Estados Unidos quiere prohibir por espionaje las importaciones de software chino en los vehículos conectados
El Departamento de Comercio de Estados Unidos da una nueva vuelta de tuerca a la guerra comercial con China. Este lunes, ha publicado una propuesta legislativa para prohibir las importaciones desde China de hardware y software integrados en el sistema de conectividad de los vehículos y en los sistema de conducción automatizada –es decir, conectados a internet– porque abren la puerta a posibles espionajes, según recoge el Financial Times. Una prohibición que no es definitiva pero que prácticamente afectaría a todos los modelos actuales de coches, porque de una forma u otra, cuentan con algún tipo de software basado en la conectividad.
“Actualmente, los automóviles tienen cámaras, micrófonos, sistemas de seguimiento por GPS y otras tecnologías conectadas a internet”, ha asegurado la secretaria de Comercio de EEUU, Gina Raimondo, en declaraciones que publica Politico. “No hace falta mucha imaginación para entender cómo un adversario extranjero con acceso a esta información podría suponer un grave riesgo tanto para nuestra seguridad nacional como para la privacidad de los ciudadanos estadounidenses”.
La regulación propuesta afecta tanto a los vehículos ya ensamblados, como a los componentes en sí, que puedan ser empleados por automovilísticas estadounidenses.
Recopilación de datos y de las infraestructuras
La preocupación de la administración Biden no solo pasa por este posible espionaje directo, sino porque ese tipo de software podría facilitar la recopilación de datos sobre los conductores de esos vehículos y sobre las infraestructuras estadounidenses. También afecta a los componentes y a los coches de fabricación rusa pero, con las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania, esas importaciones son inexistentes.
La prohibición del software no se haría efectiva hasta dentro de un par de años, según los citados medios. A partir de ahora el Departamento de Comercio abre un periodo de consulta pública y la previsión es que la nueva legislación se apruebe antes de que el presidente Joe Biden deje la Casa Blanca a principios de 2025.
Esta no es la única medida para tratar de frenar la llegada de coches del gigante asiático. Hace unos días, la administración demócrata dio luz verde a aranceles de hasta el 100% a los vehículos eléctricos fabricados en ese país.
“Conocemos el manual chino: ellos subsidian, así que no vamos a esperar hasta que nuestras carreteras estén llenas de vehículos y el riesgo sea extremadamente significativo”, justificaba este lunes la secretaria de Comercio estadounidense.
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