Era conocido el gusto de Miguel Blesa por los safaris en África y los vinos más exclusivos, aficiones de las que eldiario.es ya dio cuenta a finales de 2013, cuando fue el primer medio en publicar los correos de Blesa y la existencia de las polémicas tarjetas 'black' de Caja Madrid.
Lo que se ignoraba hasta ahora es que Blesa abonaba esta vida de desenfreno a esas tarjetas opacas a Hacienda, más de 10.000 euros en una tienda de vinos y cavas de Madrid y 9.000 euros en un safari en África en 2008, según informa hoy El País. En definitiva, el gusto por el lujo del inspector de Hacienda en excedencia y expresidente de Caja Madrid no se sufragaba con su sueldo millonario, que en 2007 superó los 3,5 millones de euros. Esos pequeños lujos iban a cargo de su tarjeta 'black'.
El País publica hoy parte del desglose de los 15,5 millones de euros gastados por directivos y consejeros de Caja Madrid y Bankia entre 2002 y 2013, y añade que Blesa también compró otros 2.000 euros en joyas y relojes, además de ropa de marca y comidas en restaurantes de lujo, hasta acumular un total de gastos de 436.700 euros 'en negro'.
El rotativo añade que el exsecretario de Estado de Hacienda con el PP y entonces consejero de la caja, Estanislao Rodríguez-Ponga, realizó con su tarjeta varios cargos consecutivos en las Navidades de 2008 por valor de 25.000 euros en viajes de El Corte Inglés.
Al año siguiente, también en Navidad, efectuó otros cargos por 15.000 euros. Rodríguez-Ponga, que actualmente está vinculado como directivo a, precisamente, El Corte Inglés (es consejero de su filial de mobiliario Moinsa), también tiene cargos importantes en el supermercado de estos grandes almacenes, así como comidas en restaurantes de lujo y hoteles. En total, se gastó 255.400 euros.
Por su parte, el exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato se gastó 99.036 euros en hoteles, restaurantes y viajes, mientras que Elena Gil, responsable de la corporación Caja Madrid, liquidó 9.000 euros en la joyería Suárez.
Otros responsables de Caja Madrid, en lugar de compras optaron por hacer extracciones de efectivo, presumiblemente para no dejar rastro de en qué gastaban su dinero: 365.000 en el caso del exvicepresidente José Antonio Moral Santín (de IU), 360.000 euros el por entonces responsable de sistemas Ricardo Morado, y 224.000 euros el exsecretario del consejo Enrique de la Torre. Francisco Baquero, consejero de CCOO, se gastó 266.400 euros en mobiliario de casa, electrodomésticos y restaurantes de lujo.
A finales de 2013, eldiario.es ya informó de cómo Caja Madrid no escatimaba en gastos para agradar a su presidente, que, según los correos electrónicos del presidente de la caja de ahorros, tenía una bodega valorada en miles de euros, con algunas botellas que superaban los 600 euros y que se pagaban con cargo a la entidad financiera.
Caja Madrid, que en 2012, ya convertida en Bankia, fue objeto del mayor rescate financiero de la historia de España, pagaba la lujosa y cara vinoteca de los directivos de la entidad, que reservaba los vinos “sublimes” al presidente, Miguel Blesa. Según revela el correo electrónico enviado por Ildefonso Sánchez Barcoj, entonces director general, existían dos listas bien diferenciadas por la calidad de las bebidas: una destinada a Blesa, y otra para los directores. Para ellos había “buenos vinos”, pero sin acceso a los “sublimes”, que eran “de uso exclusivo” de la presidencia.
El presidente disfrutaba de 32 tipos de vino de distintas denominaciones de origen, entre las que destacan Ribera del Duero, Rioja y Sauternes, y cuatro tipos de champán. La carta de los directores contenía los mismos, exceptuando los “sublimes”, como Vega Sicilia o Château.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha imputado a Blesa, Rato y Sánchez Barcoj por los excesos de las tarjetas opacas.