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La vida en alquiler se complica aún más: falta de ayudas, mudanzas de riesgo y confianza ciega en los caseros

Las nuevas preocupaciones entorno al alquiler que arrastra el coronavirus

Mónica Zas Marcos

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Las consecuencias sociales del estado de alarma van cayendo cada día como fichas de dominó. Se calcula que más de un millón de personas pueden rebajar sus ingresos temporalmente por la puesta en marcha de los ERTE; peligra la actividad de miles de autónomos y muchos trabajadores en precario temen llegar a fin de mes con el horizonte aún más negro. Para quien vive de alquiler, esta crisis tiene sus propios agravantes.

El Gobierno no ha aprobado por ahora ninguna medida específica sobre el alquiler dentro del segundo paquete de medidas económicas que anunció este martes. Este paquete, que movilizará más de 200.000 millones, sí que contempla moratorias en el caso de las hipotecas. Desde el Ejecutivo han apelado a la buena fe de los arrendadores hacia sus inquilinos “para desarrollar redes de solidaridad” y que no se dé una situación “en la que deba actuar el sector público”, aseguran fuentes del Ministerio de Economía.

Entre los ejemplos más críticos están los de quienes se han quedado en un limbo porque les vencía el contrato de alquiler en marzo, los que tenían programada una mudanza o quienes deben buscar piso en pleno estado de alarma. Una casuística “sobre la que resulta muy difícil legislar y en la que ”seguimos trabajando“, prometen fuentes del Ejecutivo. Mientras tanto, el debate entorno a los alquileres no ve la luz al final del túnel y protagoniza el gran atasco de las reuniones entre los distintos ministerios.

¿Y si no puedo pagar el mes de alquiler?

¿Y si no puedo pagar el mes de alquiler? La respuesta del Gobierno a esta pregunta ha sido por ahora la de que se establezca una “cadena de solidaridad” entre los propietarios y los inquilinos para afrontar las dificultades en el pago de las cuotas de los próximos meses. Es decir, mantener una confianza ciega hacia los caseros para que pongan facilidades a los más vulnerables. “La sociedad tiene que encontrar formas de ayudarse los unos a los otros”, contestan fuentes ministeriales.

Para el Sindicato de Inquilinas de Madrid, esto es obligar al ocupante a “depender de la voluntad del casero”. “Si tienes un casero que por lo que sea te quiere echar, te va a echar”, justifican a eldiario.es, “así que el Gobierno tiene que aprobar medidas que atajen el problema, no solo apelar a la buena fe”.

Los sindicatos de las grandes ciudades españolas llevan desde el inicio de la crisis lanzando una campaña de prevención de choque social que defiende la moratoria de hipotecas y la suspensión del alquiler para los mayores damnificados. “El Gobierno tendrá que decidir si ese impago de alquileres se da de forma desordenada y caótica, con mucho padecimiento y angustia porque a nadie le gusta tener que hacerlo, o si se decreta antes de que muchos trabajadores autónomos y en precario, que ya no están ingresando, se encuentren en abril con una situación insostenible”, advierten desde el Sindicato de Llogateres, en Catalunya.

No he llegado a un acuerdo con mi casero: ¿ahora qué?

No he llegado a un acuerdo con mi casero: ¿ahora qué?Ante esta posibilidad, el Govern catalán ha anunciado una “moratoria universal” de los alquileres del parque público en manos de la Generalitat. La medida -que todavía debe concretarse- afectaría a 23.500 viviendas y a unos cuatro millones mensuales de alquiler en total. También el Ayuntamiento de Madrid aplaza el pago del alquiler a los inquilinos de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo hasta que dure el coronavirus.

Por su parte, el Gobierno recomienda a los inquilinos que no alcancen un acuerdo con su arrendador a acudir a los Servicios Sociales. Dado que se han destinado 300 millones a las Comunidades Autónomas para gastos sociales, aseguran que podrán pedir ayudas para el alquiler que salgan de dicha partida. También recuerdan que los ayuntamientos que tengan superávit pueden emplearlo para casos de necesidad como estos.

En el supuesto de que el casero se encuentre en una situación comprometida por ser el cobro del alquiler su única fuente de ingresos (o la mayor parte), los sindicatos de inquilinos animan a que “justifiquen de qué forma su renta se va a ver afectada para que se les extienda una renta mientras dure la crisis del coronavirus”.

En marzo o abril vence mi contrato

En marzo o abril vence mi contratoTanto sindicatos como el Ejecutivo apelan aquí a la congruencia de los propietarios porque “se supone que el arrendador alquila su inmueble para percibir una renta y esto no tiene por qué venirse abajo”, aseguran fuentes del Ministerio de Vivienda. Si por diversas razones el casero no puede o no quiere mantener a su actual inquilino, las organizaciones aconsejan “permanecer en la vivienda pagando lo mismo y abrir un canal de negociación con el propietario alegando que es insostenible abandonar la casa en esta crítica situación”.

En caso contrario, “como el Gobierno anunció hace una semana la suspensión de los procedimientos judiciales, ahora mismo no se está produciendo esa situación. Podría ocurrir dentro de tres o cuatro semanas, cuando acabase el plazo previsto de 14 días, pero la resolución de una posible demanda no llegaría hasta dentro de casi un año”, tranquilizan desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid.

Mudanza: ¿se puede o no se puede?

Mudanza: ¿se puede o no se puede?El punto anterior entra en consonancia con este: aunque es inevitable que muchas personas tuviesen prevista una mudanza para estos días, no es uno de los supuestos que contempla el Real Decreto para incumplir el confinamiento. “Lo que sí legisla es la capacidad de salir a trabajar y los que hacen la mudanza están trabajando”, dicen desde Fomento. Aún así, reconocen que son “zonas que entran en conflicto” porque “buscamos un equilibrio entre minimizar el riesgo de contagio y que no haya una paralización absoluta del país”.

Sin embargo, páginas como Red Jurídica alertan de que el pasado domingo se paró una mudanza en Almería “a pesar de que los trabajadores que descargaban muebles iban ataviados con guantes y mascarillas”. Por eso, recomiendan apelar al Derecho contractual para llegar a un acuerdo entre todas las partes implicadas que permita al inquilino “quedarse donde está”. Si resultase del todo imposible porque implicara, por ejemplo, pagar simultáneamente dos arrendamientos o dejar en la calle a una familia, “argumentaríamos que sí se puede hacer”.

Buscar piso online, sí, pero sin visitas

Buscar piso online, sí, pero sin visitasOcurre de forma parecida. De hecho, hay una amplia oferta de pisos en alquiler en las grandes ciudades fruto también de la bajada en el sector turístico. ¿Se puede ir a visitar un piso en caso de absoluta necesidad? ¿Deberían los portales de ofrecer una alternativa telemática al futuro inquilino para evitar el incumplimiento del estado de alarma?

“No tenemos ningún protocolo para ese caso”, informan desde Idealista a eldiario.es. “Pero entendemos que visitar pisos no entra dentro de las excepciones del estado de alarma y que no está permitida la movilidad para ello”. Paradójicamente, el tráfico en estas páginas ha aumentado en consecuencia de la cuarentena: “Hace cuatro días el interés informativo hizo que hubiera bajada de audiencia, pero esa tendencia esta empezando a cambiar porque la gente tiene más tiempo para consumir online”, han notado en pisos.com.

Desde Fomento se suman a Idealista para advertir de que visitar pisos no es un escenario que contemple el Gobierno para salir a la calle, a riesgo de ser multado. Así que, de momento, solo la búsqueda online está permitida: pasar el rato pasando fotos y videos de viviendas no está penado con ninguna sanción.

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