Los consejeros de las grandes eléctricas se han repartido 229 millones desde que empezó la crisis
Los miembros de los consejos de administración de las tres grandes eléctricas españolas, Iberdrola, Gas Natural-Fenosa y Endesa, se han repartido 228,92 millones de euros desde 2008, año oficial del inicio de la crisis, hasta 2014, de acuerdo con los datos remitidos por las compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Esa cifra, que incluye los pagos a los principales ejecutivos de las empresas (estos suponen, como es lógico, el grueso del total), apenas representa un 0,42% de los 53.528 millones de euros de beneficios declarados por las compañías en ese periodo (incluyendo a la antigua Unión Fenosa en 2008). De esos casi 229 millones, a los consejeros de Iberdrola y Endesa les ha correspondido en torno a dos tercios del total (un 37% en cada caso) y a los de Gas Natural Fenosa, el restante 25%.
Pese a la reforma energética del Gobierno, 2014 fue otro año de beneficios multimillonarios para las tres grandes del sector, con un resultado acumulado de 7.125,5 millones de euros, un 20,8% más que en 2013. La remuneración de sus consejos de administración aumentó el doble, un 40,3%, hasta 39,12 millones de euros.
La clave estuvo en dos acontecimientos extraordinarios en Endesa. La venta de sus activos latinoamericanos a su máximo accionista, el grupo semipúblico Enel, disparó sus beneficios hasta los 3.337 millones de euros, un 77,6% más. Y la retribución de sus consejeros se triplicó, hasta casi 17 millones de euros, como consecuencia de la indemnización de 11 millones de euros que cobró su hasta entonces consejero delegado, Andrea Brentan.
Desde 2008, Endesa ha pagado 86,4 millones de euros a los miembros de su consejo de administración. Un 35% de esa cifra, 38,4 millones en un sólo ejercicio, se abonó en 2009 en concepto de indemnizaciones a consejeros ejecutivos, tras las salidas de José Manuel Entrecanales (presidente de Acciona y fugaz presidente de la eléctrica) y el exconsejero delegado Rafael Miranda, tras la toma de control por parte de la italiana Enel. Justo antes de la crisis, Manuel Pizarro, hasta entonces presidente, abandonó la compañía con una indemnización cercana a los 20 millones de euros tras la opa de Acciona y Enel.
En el caso de Iberdrola, los consejeros de la primera eléctrica española se han embolsado, sin indemnizaciones por despido mediante, 86,825 millones de euros desde 2008. En 2014, la cifra ascendió a 14,951 millones, lo que supone un 35,4% más que en 2008. Buena parte de la retribución del año pasado fue para el presidente y consejero delegado, Ignacio Sánchez Galán, que cobró (incluyendo pagos en acciones) 9,1 millones en 2014, un 22% más que un año antes. La empresa, que este jueves anunciaba la adquisición de la estadounidense UIL Holdings Corporation por 2.647,8 millones, ganó el año pasado 2.326,5 millones de euros, un 9,5% menos que en 2013.
En cuanto a Gas Natural Fenosa, desde 2008 sus consejeros han cobrado 55,65 millones de euros, incluyendo la retribución de Unión Fenosa (adquirida por la gasista) en ese primer ejercicio. En 2014, sus vocales se repartieron 9,4 millones, un 6,5% más. El beneficio de la compañía ascendió a 1.462 millones, un 1,2% más que el año anterior, gracias, según la empresa, a las plusvalías de 252 millones generadas por la venta de Gas Natural Telecomunicaciones y sus participadas, y por la buena evolución de su negocio en el extranjero.
A salvo de la quiebra
Si se comparan los datos de 2014 con los de 2008, la retribución anual de los consejeros de las eléctricas ha subido en ese periodo un 20%, muy por encima, por ejemplo, del incremento del salario mínimo en España, que este jueves la agencia estadística europea, Eurostat, cifraba en un 8% para esos mismos años.
En estos siete años de crisis, el sector ha visto como la demanda eléctrica se desplomaba a niveles de los 90 (aunque ha empezado a recuperarse) y se ha salvado de la quiebra gracias a las medidas adoptadas por el actual Gobierno para atajar el multimillonario déficit de tarifa (diferencia entre ingresos y costes reconocidos) que se acumulaba desde comienzos de siglo y que los consumidores abonan a plazos (y con intereses) en sus recibos de la luz.
Para taponar ese agujero, el Gobierno ha aprobado nuevos impuestos al sector (unos 3.000 millones de euros al año), ha recortado los costes del sistema cargando buena parte del ajuste sobre las renovables (como pedían las eléctricas) y ha aplicado fuertes subidas al recibo. Mientras la factura se disparaba más de un 60% durante la crisis y el desempleo en España superaba el 25%, ha aflorado un concepto hasta ahora desconocido en el país, el de la pobreza energética, con millones de hogares en dificultades para hacer frente a los suministros básicos.
Las eléctricas, cuyos ingresos en España dependen, en buena medida, de lo que depare el BOE, han fichado en esta larga crisis a dos de los tres últimos presidentes del Gobierno (Felipe González y José María Aznar) y han tenido o tienen a sueldo a tres de los cuatro últimos ministros de Economía (Elena Salgado, Pedro Solbes y el actual, Luis de Guindos).
63% de las ventas en España
Si bien argumentan que han capeado los efectos de la reforma eléctrica de José Manuel Soria gracias a su actividad en el exterior, lo cierto es que, tras el desguace de Endesa, culminado a finales del año pasado, el mercado interior todavía supone el 63,1% de la cifra de negocios consolidada de las empresas, que en 2014 ascendió a 75.908 millones de euros.
El año pasado, el paquete de medidas de Soria tuvo un impacto de casi 1.200 millones en las cuentas de las tres grandes utilities, según las empresas. De esa cifra, a Iberdrola le correspondió el 52%, a Endesa el 36% y a Gas Natural Fenosa, el 12%.