Carrefour ha publicado este martes la evolución de sus ingresos en 2022. Un año en el que sus ventas en España crecieron casi un 10% (un 9,8%) hasta situarse en los 11.498 millones de euros. Un dato que incluye su negocio de gasolineras. Si se excluye este último, el repunte es del 6%.
La multinacional no da datos sobre beneficio, pero sí da apuntes de cómo va su negocio en España. Al cierre de diciembre, si se tienen en cuenta las tiendas abiertas más de un año –que es la medida que suele usar la distribución para medir la salud de su negocio– el repunte de las ventas comparables sería del 5,4%. Un ejercicio, asume, marcado por la inflación que “ha afectado al poder adquisitivo de los hogares”.
“Carrefour se ha beneficiado de su política de precios y ha ganado cuota de mercado, 0,3 puntos”, asegura en el comunicado a inversores. En el cuarto trimestre, que incluye el pico de inflación en España, hasta el momento, las ventas de Carrefour repuntaron un 6,7%, aunque en la alimentación el alza fue del 8%. Un “crecimiento fuerte”, reconoce, aunque en no alimentación registró una caída del 4,1% “con el país particularmente afectado por el alto peso de la inflación en el poder de compra de los hogares”, reconoce.
En España, Carrefour “se ha visto afectada, sobre todo, en el segundo semestre, por un incremento particularmente fuerte de los costes energéticos y por un aumento en el riesgo de los servicios financieros, en medio de la presión sobre el poder adquisitivo”, reconoce.
Si se ve la foto del conjunto de la multinacional, el aumento de ingresos superó el 16% en el conjunto del año, hasta 90.810 millones de euros. Y, en Francia, el repunte roza el 7%. Es su principal mercado, ya que le aporta ingresos por valor de 42.000 millones.
Petición de una cesta asequible en Francia
Las cifras de Carrefour llegan en plena presión inflacionista. Una situación que también ha llevado al Gobierno francés a pedir a las compañías que hagan más esfuerzos para que hacer la compra sea más llevadero.
“La subida de los precios de los alimentos es un tema de gran preocupación”, ha asegurado esta semana el ministro de Economía, Bruno Le Maire. “Es una prioridad, pero daremos soluciones solo si todos se involucran. No solo el Estado, sino también los distribuidores, que deben responsabilizarse, deben hacer más y deben hacerlo mejor”. En Francia, la inflación de los alimentos es menor a la de España. Supera el 13%, mientras aquí, al cierre de 2022, estaba en el 15,7%.
En Francia, el Ejecutivo está tratando de implicar a los distribuidores a que pongan en marcha una cesta de la compra a precios económicos, en un movimiento similar al que ha reclamado en España la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. De hecho, en España Carrefour puso en marcha una cesta de este tipo a finales del pasado verano.
En el caso francés, se trata de una medida voluntaria por parte de los supermercados. El objetivo del Ejecutivo es que comercialicen un carrito de 50 productos a precios asequibles. De momento, han aceptado pequeños distribuidores, no los más grandes como Carrefour o Auchan (Alcampo). Por ejemplo, las cadenas Super U e Hyper U han lanzado 150 productos básicos que, asegura, vende a precio de coste.