La CEOE se olvida de la unidad de mercado y defiende la competencia fiscal entre autonomías que pretende Ayuso
La CEOE se ha adelantado un mes a la reforma fiscal que propongan los expertos seleccionados por el Ministerio de Hacienda. Su think tank del Instituto de Estudios Económicos ha presentado este lunes un extenso informe en el que defiende una bajada generalizada de impuestos para las empresas, para los grandes patrimonios, las rentas altas y el ahorro privado para la jubilación. El organismo pone en duda la brecha de presión fiscal que existe en España respecto a Europa y que señalan organismos como Eurostat o la OCDE y considera que hay capacidad para que en España se reduzcan los impuestos. En este sentido, han reivindicado el modelo de la Comunidad de Madrid, que ha decidido plantar batalla ante la posible armonización de determinados tributos.
La patronal ha sido una firme defensora en el pasado de la unidad de mercado en la legislación en España frente a los sistemas regulatorios autonómicos, algo que contrasta con su apuesta por la “competitividad fiscal”, especialmente enfocada en el impuesto sobre el Patrimonio. “Debemos evitar la armonización, es un subterfugio para la subida de la tributación patrimonial de las comunidades más competitivas”, ha apuntado Pilar González de Frutos, presidenta de la patronal de las aseguradoras Unespa y vicepresidenta de la CEOE, responsable de presentar el Libro Blanco de la reforma fiscal. “Armonizar es imponer todo lo contrario a lo que es un sistema autonómico”, ha reivindicado.
La CEOE sitúa como una de sus principales propuestas la eliminación “de una vez por todas” del Impuesto sobre el Patrimonio, una propuesta compartida con el PP, entre otros partidos de la derecha. Es por ello que defienden el modelo de Madrid, que lo tiene completamente bonificado y que, al año, deja de ingresar más de 900 millones de euros. La patronal ha lanzado un cálculo en el que supuestamente una armonización del impuesto a nivel nacional provocaría una pérdida de 2 puntos del PIB regional y un descenso de 0,5 puntos en el PIB y el empleo a nivel nacional. Si además se incluye también a Andalucía, quien ha buscado igualmente una carrera a la baja de este impuesto y del de Sucesiones, el retroceso a nivel nacional sería de un punto.
El documento presentado este lunes revindica no solo la eliminación de Patrimonio sino también la rebaja en Sucesiones y Donaciones, un impuesto que, en la práctica, ya no pagan la mayor parte de herencias que se producen entre familiares directos.
Pero las rebajas propuestas por la CEOE van más allá. La patronal centra una parte relevante de su informe en el Impuesto de Sociedades, que aseguran que ya es “homologable” a la UE y que no precisa de subidas. Este es uno de los tributos en los que se ha puesto el foco en los últimos años puesto que se encuentra una parte relevante de la distancia que tiene España en presión fiscal respecto a los socios comunitarios. Un hecho que no comparten en la patronal.
En este sentido, solicitan un aumento en distintas deducciones y bonificaciones fiscales en el Impuesto de Sociedades. Además, cargan contra una de las reformas que ya había implementado el Gobierno en los Presupuestos del pasado año y que consistía en reducir la bonificación por los dividendos recibidos en el exterior del 100% al 95%. El informe reclama la vuelta a la situación previa y pide cautela al Gobierno a la hora de implementar el tipo mínimo en el impuesto que se ha acordado a nivel internacional al 15%. En este sentido, pone sobre la mesa que determinadas deducciones como la que se produce por inversiones en I+D no se contemple a la hora de calcular ese tipo mínimo.
La CEOE vuelve a poner sobre la mesa con este informe su reivindicación de una rebaja de las cotizaciones sociales que pagan las empresas por sus trabajadores, lo que dan a llamar un “impuesto al trabajo”. “Es imprescindible reducirlas”, defiende el documento.
La propuesta llega también al IRPF. Entre otras cuestiones solicitan una limitación en los tipos marginales, aquellos que se aplican a quienes más ingresan y lo justifican en la Constitución de Alemania. También piden una rebaja en la tributación del ahorro privado. Entre otras cuestiones en este campo reclaman una vuelta a la situación de 2019 en los incentivos fiscales para las inversiones en planes privados de pensiones. Desde entonces, el Gobierno ha ido reduciendo la cuantía máxima que se puede aportar, y por tanto deducir, a este tipo de vehículos. Este beneficio fiscal fue ampliamente contestado por la Airef, quien aseguró que beneficiaba más a rentas más altas.
El análisis llega también a los impuestos medioambientales. En este campo, otra de las tareas pendientes del sistema fiscal español, la patronal señala que es una herramienta que se debe utilizar únicamente en “casos excepcionales”. De hecho, apuesta por utilizar antes de aplicar nuevos impuestos herramientas de incentivos fiscales y otras medidas que tengan “menor impacto en la actividad empresarial”. En este caso, frente al de Patrimonio, sí critica la OCDE las diferencias entre las comunidades y el Estado.
Con todos estos aspectos generales sobre la mesa, el IEE y, por tanto la CEOE, solicitan que la mejora de la estabilidad fiscal en España no debe ir sobre una subida de impuestos sino sobre un estudio del gasto público.
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