La economía creció un 0,4% en el segundo trimestre por la fortaleza del mercado de trabajo y la menor inflación
La economía de España creció un 0,4% en el segundo trimestre, respecto al trimestre anterior, con el apoyo de la fortaleza del mercado laboral y también de la caída de la inflación, según el dato adelantado por el INE (Instituto Nacional de Estadística) este viernes.
El avance del PIB (Producto Interior Bruto) de nuestro país mantiene uno de los mayores ritmos en la eurozona gracias al repunte del consumo y de la inversión de las empresas, tras completar oficialmente la recuperación del COVID entre enero y marzo y pese al contexto internacional de incertidumbre y debilidad.
Así, el frenazo del sector exterior ha hecho que el crecimiento en el segundo trimestre frente al mismo periodo del año anterior haya desacelerado al 1,8%, tras el 4,2% del primer trimestre, y el 5,5% de 2022 y el otro 5,5% de 2021.
Esta reconstrucción ha sido incluso más intensa (y el nivel de PIB de 2019 se habría alcanzado antes) si se atiende a la brecha entre la Contabilidad Nacional del INE y los datos registrados por la Seguridad Social y la Agencia Tributaria de creación de empleo, recaudación o consumo. Los diferenciales estadísticos que se abrieron tras el shock de la pandemia en 2020 reflejan que el PIB está subestimado en varios puntos, según se explica en este análisis, aunque esta cuestión queda pendiente de la revisión de sus cifras que hará el propio INE el 18 de septiembre.
Repunte del consumo
Por el momento, la Contabilidad Nacional expone la resistencia del consumo de las familias, directamente relacionada con la fortaleza del mercado de trabajo y, asimismo por la moderación de las subidas de precios, que están amortiguando los aumentos de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y la pérdida de poder adquisitivo.
Concretamente, el gasto de los hogares se incrementó un 1,6% entre abril y junio, respecto al primer trimestre, y después de las caídas del arranque de este 2023 y del final de 2022 por las asfixiantes subidas de precios.
Además, el INE recoge el impacto del despliegue del Plan de Recuperación en la inversión de las empresas, que igualmente se está sobreponiendo a todos los vientos en contra del contexto internacional. El compartamiento es especialmente positivio en el sector de la construcción. Mientras, la industria y la agricultura pasan por un peor momento, al depender más de las ventas fuera de nuestras fronteras.
De hecho, por último, los datos de la Contabilidad Nacional desvelan cierta debilidad del sector exterior, un motor fundamental para el crecimiento económico, tanto por la importncia del turismo (en el año de su plena recuperación), como por el papel crucial que vienen jugando las exportaciones de servicios no turísticos (de consultoría, tecnología o relacionados con el transporte).
La clave en el sector exterior es la competitividad de las empresas, sobre todo de las multinacionales, al soportar una menor inflación respecto al resto de la eurozona gracias a medidas como el tope al gas (o excepción ibérica) y al aprovecharse también de los salarios más bajos. Aunque en el segundo trimestre se evidenció la adversidad del contexto internacional, con las economías de Alemania y del conjunto de la eurozona estancadas.
Eso sí, este martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó un punto su previsión del crecimiento económico de España del 1,5% al 2,5% para todo 2023, “ante la mayor solidez de los servicios y el turismo”. Se trata del mayor incremento entre los países desarrolladas de su actualización de las perspectivas mundiales y se sitúa como la expectativa más optimista entre todas las instituciones y firmas de análisis, incluido el Gobierno.
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