El grupo español de juego Codere perdió 178 millones de euros en el primer semestre, lo que multiplica por 7,4 los números rojos del mismo periodo de 2019. Buena parte de las pérdidas fueron consecuencia de los cierres temporales obligatorios de establecimientos por la crisis sanitaria del coronavirus, que provocaron un recorte de los ingresos del 55% en el primer semestre, hasta 318 millones, y una pérdida neta de 80,5 millones solo en el segundo trimestre. También pesó el efecto del tipo de cambio con el dólar, con un impacto de 46 millones en el semestre.
La multinacional madrileña de las apuestas ha explicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que hasta junio su beneficio bruto operativo (Ebitda) ajustado disminuyó en 141 millones (un 90%), hasta 17 millones, “por los cierres temporales de las operaciones presenciales que afectaron a todos los mercados de la compañía”.
“En términos de capacidad, a 30 de junio la compañía tenía un 30% de máquinas operativas con respecto al 2019 (17.176 unidades). La cifra de salas de juego operativas en el periodo fue de 13, junto a 68 locales de apuestas deportivas y 8.847 bares”.
Codere, que durante el segundo trimestre solo tuvo “algunos negocios abiertos en el mes de mayo (hipódromos de Uruguay) y en junio (salas de Italia y España)”, dice que “ya ha reabierto la totalidad de sus operaciones en España, Italia y Uruguay, y parcialmente en México y Colombia”. “En la mayoría de los casos”, los establecimientos están operando “por encima de las expectativas iniciales”, dice el grupo, que gestiona más de 57.000 máquinas tragamonedas, 30.000 asientos de bingo y cerca de 8.500 terminales de apuestas en Latinoamérica, España e Italia a través de puntos de venta que incluyen 148 salas de juego, 1.200 salones recreativos, 9.200 bares, 245 salas de apuestas y 4 hipódromos.
Respecto al negocio online, Codere explica que “mantuvo planos los ingresos respecto al primer semestre de 2019, debido a la falta de eventos deportivos relevantes durante este periodo”. Esta pata, cuyo primer mercado es España, aportó 13,8 millones de facturación, un 7,3% menos. El grupo reconoce que se vio “afectado” por la prohibición de la publicidad del juego durante el estado de alarma.
En España, los ingresos totales de explotación netos del grupo se desplomaron en el segundo trimestre, coincidiendo con el estado de alarma, un 88,5%, hasta 5,5 millones.
“Confianza en la mejora del escenario”
Codere, que ha ajustado las cifras de 2019 para corregir las inconsistencias contables confirmadas en noviembre de 2019 en algunos de sus mercados latinoamericanos, dice que tiene “confianza en la mejora del escenario internacional” y reconoce que el impacto de la COVID-19 en su negocio “ha sido muy significativo”. Ante la emegencia sanitaria, el grupo puso en marcha un plan de contingencia “para preservar su liquidez y garantizar la continuidad del negocio, consiguiendo una significativa reducción de costes del 74% en el segundo trimestre”, con un recorte de los gastos de personal del 56,1% en ese periodo y la presentación en España de un ERTE que todavía está vigente en parte.
Asimismo, Codere recurrió a la búsqueda de liquidez adicional para hacer frente a los cierres y en julio alcanzó un acuerdo de refinanciación con más del 80% de sus acreedores corporativos. A 30 de junio de 2020, Codere, cuya deuda ronda los 1.000 millones, contaba con 74 millones de tesorería, mejorando su posición de liquidez a final de julio, tras la recepción de los primeros 85 millones de euros de nueva financiación.
El grupo recuerda que los 165 millones “restantes están sujetos a que ciertas modificaciones a los bonos existentes se cumplan, y la compañía espera recibirlos en octubre una vez finalice el procedimiento de scheme of arrangement iniciado en Corte inglesa el pasado 3 de septiembre”. Con ese acuerdo, espera extender dos años, hasta 2023, los actuales vencimientos de su deuda.