Los ciudadanos de Chipre cumplirán una semana sin bancos sin saber ni siquiera cuándo podrán volver a disponer de su dinero. El banco central ha comunicado que continuarán cerrados el jueves y el viernes. El próximo lunes es festivo, con lo que no abrirán sus puertas –en el caso de que vayan a hacerlo– hasta el martes 26 de marzo.
La falta de un acuerdo con la UE impide en la práctica plantearse la reapertura de los bancos. El Gobierno da por hecho que la gente acudiría en masa a los bancos a recuperar parte o todos sus ahorros. Algunos medios han informado que se está trabajando en algún tipo de controles de capital durante un periodo de transición para limitar la retirada de fondos.
El ministro chipriota de Hacienda, Michalis Sarris, ha pasado el miércoles su primer día de entrevistas en Moscú con la intención de reclamar la ayuda financiera del Gobierno ruso. Sarris se reunió con su homólogo ruso y con el viceprimer ministro, Igor Shuvalov, un aliado muy cercano de Putin. Tenía previsto dar una rueda de prensa pero, al no conseguir ningún resultado concreto, tuvo que cancelarla.
Chipre pretende mejorar las condiciones de devolución del préstamo de 2.500 millones de euros que Moscú le concedió en diciembre de 2011 y que tenía una vigencia de cinco años. También sondea la posibilidad de recibir otro préstamo de 5.000 millones. Son unas cifras que permitirían a Chipre librarse del control de la troika, pero se desconoce qué pediría a cambio Putin. No sería suficiente con librar a los depósitos en los bancos chipriotas del impuesto que también afectará a un alto número de empresas rusas.
Las vías de salida para el Gobierno chipriota continúan reduciéndose. En las últimas 24 horas se ha hablado de un “Plan B”, pero la última información indica que Bruselas no está muy impresionada con estas nuevas ideas. Nicosia propone utilizar los activos de los fondos de pensiones de las empresas públicas para realizar una emisión de bonos con la que recaudar unos 4.200 millones. Chipre necesita obtener 5.800 millones para completar los 10.000 millones que ofrece la troika para el rescate.
Fuentes de la troika han dicho a The Wall Street Journal que no ven viable ese plan porque sólo serviría para aumentar la deuda.
Alemania no cede en su presión sobre Chipre. Wolfgang Schäuble dijo en una entrevista televisiva el martes por la noche que toda la responsabilidad de esta crisis recae sobre el Gobierno de la isla. “Los dos mayores bancos chipriotas viven exclusivamente gracias a la ayuda de liquidez de emergencia concedida por el banco central”, dijo el ministro de Hacienda. “El BCE ha dejado claro que sin un plan de rescate esa ayuda no continuará. Alguien tiene que dejárselo claro a los chipriotas”.