El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este jueves la suspensión de la exención a la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio de la Unión Europea (UE), Canadá y México, en una decisión que dispara las tensiones comerciales y provocará represalias de sus socios.
El secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, ha confirmado que EEUU seguirá adelante con su decisión de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio procedentes de la UE, Canadá y México.
En una sesión informativa telefónica con los medios, Ross anunció que los aranceles entrarán en vigor a media noche, las 6 de la mañana en España, poniendo así fin a una moratoria de dos meses y alimentando el temor a una guerra comercial. “Esperamos seguir negociando, tanto con Canadá y México, por un lado, y con la Comisión Europea por otro, porque hay otros asuntos que necesitamos resolver”, dijo Ross, según informa Efe.
Nada más confirmarse la decisión, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha señalado que Estados Unidos no deja “otra opción” que abrir un contencioso ante la Organización Mundial del Comercio.
Juncker ha confirmado que la UE impondrá, a su vez, aranceles a “determinadas importaciones de productos estadounidenses”. “Defenderemos los intereses de la UE con pleno respeto a la normativa de comercio internacional”, ha señalado el luxemburgués, que ha dicho que este es “un mal día para el comercio mundial”.
En un comunicado, Juncker ha señalado que estas salvaguardias “unilaterales” son “injustificadas” y ha emplazado a Estados Unidos a encarar de manera conjunta “el problema de sobrecapacidad en el sector siderúrgico”.
Por su parte, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ha lamentado que, tras meses de negociaciones, Estados Unidos haya optado por “recurrir a la amenaza de las restricciones” para obtener “concesiones de la UE” y ha avanzado una respuesta “proporcionada y acorde con las reglas de la OMC”.
El pasado marzo, la Comisión publicó una lista de productos acereros, industriales y agrícolas estadounidense susceptibles de ser sometidos a aranceles si el Gobierno de Donald Trump cumplía su promesa electoral de gravar el acero europeo, “equivalentes a la pérdida económica” para el sector. Según la Comisión Europea, los aranceles que EEUU va a imponer afectan a un mercado por el que la UE realizó exportaciones de 6.400 millones de euros en 2017.