Cepsa invertirá hasta 8.000 millones en esta década para acelerar la transición energética

Cepsa invertirá hasta 8.000 millones en esta década para “liderar la transición energética en España y Portugal”, según la nueva Estrategia 2030 presentada este miércoles por la petrolera. El grupo invertirá entre 7.000 y 8.000 millones hasta 2030 y “más del 60% se destinará a negocios sostenibles a partir de 2023”. La compañía espera que esas actividades aporten más de la mitad de su beneficio bruto operativo (Ebitda) en 2030, frente al 14% de 2022.

Como ha señalado en una presentación a la prensa Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, el grupo está inmerso en su “segunda” transición energética. “Hace cien años fue parte en la transición del caballo al coche” y ahora ha establecido una “ambiciosa hoja de ruta para recortar sus emisiones, situándose entre las compañías referentes de su sector”.

Preguntado por si puede haber problemas de suministro de diésel a Europa por la guerra en Ucrania y el papel clave de Rusia como proveedor de este combustible a Europa, el ejecutivo holandés no ha descartado ese escenario. Ha señalado que “hay una cierta ruptura del suministro de diésel desde Rusia” y “va a ser muy difícil mantener el equilibrio en el mercado”. Ha recordado que Europa tiene una alta dependencia del diésel de este país y “los flujos continúan pero no con el mismo ritmo de antes”. Por eso los precios “han subido” y este combustible ya es más caro en España que la gasolina.

Si los envíos de diésel desde Rusia “se mantienen”, el impacto fundamental será una subida precios, “porque habrá que importar de otras partes”. Pero en el escenario “hipotético de que se detengan por completo, va a ser difícil responder en el momento” y “podríamos llegar a esa situación”. “Estamos buscando cargamentos de importación cuando se ofrecen para asegurarnos que no queda comprometido el suministro”. Wetselaar ha explicado que todavía están analizando el funcionamiento de los descuentos que incluye el plan de respuesta a la guerra aprobado este martes por el Gobierno y que “desde luego va a influir en una bajada de precios para los clientes”. 

El nuevo plan estratégico de Cepsa prevé que en 2030 las emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) del grupo se recorten en un 55% respecto a 2019, y aspira a alcanzar cero emisiones netas en 2050 e ir “más allá”, contribuyendo positivamente, lo que define como “llegar al Net Positive, permitiendo a los clientes y a la sociedad avanzar en la dirección correcta”.

La nueva estrategia contempla desarrollar “el mayor ecosistema de movilidad eléctrica en España y Portugal”, a través de su alianza con Endesa, “desarrollando la más amplia red de recarga ultrarrápida en carretera”, con el objetivo de alcanzar una ratio mínima de un cargador de 150 kW cada 200 kilómetros en las principales carreteras y vías interurbanas. “Vamos a construir una de las mayores redes de recarga de vehículos eléctricos en Europa, empezando por España y Portugal”, ha indicado Wetselaar.

Impulso al hidrógeno

El grupo también se propone impulsar la demanda de hidrógeno verde en el transporte por carretera. Se ha fijado la meta de establecer en 2030 una estación de repostaje cada 300 kilómetros, en los corredores que conectan España con Europa.

Las estaciones de servicio de Cepsa, que tiene la segunda mayor red de España y Portugal, “se transformarán en espacios digitalizados que ofrecerán una amplia variedad de servicios de ultraconveniencia y restauración, que incluirán alimentos frescos, parafarmacia, comercio electrónico, puntos de recogida de paquetería y servicio de lavado sostenible de vehículos, así como soluciones multienergía para el repostaje en carretera”.

Además, Cepsa “creará una cultura impulsada por los datos, utilizando analítica avanzada para transformar la experiencia de cliente e impulsar su programa de fidelización. Y, a través de la toma de decisiones basada en la inteligencia artificial, la compañía será capaz de ofrecer servicios integrales en tiempo real”.

El segundo “gran ecosistema” de la nueva estrategia de Cepsa se centrará en acelerar la descarbonización de los clientes industriales, el transporte aéreo y marítimo, y de la propia compañía, a través de la producción de moléculas verdes, principalmente hidrógeno renovable y biocombustibles.

Cepsa, que es uno de los principales productores españoles de hidrógeno, “liderará en 2030 la producción de hidrógeno verde en España y Portugal”, con una capacidad de 2 GW que le permitirá convertirse “en un referente en la importación y exportación de esta energía al continente europeo, África y Oriente Medio, gracias a la localización privilegiada de sus instalaciones en la Península Ibérica”. “España tiene unas ventajas únicas para el hidrógeno”, ha destacado el ejecutivo holandés.

La compañía también se ha propuesto liderar la producción de biocombustibles de segunda generación, con una producción de 2,5 millones de toneladas al año en 2030, fomentando así la economía circular. “En este ámbito, Cepsa se convertirá en un proveedor de referencia de combustible sostenible para la aviación (SAF), con una producción anual de 800.000 de toneladas”. La compañía controla actualmente el 35% del mercado de suministro energético para el sector aéreo en España.

Para llevar a cabo esta nueva estrategia, Cepsa apostará por convertir sus refinerías en “parques energéticos diversificados y sostenibles”. El grupo recuerda que estas instalaciones están “estratégicamente situadas en el sur de Europa, junto a los principales puertos, lo que proporciona a los grandes clientes industriales un acceso privilegiado a los mercados clave”.

La compañía implementará tecnologías basadas en la inteligencia artificial y analítica avanzada para optimizar sus procesos y reducir el impacto ambiental de la actividad de sus centros industriales.

En el ámbito de las renovables, Cepsa desarrollará una cartera de proyectos de energía solar y eólica para su propio consumo, con una capacidad de 7 GW, de los cuáles 1,5 GW ya tienen conexión a la red.

Por su parte, la estrategia de los negocios de Química y Exploración y Producción “permanece sin cambios”. Cepsa dotará de mayor autonomía a estas divisiones “con el objetivo de maximizar la creación de valor y permitir un mayor enfoque y una toma de decisiones más rápida”.

La división de Química, otro negocio maduro para el que Cepsa “sigue considerando alternativas” para la posible venta o incorporación de un socio, según el CEO de Cepsa, “reforzará su liderazgo global en los mercados de LAB”, ingrediente clave para la fabricación de detergentes biodegradables, y número dos en fabricación de fenol (utilizado para la producción de plásticos de alta tecnología), “mediante el desarrollo y producción de productos químicos a partir de materias primas renovables y recicladas”. Este negocio aspira a que hasta un 30% de sus ventas en 2026 proceda de productos bajos en carbono.

La tercera gran pata del negocio, Exploración y Producción, tendrá “mayor autonomía en la gestión” y “resultará clave para generar flujos de caja que faciliten la transformación del grupo”. La compañía continuará optimizando su actividad de E&P para reducir la intensidad de emisiones de CO2, a través de distintas medidas de eficiencia y la producción de bajo coste y bajo contenido en carbono.

En materia de sostenibilidad y buen gobierno, la compañía ha vinculado la retribución de sus directivos a los objetivos de ESG: un 15-20% de su salario variable dependerá del cumplimiento de estos objetivos.

Cepsa obtuvo un beneficio neto 661 millones en 2021, frente a las pérdidas de 919 millones registradas en 2020, el año del confinamiento a consecuencia de la pandemia del Covid-19. El grupo controlado por el fondo soberano de Abu Dhabi y el fondo Carlyle ha presentado este nuevo plan estratégico tras el nombramiento, anunciado en octubre y efectivo desde enero, de Wetselaar como primer ejecutivo.