Un embrollo entre Adif y las operadoras deja sin poder comprar durante una semana el AVE entre Madrid y Alicante
Desde finales de la pasada semana, los usuarios de Renfe que hayan tratado de comprar un billete para un tren de alta velocidad (AVE) entre Madrid y Alicante han visto que pueden adquirirlos siempre que el viaje sea antes del 30 de junio. En cambio, a partir del 1 de julio, simplemente, no hay AVE. Se pueden adquirir billetes para los trenes que unen las dos ciudades, pero en trayectos que duran más de cuatro horas y media; dos horas más que en la alta velocidad. A partir de mañana, será otra historia y volverán a venderse.
Una situación puntual que tiene varias causas y que ha desatado una tormenta política, con críticas por parte de diferentes administraciones públicas. ¿Qué ha pasado para que no se hayan vendido 'AVES' entre Madrid y Alicante en uno de los veranos donde el sector turístico está más tensionado por la alta demanda? Hay diferentes flecos sueltos, que no solo implican a Renfe, también a su nueva división 'low cost', Avlo –que estaba previsto que comenzara este mes a operar en Alicante–, al gestor de infraestructuras ferroviarias Adif; y a los operadores privados competidores, Ouigo e Iryo.
Cambio en las operaciones: de Atocha, a Chamartín
Para entender lo que está pasando hay que partir de la reorganización de las operaciones de la alta velocidad entre Madrid y la Comunitat Valenciana. Hace años, se acordó el traslado de los trenes a Levante desde Atocha a Chamartín, al norte de la capital, por la saturación de la céntrica estación madrileña, donde no hay margen para dar cabida a más trenes. Además, Chamartín se está configurando como nuevo nodo ferroviario, porque será el punto de conexión con los trenes de alta velocidad hacia el norte de la Península.
Partiendo de ese acuerdo –que a día de hoy se ha quedado en papel mojado–, para entender qué ocurre este verano entran en juego otros dos factores. El primero es que el túnel que une Atocha con Chamartín aún no está operativo. El conocido en el sector como “Túnel del Chato” ya está terminado, pero está pendiente de contar con el visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), un organismo independiente pero que cuelga del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que no ha comunicado cuándo estará este permiso.
El segundo factor son las obras que se están realizando en la estación de Chamartín, que van al margen de la gran operación urbanística y de los cambios en la futura estación. Estas obras, para dar ubicación a esos trenes entre Levante y Madrid, corren a cargo de Adif y tienen que terminarse antes de que acabe el mes de junio. Más o menos coincidiendo con los tiempos que se manejan para contar con el visto bueno al túnel de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria.
Si esos dos factores se solucionan, todos los trenes de alta velocidad entre Madrid y Levante se podrían trasladar a Chamartín, pero ahí entran en liza cuestiones políticas y las críticas a este cambio de destino. “Hemos pedido ya a Adif una reunión urgente para exigirle explicaciones y, sobre todo, porque no estamos de acuerdo con la decisión, igual que no están de acuerdo otras instituciones y organizaciones sociales de Alicante. Ahí lo que haremos es negociar con el Ministerio, exigirle una rectificación y explicaciones”, aseguró en marzo el entonces conseller de Obras Públicas, Arcadi España.
Desde entonces se han sucedido las reuniones para determinar si hay opción de que unos trenes acaben en Atocha y otros en Chamartín, según confirma Adif. “Los acuerdos marco firmados con las operadoras contemplan que Chamartín sea la cabecera de los servicios de Levante”, explican fuentes del gestor ferroviario. “Desde hace meses se han mantenido reuniones con cada una de las operadoras para conocer la posición general de cada operador y sus propuestas. Fruto de estas reuniones, Adif ha presentado propuestas para la valoración por parte de los operadores”, añaden, sin entrar en más detalle.
En cuanto a la reorganización, indican que “el plan diseñado por Adif para organizar la circulación de los trenes entre Madrid y Levante responde a un profundo proceso de análisis técnico de la capacidad de las terminales de Atocha y Chamartín, que tiene su origen en el Estudio Informativo de 2007 y que ”para su elaboración se tuvieron en cuenta diferentes fases de explotación en función de la disponibilidad de cada una de las infraestructuras que van a configurar la red de alta velocidad madrileña (túnel Atocha-Chamartín, estación pasante de Atocha, nuevas vías en Chamartín, etc...), con el objetivo de dar cabida a todos los tráficos previstos en los acuerdos marco con las operadoras“.
De momento, sin billetes para Alicante en julio y agosto
Ante esta situación, a finales de la semana pasada, Renfe confirmó que no estaba vendiendo billetes de AVE a Alicante a partir del 1 de julio, ante la imposibilidad, afirmó, de poder concretar si los trenes acababan en Chamartín o en Atocha. “Renfe NO ha suspendido la venta de billetes entre Madrid y Alicante”, aseguró la empresa en su comunicado, mayúsculas incluidas.
Este miércoles por la tarde, en cambio, ha confirmado que mañana ya se venderán billetes. “Renfe pondrá a la venta a partir de mañana los billetes de AVE entre Madrid y Alicante hasta el 12 de septiembre. De esta manera, saldrán a la venta todos los trenes AVE durante la temporada alta de verano”, ha indicado el operador a través de un comunicado. Trenes que van a Atocha. Después, ya se verá.
“A partir de esa fecha, 12 de septiembre, Adif diseñará las nuevas marchas que se articularán en torno a las estaciones de Chamartín y Atocha”, matiza Renfe. “Asimismo, en los próximos días van a salir a la venta la nueva oferta de los trenes Alvia transversales que, tras la apertura del nuevo túnel que comunicará Chamartín con Atocha, verán recortados los tiempos de viaje, lo que beneficiará a recorridos como, por ejemplo, Gijón-Alicante”.
Renfe (como su filial 'low cost' Avlo) puede seguir operando este AVE en Atocha, pero no ocurre lo mismo con otros operadores, como Ouigo, que está pendiente del visto bueno al 'Túnel del Chato', porque su tecnología requiere terminar su ruta en esa estación. De hecho, su primera ejecutiva en España, Hélène Valenzuela, explicaba a elDiario.es a principios de abril, que esperaba que sus dos rutas a Valencia y Alicante estuvieran operativas antes del verano y que, de no ser así, “sería una gran irresponsabilidad” por aplazar la liberalización.
Fuentes de Ouigo explican que tienen que operar en Chamartín. “Por especificidades de la infraestructura española, los trenes de Ouigo sólo pueden operar desde la estación de Madrid-Chamartín hacia el corredor de Levante”. Es debido, inciden “a que el tramo que conecta Atocha con el corredor de Levante cuenta con el sistema de seguridad histórico español [denominado LZB] hasta Torrejón de Velasco, lo que hace imposible que nuestros trenes puedan operar, a día de hoy, desde Madrid-Puerta de Atocha a Valencia y Alicante ya que cuentan con el sistema de seguridad estándar europeo [ERTMS]”. Por eso, Ouigo necesita que 'el Chato' esté operativo y sus trenes, en cualquier caso, acabarán en Chamartín.
Además, Ouigo requiere de un plazo adicional, de tres semanas, para formar a sus maquinistas respecto a ese túnel. “Ya hemos comenzado a formar a los maquinistas en la ruta hasta Valencia, en el tramo que no incluye el túnel, una vez que éste se encuentre operativo, es necesario un tiempo para formar a los maquinistas y terminar de homologar nuestros trenes”, indican. La solución no está muy lejos en el calendario, porque la filial del grupo ferroviario francés comunicó este miércoles que el día 30 de junio confirmará cuándo empieza a operar entre Madrid y Valencia (Alicante tiene que esperar) y empezará a vender billetes para esta ruta.
Queda una tercera compañía que aún no tiene fecha para comenzar a operar en el nuevo entorno liberalizado: Iryo, participada por accionistas de Air Nostrum y por Trenitalia. “El próximo mes de noviembre en Iryo empezaremos nuestras operaciones con la ruta a Barcelona y, tras este primer viaje comercial, en las siguientes semanas y de forma escalonada iniciaremos la conexión con Levante”.
En su caso, puede acabar en Atocha o en Chamartín. “En un principio, la entrada de nuestras operaciones no está supeditada a la entrada en funcionamiento del túnel de Alta Velocidad entre las Estaciones de Atocha y Chamartín. Nuestra flota, formada por 20 trenes ETR totalmente nuevos, no tienen limitaciones respecto a la interoperabilidad y están equipados con los distintos sistemas de señalización de la red ferroviaria española, lo que nos permite adaptarnos y llegar a ambas estaciones. Sin embargo, podrían existir limitaciones de ADIF por congestión en Atocha, pero desde Iryo entendemos que el túnel entrará en funcionamiento y, por tanto, no habrá ningún riesgo”, matizan.
A la espera de que el túnel del Chato cuente con permisos y se aclare qué trenes van a Atocha y cuáles a Chamartín, la cuestión del AVE a Levante se ha teñido de cuestiones políticas. Esta semana, el consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid, David Pérez, ha criticado la “improvisación” y “opacidad” del Gobierno central. Y, el alcalde de Alicante, también del PP, Luis Barcala, ha asegurado que hay “turistas madrileños que tenían previsto viajar a la Costa Blanca el mes próximo y están buscando otros destinos alternativos, como Málaga, ante la incertidumbre generada por esta incomprensible y arbitraria supresión de la venta de billetes en pleno inicio de la temporada alta”.
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