Los bailarines voluntarios de la final de la Champions tuvieron que firmar que no reclamarán nada a la UEFA
“Nos abstendremos de presentar cualquier reclamación contra la UEFA”. Esta es una de las cláusulas que tuvieron que firmar los bailarines voluntarios que participaron en la ceremonia de apertura de la final de la Champions, celebrada en Madrid el pasado sábado 1 de junio, como recoge un documento al que ha tenido acceso eldiario.es y ha confirmado uno de sus participantes. La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) pretende así blindarse de futuras denuncias de los bailarines tras la indignación generada en el sector de la danza por su oferta para buscar a “200 voluntarios” que actuaran en la inauguración de la cita más importante del fútbol europeo.
Una de las personas que participó en la ceremonia, que pide que se preserve su anonimato, explica a este medio que acudió a la llamada de la UEFA pese a no estar de acuerdo en que este tipo de actuaciones no se remunere. “Decidí quedarme y contar qué pasaba desde dentro”, relata.
Mandó sus señas y fue contactada para acudir el 20 de junio, “a lo que parecía que era un casting, pero al final es que no hubo mucha selección porque la cantidad de personas que fuimos era menor de la que pedían”. En los primeros días de ensayos, que se alargaron esas dos semanas hasta la celebración de la final, “nos pedían que se lo dijéramos a amigos y conocidos, que necesitaban a más gente”.
El anuncio de la UEFA era para reclutar a 200 personas, pero finalmente solo acudieron “unas 130”, afirma este participante. eldiario.es ha consultado a la UEFA y efectivamente el número de bailarines voluntarios quedó lejos de ese doble centenar. “Hubo un total de 126 voluntarios” en la ceremonia de apertura, apuntan desde el organismo europeo de fútbol. El artista internacional encargado de liderar la ceremonia fue la banda estadounidense Imagine Dragons.
El voluntario explica que entre los bailarines había “muchos estudiantes, de conservatorio y de escuelas privadas” y que las conversaciones sobre la falta de remuneración se producían, aunque no con demasiada crítica. “La mayoría decían que habían venido para abrirse alguna oportunidad, para incluirlo en su currículum. Veía que está asumido como algo natural en la danza que uno tiene que empezar a hacer cosas gratis para que te reconozcan y hacerte camino. Está tan naturalizado que ni se critica como '¡qué precariedad!”, cuenta.
La primera semana los ensayos tuvieron lugar de lunes a sábado en un polideportivo en Alcobendas y la semana del evento deportivo “ya era en el Wanda, ensayamos el lunes, el miércoles y el jueves”. Aunque los ensayos estaban programados en el contrato hasta las 21.30h en Alcobendas y las 19.00h en el estadio del Atlético de Madrid, “se alargaron varios días hasta las diez de la noche. Al final estás medio día con ello, porque desde las 15.30h o así que te preparas para ir hasta las once y pico de la noche que puedes llegar a tu casa”, afirma el voluntario.
Acuerdo para no denunciar ligado a “las leyes de Suiza”
eldiario.es ha tenido acceso a varios documentos que suscribieron los participantes, entre los que se encuentra un “acuerdo de voluntariado” con un anexo, una nota informativa de “riesgos y medidas preventivas” y un anexo más con el título 'Formulario de exención de responsabilidad'. El acuerdo contempla que los voluntarios no tienen derecho a “ninguna compensación o salario”, ni su participación en el evento le da derecho “a ver los partidos de fútbol de la Final”.
El participante explica a este medio que no les quedó muy claro con quién estaban firmando estos papeles: “En el acuerdo de voluntario pone 'la AMPA', pero no sabíamos qué era eso y preguntamos alguna vez y no nos supieron decir”. El anexo del acuerdo menciona a la productora italiana Punk For Bussiness como “la organizadora de la ceremonia de inauguración oficial de la Final”. Esta agencia ya se ocupó el año pasado de dirigir la actuación en esta competición deportiva, que corrió a cargo de Dua Lipa.
El 'Formulario de exención de responsabilidad' recoge por su parte varias cláusulas, como aceptar que la actuación sea filmada y que la UEFA explote estas imágenes y el compromiso de no solicitar “compensación de ningún tipo de la UEFA (no a sus licenciatarios y/o cesionarios) en relación con mi participación en la Ceremonia”.
Más allá de la reclamación de una compensación, el documento recoge la abstención de los firmantes a “presentar cualquier reclamación contra la UEFA o sus cesionarios, licenciatarios o distribuidores autorizados”. Además, el texto apunta que “el acuerdo de exención de responsabilidad se regirá e interpretará de conformidad con las leyes de Suiza y los tribunales de Nyon tendrán jurisdicción exclusiva”.
“Para nosotros esto confirma la voluntad de la UEFA de evitar pagar a toda costa”, afirma César Casares, responsable del departamento Internacional de la Confederación de Artistas Trabajadores del Espectáculo (ConARTE). ConARTE y la Asociación de Profesionales de la Danza en la Comunidad de Madrid han sido las dos organizaciones que han centrado las críticas contra la UEFA por solicitar bailarines voluntarios para un evento de tal relevancia. En su opinión, se trata de una petición de trabajo gratis que precariza todavía más las malas condiciones laborales que enfrentan los bailarines a nivel profesional.
ConARTE abrió una petición en Internet para sumarse a la condena por “el abuso de la UEFA” –que ha recabado 86.077 firmas hasta el momento–, pero también para pedir la marcha atrás de la convocatoria y que la organización europea contratara al personal de baile. Algo que no ocurrió.
Los encargados de acompañar a Imagine Dragons fueron esos “126 voluntarios”, explica la UEFA a eldiario.es, pero no solo, según el participante contactado por este medio. “Al final de la actuación, cuando salíamos con los tambores, se suponía que entraba un grupo con unas telas que simulaban las camisetas de cada equipo. Eso lo íbamos a hacer también los voluntarios, pero al final nos dijeron que no y lo hizo un grupo de camareros a los que pagaron por esa tarea”, afirma esta persona. eldiario.es ha preguntado a la UEFA por este hecho, pero aún no ha recibido respuesta al respecto.
La UEFA: “No pedimos disculpas”
El organismo sí defiende ante este medio que existe una “tradición de voluntariado en todos los eventos deportivos importantes, incluidos los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de la FIFA” y que “la final de la UEFA Champions League nunca ha sido una excepción”.
La organización es tajante sobre su actuación: “La UEFA no se disculpa por continuar ofreciendo a la gente local la oportunidad de ser parte del partido más importante en el fútbol de clubes y el evento de fútbol más grande de su ciudad”.
El organismo insiste en que “donde se requieren profesionales, la UEFA y los organizadores locales emplean a las personas relevantes” y defiende que “para la ceremonia de apertura no se requieren habilidades de baile profesional de los voluntarios” y que los anuncios para reclutarlos “dejan en claro que se buscaban aprendices rápidos y entusiastas, no bailarines”.
La oferta para la búsqueda de bailarines fue publicada en la página Danza.es, dependiente del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM), en la que se demandaba el compromiso de estar disponible durante dos semanas para ensayar.
“Esto es trabajo, no voluntariado”, denunciaba a este medio César Casares antes de que tuviera lugar la final. ConARTE denunció el uso de voluntarios, en su opinión fraudulento, ante la Inspección de Trabajo, que se presentó el jueves a los ensayos, según confirma el participante contactado.
La persona voluntaria presente en los ensayos y la ceremonia final explica que la actuación fue dirigida por dos coreógrafos profesionales a nivel internacional: “Nolan Padilla y Melissa Myrtle García”, ambos de la productora Silent Voice y que han compartido en estos días imágenes en sus cuentas de Instagram de la preparación del evento. “La coreografía tuvo que simplificarse un poco, yo creo que porque los voluntarios que fueron tenían menos nivel del que pensaban, pero había exigencia aun así”, sostiene el participante.
El balance final del participante, explica, “no fue el de hacer un voluntariado. Hay una hipocresía muy grande. Por ejemplo, a las chicas con pelo lacio pedían que se hicieran una coleta, pero a las de pelo afro que lo llevaran suelto y a las personas negras las ponían por las primeras filas. Creo que pretendían difundir una idea de inclusión y demás, que dicen que apoyan el arte... pero es mentira. Desde dentro ves que esto no es así”.
