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Acusan a tabaqueras de aprovechar la pandemia para influir en gobiernos
Nueva York, 2 nov (EFE).- La industria del tabaco utilizó la pandemia de la covid-19 como una oportunidad para ganar influencia en los gobiernos de ochenta países, que se mostraron vulnerables al cabildeo y a las donaciones caritativas de esas empresas, según un informe publicado este martes por el grupo de control STOP.
STOP (Stopping Tobacco Organizations and Products) es una alianza financiada por Bloomberg Philantropies en la que colaboran varios entes internacionales, entre ellos el Grupo de Investigación sobre el Control del Tabaco de la Universidad de Bath y el Centro Global de Buena Gobernanza en el Control del Tabaco.
La organización publicó hoy un “índice global de interferencia de la industria del tabaco” en el que se concluye que ningún país analizado ha sido inmune a esas injerencias y los más perjudicados han sido República Dominicana, Suiza, Japón, Indonesia y Georgia, según los datos ofrecidos por grupos de la sociedad civil.
República Dominicana, Suiza e Indonesia, junto a Argentina y Estados Unidos, no pertenecen al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT) y por eso han sufrido “un alto grado de interferencia” de las tabaqueras, argumenta el informe.
“El comportamiento de la industria tabacalera durante la covid-19 no fue la práctica comercial habitual; esta investigación sugiere que ha sido mucho peor en escala y en impacto”, indicó la autora principal del índice y experta en este campo Mary Assunta.
El informe señala que varios gobiernos se “dejaron convencer por el doble discurso” de multinacionales como Philip Morris, British American Tobacco y Japan Tobacco para que aprobaran sus nuevos productos de tabaco con el pretexto de que servían para alejarse de los cigarrillos.
Por otra parte, advierte que la aceptación de ayudas caritativas ofrecidas por las tabaqueras suele “incluir condiciones” y “en lugar de eliminar las medidas que favorecen a la industria, varios gobiernos tomaron decisiones que la beneficiaron”, como reducir o retirar gravámenes, o retrasar legislación.
También se destaca que el uso que hace la industria tabacalera de las donaciones de responsabilidad social corporativa (RSC) destinadas a responder a la pandemia contrasta directamente con la importancia de dejar de consumir tabaco, ya que es un factor de riesgo en el desarrollo de covid-19.
Assunta apuntó que, pese a los estragos de la pandemia en la economía global, dos de las mayores tabaqueras reportaron un aumentos de ganancias de miles de millones de dólares, por lo que instó a los gobiernos a evitar que se inmiscuyan en sus políticas y a prohibir las actividades de RSC relacionadas con el tabaco.
A nivel mundial, los países mejor preparados para enfrentar las interferencias del sector del tabaco fueron Brunei, Nueva Zelanda y el Reino Unido, mientras que otros como Botsuana, España, Chile y la India “intensificaron sus esfuerzos para proteger la política de salud”.
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