BBVA empezará a negociar este viernes con los sindicatos un ERE para la compañía que podría rondar los 3.000 despidos, según apuntan distintas informaciones aunque la entidad todavía no avanza cifras del ajuste. El recorte de plantilla afecta a las oficinas centrales y a la red de sucursales, sobre una base de unos 23.000 trabajadores.
El proceso que abre ahora el banco que preside Carlos Torres coincide con la semana en la que ha comenzado la negociación de CaixaBank con los sindicatos, por lo que se apunta al segundo gran recorte de plantilla de este año en la banca española. Santander o Sabadell, que iniciaron el proceso a final del pasado ejercicio se encuentran en el momento de las salidas de sus distintos planes.
Tanto el presidente como el consejero delegado, Onur Genç, ya habían avanzado en los últimos meses que la entidad iba a abordar un plan de recortes en España que incluiría un proceso de despidos. Hasta la fecha, BBVA se había caracterizado por realizar numerosas salidas voluntarias de su plantilla, sin haber llegado a formalizar un ERE como sí habían hecho otros competidores. De hecho, ya en 2020, la entidad fue la que más redujo su plantilla.
La entidad ha asegurado en una carta dirigida a los empleados que su objetivo es explorar conjuntamente fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla. En la carta, BBVA apoya su decisión en el contexto de “profunda transformación” para el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales.
El banco considera que para garantizar su competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta “imprescindible” continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir su estructura de costes. En este sentido, ha asegurado que pretende abordar el proceso con actitud dialogante, con el compromiso de seguir criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos.
BBVA sondeó la fusión con Banco Sabadell a finales del año pasado, aunque distintos desacuerdos sobre los pormenores de la operación llevaron al fracaso a las negociaciones. Desde entonces, la entidad catalana aprobó un ajuste de 1.800 empleos con salidas incentivadas y ahora se suma el ajuste de empleo que abordará BBVA.