Así es la batalla de los autónomos en los tribunales contra las cláusulas suelo
Las cláusulas suelo que ahora están en boca de todos no lo estaban cuando hace diez años Isabel compró un local junto con otras dos socias. “En aquel momento nadie sabía qué eran las cláusulas suelo”, explica por teléfono al contar que firmaron una hipoteca para ser dueñas de un local en Gijón donde montar una escuela de danza.
Hace tres años comenzaron a escuchar sobre la existencia de cláusulas abusivas en algunos préstamos hipotecarios. Isabel cuenta que mientras veía que la cuota mensual de la hipoteca de su casa bajaba en la del local no notaban un descenso. Efectivamente, tenían una cláusula de este tipo.
Este es uno de los casos de autónomos que han descubierto que sus préstamos hipotecarios incluían una cláusula suelo, ese tope que se incluía en las hipotecas de tipo variable que hacía que por mucho que bajara el Euríbor la cuota a pagar no lo hiciera. Sin embargo, su situación no es la misma que los consumidores que han visto su camino simplificado por el mecanismo extrajudicial implantado tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que apoya la retroactividad total de lo pagado de más por estas cuotas en su hipoteca.
Al ser considerados empresarios, las reclamaciones de los autónomos se rigen por la Ley General de Contratación y no por la Ley General de Defensa del Consumidor como en los casos que han llegado hasta el Tribunal Supremo que dio la razón a algunos consumidores por considerar que no había habido suficiente transparencia en la inclusión de estas cláusulas en los contratos, aunque antes de la sentencia de Europa limitó las devoluciones a 2013.
“Esto lo que hace es que haya una discrecionalidad absoluta en los tribunales en función de que sean conservadores desde el punto de vista jurídico o más progresistas”, apunta Marcelo Tamargo, abogado y fundador del despacho Espacio Legal, que explica que la defensa de estos autónomos se basa en explicar que no ha habido “negociación” en la inclusión de esta condición en el contrato y que supone una “desproporcionalidad”. “Ningún autónomo, ni ninguna pyme tiene capacidad de negociación con un banco”, apunta.
Víctor es otro autónomo que se encontró con una de estas condiciones en su hipoteca. En 2009 compró una licencia de taxi para la que pidió una hipoteca a la Caja Rural de Asturias. “Fírmame esto, que es una cosa del crédito”, cuenta Víctor que le decían en la sucursal y que él firmaba cuando iba entre carrera y carrera del taxi a solucionar los papeles. “Te vas luego enterando porque estás viendo en la televisión escuchando hablar de la crisis, de cómo bajan los intereses y tú ves que no te está bajando nada”, dice por teléfono.
“No somos ni Amancio Ortega, ni El Corte Inglés”, dice Isabel que se queja de se trate igual a las pequeñas, medianas y grandes empresas. “Nos tratan como si fuéramos la empresa de Florentino y no se dan cuenta de que los autónomos somos un taxista, un peluquero o un frutero”, coincide Víctor en la protesta de que se ha metido a todos los empresarios, da igual el tamaño, en el mismo saco.
Sentencias a favor y en contra
Los autónomos están corriendo desigual suerte en los tribunales. Tamargo señala que solo entre un 5% y el 10% de los casos están siendo ganados.
En el caso de Isabel, en primera y segunda instancia la justicia no le dio la razón y consideró que el banco, BBVA, no tenía que devolverle la cantidad cobrada de más por esta cláusula. Una cifra que estimaban en 23.000 euros. La sentencia estimó que la cláusula en cuestión había sido debidamente incorporada y estimó que no puede ser considerada abusiva. El siguiente paso sería el Supremo, pero seguir con los trámites es muy caro. Algo similar se lee en la sentencia de Víctor, aunque él sí que se plantea el recurso en su caso.
Otras audiencias provinciales, e incluso otras salas de la misma Audiencia Provincial de Asturias han fallado con diferente criterio. Tamargo explica que depende del juez y que aunque el articulado de la cláusula sea similar cada magistrado puede decantarse por una u otra opción. “Esto crea una inseguridad jurídica”, apunta.
En el caso de un taxista de Logroño, la Audiencia Provincial de La Rioja falló a favor de este autónomo que contrató una hipoteca con Caixanova para pagar la licencia de su taxi, según cuenta el diario La Rioja. “La entidad bancaria ha tratado de imponer y predisponer, sin negociación alguna, una cláusula para obtener una ventaja en perjuicio del taxista causando un desequilibrio importante entre los derechos y obligaciones de las partes”, señala la sentencia.
“Somos muy prudentes en cuanto a los autónomos”, Carlos Piñero, abogado asesor de la asociación de autónomos ATA, que añade que han recibido “muchas” consultas respecto a hipotecas de locales, naves o despachos.
En este contexto, ¿qué pueden hacer ahora los autónomos que encuentren una cláusula suelo? “Es básico estudiar cada caso concreto y consultar con un asesor o abogado el caso. La experiencia nos dice que las entidades tienen las ideas muy claras y en general están diciendo que no a la devolución de lo cobrado de más por las cláusulas suelo”, apunta Piñero.
“Aquí no hay que acogerse al decreto sino enviar un requerimiento previo (notaría o burofax) a la entidad como primer paso del procedimiento de reclamación. Si la entidad no contesta en el plazo que le damos (unos 10 días), entonces habrá que iniciar la vía judicial”, añade. Explica que en estos casos no rigen las condiciones de plazo establecidas por el Real Decreto que obliga a los bancos a dar una respuesta en tres meses y condiciona el proceso judicial posterior. Eso sí, los autónomos deben tener en cuenta de que la vía judicial puede conllevar el pago de costas. “Hay que ser prudentes en vía judicial, pues si no se estima la demanda (cosa improbable), el autónomo podría ser condenado a pagar las costas del juicio”, añade.