Bruselas sigue apretando a Italia. Dio de plazo hasta el 13 de noviembre para rehacer sus cuentas, pero este martes ha enviado una nueva carta en la que aprieta las tuercas por las cifras de deuda –131% del PIB–, que hace diez días Pierre Moscovici calificó como “el peor enemigo de la economía del pueblo”.
En la carta, la Comisión Europea alude al artículo 126, párrafo 3, del Pacto de Estabilidad, que es el que abre la puerta a hipotéticas sanciones por deuda excesiva. Unas sanciones que, cumpliendo los requisitos España y Portugal, nunca han sido aplicadas en el pasado. Pero es que en el pasado tampoco nunca la Comisión había rechazado unos presupuestos como esta vez ha hecho con Italia.
El portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión, Christian Spahr, ha explicado este miércoles en Bruselas que la nueva carta reclama “factores relevantes” que justifiquen el nivel de la deuda pública italiana: “La carta invita a Italia a presentar cualquier factor que sea en su opinión relevante para analizar su posición fiscal”.
En todo caso, los ministros de Economía y Finanzas de la UE –es decir, los Estados miembros– serán los que tomen la decisión sobre un hipotético procedimiento a Italia por excesiva deuda pública.
En la carta, la Comisión pide al Gobierno italiano que remita “lo antes posible” un nuevo documento con una relación más ajustada entre el déficit y el PIB, y la deuda y el PIB, y subraya que el plan presentado por Italia presenta “una desviación significativa de la ruta de ajuste hacia el objetivo presupuestario a medio plazo recomendado para Italia”.
Afirma que “la gran expansión presupuestaria prevista para 2019”, unida “a los riesgos de una reducción del crecimiento del PIB nominal, será incompatible con la necesidad de reducir de manera decisiva la relación entre la deuda y el PIB”. Además, sostiene que las cuentas presentadas por el M5S y la Liga no están en línea con “los compromisos asumidos por Italia en su Programa de Estabilidad” firmado en abril de 2018 por el anterior Gobierno del Partido Demócrata (PD, centroizquierda).
Entonces, el PD afirmó que el déficit de Italia sería del 0,8 % en 2019 y en 2020, y bajaría al 0,2 %, en 2021, mientras que la actual administración italiana estima que el déficit será del 2,4 % en 2019, del 2,1 % en 2020 y del 1,8 % en 2021. El actual Gobierno prevé además que la deuda del país sea del 130 % en 2019; el 128,1 % en 2020; y 126,7 % en 2021.
“La deuda italiana es de una vulnerabilidad crucial. Italia ha notificado a Eurostat que su deuda pública bruta para 2017 es del 131,2 % del PIB, lo que confirma que Italia no ha realizado los esfuerzos necesarios para reducir la relación entre deuda y PIB en 2017”, se lee en la carta: “Una deuda pública tan elevada limita el margen de maniobra del Gobierno para gastos más productivos en beneficio de sus ciudadanos. Dadas las dimensiones de la economía italiana, es un motivo de preocupación para la zona euro en su conjunto”.