El astillero vizcaíno Murueta y los guipuzcoanos de Zamakona y Balenciaga han botado esta tarde tres barcos en sus instalaciones, consolidando la apertura de una “nueva época” en el sector naval vasco después de la incertidumbre causada por la supresión del anterior sistema de financiación “tax lease”.
La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, se ha felicitado de que el sector naval esté remontando después de la decisión que adoptó la UE el pasado mes de julio, si bien ha emplazado al Gobierno español y a la Comisión Europea a alcanzar un acuerdo sobre las devoluciones del antiguo “tax lease”.
Tapia ha asistido a la botadura del atunero “Playa de Ris” del Astillero Balenciaga en Zumaia, mientras que en la también localidad guipuzcoana de Pasaia, se ha procedido al lanzamiento al agua del buque “Ocean Marlin” que el grupo Zamakona Yards ha construido para una empresa noruega.
Al mismo tiempo, en el muelle de Erandio (Bizkaia) de Astilleros Murueta, se ha botado el atunero congelador Egalabur, construido para la compañía bermeana Atunsa y que tiene previsto operar principalmente en aguas del Océano Índico.
Según Tapia, esta triple puesta de largo pone de relieve que el sector naval vasco está “abriendo una nueva época” en la que está “haciendo frente a la incertidumbre que se había creado con el tema de la 'tax lease' antiguo y de las devoluciones que había que hacer”.
La consejera ha admitido que, aunque “hay buenas noticias”, queda aún una “espina”, porque el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, “ha dicho que no está cerrado el proceso y que hay que revisar las cuentas que ha hecho el Estado español”, que ha cifrado las devoluciones en 126 millones de euros, cantidad con la que Bruselas discrepa.
“Bruselas y el Estado tienen que sentarse a hablar y llegar a un acuerdo, no queda otra, porque son los dos actores principales”, ha remarcado Tapia.
“Un sector tan importante y que vemos que es tan competitivo no puede estar enfrentándose con una incertidumbre como la que estamos viviendo”, ha proseguido Tapia, quien ayer, en Bruselas, lamentó que esta inquietud está perjudicando a La Naval de Sestao (Bizkaia), el astillero más importante que en marzo se quedará sin actividad si no le llegan nuevos encargos.
La consejera ha destacado que el sector naval “es uno de los ámbitos en los que Europa ha puesto el foco”, por lo que pretende incluir el impulso de la “construcción naval sostenible” dentro de las líneas estratégicas de la próxima programación Horizon 2020.
“La salud del sector está bien, está en marcha y funciona, tecnológicamente somos buenos y ahí estamos”, se ha felicitado Tapia.
A la botadura ha acudido también el diputado de Innovación de Gipuzkoa, Jon Peli Uriguen (Bildu), quien ha anunciado que una delegación de Venezuela visitará en febrero empresas del sector del metal y del naval vasco gracias a las gestiones de la Diputación.
Cuando la marea lo ha permitido, los operarios del astillero Balenciaga han echado a la mar el “Playa de Ris”, un atunero destinado a la empresa Pevasa de Bermeo.
Se trata de un buque de 87 metros de eslora, 1.800 metros cúbicos de capacidad -apto para alojar unas 1.100 toneladas de atún-, preparado para una tripulación de 34 personas y capaz de navegar a una velocidad de 20 nudos.
El barco, de cuyo coste no ha informado Balenciaga, está preparado para la pesca tanto en el Atlántico como en el Índico.
Comenzó a fabricarse en mayo de 2013 y su entrega está prevista para el próximo mes de mayo, una vez finalizada su construcción “a flote”.
El “Ocean Marlin” fabricado por Zamakona es el segundo de los tres firmados con la armadora noruega Atlantic Offshore, destinado a atender las situaciones de emergencia en plataformas petrolíferas y cuyo precio estimado es de 25 millones de euros.
De 66,80 metros de eslora, una manga de 16 metros y capacidad para rescatar a 300 personas, está “especialmente adaptado a las condiciones meteorológicas del Mar del Norte”, donde operará para la compañía petrolífera Total en el segundo semestre de 2014, según Zamakona.
A la tercera botadura, en Erandio, ha asistido el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, acompañando a los directivos de Murueta y de Atunsa, comprador del “Egalabur”.
El atunero congelador, el segundo que Murueta construye para la empresa de Bermeo (Bizkaia), tiene una eslora de 91 metros, una manga de trazado de 14,7 metros y una capacidad de cubas de 2.200 metros cúbicos.
Su construcción comenzó en mayo de 2013 y se prevé la salida a pruebas de mar y la posterior entrega definitiva al armador en julio de este año.
El “Egalabur” será el séptimo buque atunero en activo de la compañía bermeana y toma su nombre de un antiguo barco de Atunsa, que en euskera (hegalaburra) significa “cimarrón”.
Tras la reciente firma de un contrato con la compañía francesa CFTO para construir dos atuneros congeladores, la cartera de pedidos de Astilleros Murueta está formada por seis atuneros congeladores, con lo que se asegura carga de trabajo hasta comienzos de 2016.