experimentado mejoras y siguen cometiendo los mismos errores a nivel general, se muestra optimista ante “una generación de periodistas jóvenes interesados en inmigración” que “quieren hacer bien las cosas”.
“Apliquemos el sentido común. Hay gente que viene de otro sitio y se queda o se va hacia otra parte. El origen es interesante cuando procede de un país donde podría ser perseguido. Debemos diferenciar a los imigrantes de los refugiados, buscar los nombres de las personas que se mueren en el Mediterráneo, seguir las historias. No es tan difícil... El periodismo español no sigue las historias. Es necesario contar qué pasa después”, explica Castellano.
Malas prácticas
Obviar informaciones importantes por el hecho de que los protagonistas sean inmigrantes -de forma consciente o inconsciente- no es el único error detectado por Red Acoge. Aunque no lo recoge el informe, muchos de los titulares que informaban sobre el salto a la valla el mismo día en el que al menos nueve personas se ahogaron en el Estrecho evidencia otra de las malas prácticas destacadas.
“Entran 60 inmigrantes en un asalto masivo”, se puede leer en una de las noticias analizadas en el estudio. Asalto. Masivo. 60 personas.
El estudio critica el alarmismo generado a través de este tipo de titulares que, sin embargo, es habitual. Desde Red Acoge recuerda que la palabra “masivo” provovoca miedo en la sociedad que acaba repercutiendo en la imagen de los inmigrantes subsaharianos, en este caso. Si una manifestación de 60 personas no se considera una protesta masiva, ¿por qué un salto a la valla sí?
El informe critica, por tanto, la utilización de estas palabras porque conllevan “connotaciones violentas” y propone como alternativa la palabra salto, la acción que verdaderamente se produce en este tipo de intentos de entrada. El término “masivo” puede sustituirse por “colectivo” o “en grupo”.
Muchas de las noticias analizadas incluyen la expresión “inmigrante ilegal” para referirse a las personas que están en España en situacón irregular. Además de fomentar la criminalización, según la ONG, este término es incorrecto. Las personas no pueden ser ilegales. Es una acción o, en su caso, una situación la que podría ser irregular.
“Nunca denominaríamos a un ladrón o a un asesino como personal ilegal, ¿por qué sí a alguien que ni si quiera está cometiendo un delito? Recomendamos usar el concepto de inmigración irregular para despojarle de esa imagen delictiva que no le corresponde”, desarrolla el documento de Red Acoge.
¿Cuándo es relevante mencionar la nacionalidad de los protagonistas de las noticias y cuándo no? Las crónicas de sucesos, analiza el informe, suelen detallar la nacionalidad del extranjero sin que necesariamente tenga relación con el delito. Esto se puede comprobar claramente en una noticia publicada por El Correo con la siguiente entradilla: “Una mujer georgiana reconoció en un juicio en la Audiencia Nacional que estranguló a un compatriota”. Para los autores del estudio estas informaciones “alientan el estereotipo de la población de estos países como personas violentas”.
Es este punto, sin embargo, el que más discusión generó entre algunos periodistas que cubren habitualmente informaciones sobre inmigración, durante el debate organizado por Red Acoge. ¿Si una persona de origen iraní mata a una mujer con acido no es importante especificarlo?, se pudo escuchar. A pesar de que todos coincidían en que se debe detallar la nacionalidad cuando es relevante para comprender la información, no hubo acuerdo en cuándo lo es. Sobre este ejemplo concreto, unos consideraban que detallar su origen aumentaba el estereotipo sobre estas personas, mientras otros creían que aclaraba el contexto en el que se produjo el delito.
El estudio también llama la atención sobre el apego de algunos a asociar la inmigración con la delincuencia, la pobreza, o con el abuso de los recursos públicos. “Detenido un inmigrante ilegal senegalés que vagaba por O Calvario”, reza un titular destacado. Una vez analizado el lenguaje, advierten que las palabras escogidas “tienen un cariz delictivo que consigue agrandar una historia que al leerla vemos que no tiene nada de destacable”.
Principales recomendaciones
Contextualizar la información y buscar la raíz del fenómeno. Es una de las principales recomendaciones que recoge el estudio. El periodista, aconseja, “debe interesarse por las personas, como individuos y no como parte de una colectividad homogénea”. Para ello, los profesionales deberán contar “con la complicidad de las ONG para facilitar más información que les ayude en su trabajo” y no centrar las informaciones en los comunicados oficiales.
Aunque el estudio “no pretende cambiar la línea editorial” sí cree conveniente que las noticias relacionadas con la inmigración se contextualicen, incluyendo explicaciones para que la gente pueda entender el fenómeno, las razones que motivan los intentos de entrada por las vías irregulares, evitando centrarse exclusivamente en el acontecimiento. Algo que, reconoce, no suele ser una tarea fácil porque en muchas ocasiones la labor de los periodistas suele estar marcada por la cultura de la inmediatez o la falta de recursos que impiden profundizar.
El informe de la Red Acoge también tiene espacio para profundizar en los resultados que arroja una encuesta online. A la pregunta de si la empresa en la que trabajas cuenta con libro de estilo, el 52% ha contestado que sí, mientras que un 31% se ha decantado por la opción contraria. Otra pregunta dice así: “¿Incluye alguna referencia y/o indicación de cómo tratar asuntos relacionados con la inmigración? Responde con un sí el 52% y un 31% con un no.
Como buenas prácticas, a lo largo de la presentación del informe se citaron iniciativas como el nuevo espacio de Desalambre de eldiario.es para dar seguimiento a los vuelos de deportación; la cobertura de este periódico, de elmundo.es o de la Cadena Ser sobre las muertes de Ceuta o las informaciones de 20minutos.es sobre el efecto de las cuchillas en los inmigrantes que intentan saltar la valla de Melilla.