El conflicto de los estibadores por el decreto de liberalización del sector se encuentra en una fase de tregua. Desconvocadas las movilizaciones previstas para los próximos días ante la oferta de Fomento de retrasar la aprobación del decreto una semana, las partes volverán a sentarse a negociar el próximo martes.
Mientras tanto, tratamos de poner un poco de luz en el barullo de declaraciones y contradeclaraciones sobre los supuestos privilegios del sector de los estibadores.
¿Cuánto cobra un estibador?
Aquí empiezan las disparidades: según el principal sindicato del sector, la Coordinadora de Trabajadores del Mar, el salario medio de uno de estos trabajadores está entre 30.000 y 40.000 euros brutos al año. En 2014, UGT cifró en 57.000 euros brutos anuales el sueldo medio del colectivo en el Puerto de Bilbao, aunque en la actualidad evitan confirmar esta cifra. Según fuentes empresariales es de unos 70.000 euros, y puede llegar a superar los 100.000 en algunos casos.
En realidad, los sueldos están vinculados a la productividad, es decir, existe un mínimo fijo, que depende del convenio del puerto en el que se trabaje (hay 28 autoridades portuarias en España que controlan sus 46 puertos). Por ejemplo, en Las Palmas este fijo es de 1.800 euros brutos mensuales, en Barcelona de 1.100, en Bilbao de 2.100. Además hay una variable en función del trabajo que efectivamente se realice y las condiciones (nocturnidad, doble turno...).
Estas son las condiciones de los 6.156 trabajadores en régimen especial de las Sagep. Un régimen que el decreto del Gobierno pretende hacer desaparecer, aunque las sentencias europeas no digan nada al respecto, denuncian los sindicatos.
Según explica el responsable de comunicación de la Coordinadora, Miguel Rodríguez, en meses con poco trabajo el sueldo es de unos 1.800 euros, en aquellos en los que sube más la actividad es de unos 4.000 brutos.
En el caso de los trabajadores eventuales, que son contratados en momentos de picos de trabajo (unos diez días al mes, según fuentes sindicales) sus salarios son de entre 1.000 y 1.200 euros brutos al mes. Los trabajadores temen que se pretenda extender este esquema.
¿Cómo se entra a trabajar en la estiba?
Para ser estibador, según el convenio marco estatal, se debe poseer como mínimo una titulación de FP de grado 2 o equivalente y tener el carné de conducir camiones (C1). Además, cuando se convocan plazas (desde 2008 apenas se han ofertado), debe pasarse un examen de cultura general y pruebas psicotécnicas.
El porcentaje de entrada es bajo en relación al número de candidatos: si en un examen se presentan unos 10.000 candidatos para ser estibadores de las Sagep (sociedades anónimas privadas, una especie de ETT del sector, de las que por ley forman parte las empresas estibadoras), pasan la criba alrededor de 300, explica la Coordinadora.
Para ellos comienza un periodo de formación de entre seis meses y dos años en los que son trabajadores temporales a tiempo parcial. Después, la mayoría se convierte en trabajadores indefinidos a tiempo completo. Los que no lo logran pero han pasado el examen inicial y el periodo de prueba entran en una bolsa de trabajo de la que se tira cuando hay picos de trabajo. En ocasiones pueden acabar formando parte de la plantilla más adelante.
La Coordinadora calcula que un 50% de los 6.156 trabajadores de las Sagep son familiares de otros estibadores. Los trabajadores achacan este porcentaje a dos circunstancias: el hecho de que los puertos sean entidades cerradas y separadas de las ciudades, incluso valladas, y a que el alto índice de siniestralidad invite a tratar de favorecer a familiares de los heridos o fallecidos en el trabajo de la estiba.
La Coordinadora niega en redondo que sean ciertas informaciones como las que señalan una supuesta convocatoria en el Puerto de Valencia para nietos de estibadores.
¿Cuál es el índice de siniestralidad?
Resulta complicado conocer cifras reales, ya que el Ministerio de Empleo las incluye en el sector mucho más amplio de Transporte y Almacenamiento. Según datos de Puertos del Estado de 2001 (últimos disponibles), en aquel año hubo 1.611 accidentes en los puertos, la mayoría leves. Además, cada año se producen algunos accidentes mortales, en 2016 hubo al menos tres, según los sindicatos.
Según el servicio mancomunado de prevención de riesgos laborales del Puerto de Barcelona, el índice de siniestralidad, que representa el número de accidentes con baja que se producen por cada mil trabajadores, cerró 2016 en 47,6.
¿Hay mujeres estibadoras?
Sí, pero pocas. Según la Coordinadora de Trabajadores del Mar hay casi 300 en Valencia (un 23% del total), casi 100 en Barcelona (el 9,48%), y una en Las Palmas, Cádiz, Málaga y Sevilla. Se trata de un 6% del total de los estibadores en España.
Los sindicatos sostienen que cuando abundaban los procesos para entrar a trabajar en el sector antes de la crisis, las mujeres no se presentaban. En el caso de Valencia y Barcelona, debido al crecimiento de estos puertos hubo contrataciones más recientes y para tareas más tecnificadas que requerían una menor fuerza física.
Sobre el ejemplo del Puerto de Algeciras, donde 300 mujeres intentaron empezar a trabajar como estibadoras sin éxito, en un caso que llegó al Parlamento por una presunta discriminación, la Coordinadora afirma que intentaron entrar en 2014, y desde 2013 no hay nuevos trabajadores en el que es el segundo puerto más grande de Europa.
¿Tienen una baja productividad?
Esta es una de las denuncias de la patronal del sector, Anesco, que asegura que el problema de este sector está más en la poca productividad que en los sueldos.
El sistema de trabajo de los estibadores es rotatorio, esto es, un estibador no vuelve a trabajar hasta que lo hacen todos los demás que están en la Sagep del puerto. Esto implica una media de 20 días trabajados al mes, unas 228 jornadas anuales. En el caso más frecuente, la descarga de contenedores, hay unos diez estibadores ocupados por barco. Según lamentan fuentes empresariales, si las empresas piden que les envíen a tres trabajadores, las Sagep envían a doce.
Uno de los aspectos que se quiere cambiar con la ley es que además de las Sagep, las empresas estibadoras puedan contar con trabajadores de otras ETT, que es precisamente lo que podría implicar una rebaja de las condiciones laborales.
Sin embargo, los sindicatos afirman que si transportar un contenedor desde Asia al Puerto de Valencia cuesta de 1.000 a 3.000 euros, cada trabajador cobra por descargarlo un euro. Multiplicado por unos diez trabajadores por descarga, y si se suman impuestos y Seguridad Social, el coste de los estibadores por contenedor descargado sería de 20 euros.
Según fuentes empresariales, los costes laborales (un 50% del total de la carga y descarga de barcos) y la baja productividad de los estibadores acaban repercutiendo en el precio final de los artículos que se importan. En el caso de los automóviles, el coste que manejan es de nueve euros por vehículo, que deben multiplicarse por los tres millones que pasan al año por puertos españoles.
¿Quiénes son las grandes empresas inversoras?
Según la Coordinadora de Trabajadores del Mar, lo que hay detrás de la reforma de Fomento -que se presentará el 24 de febrero- es buscar un beneficio desmedido para los grandes inversores en los puertos. La Plataforma de Inversores en Puertos Españoles (PIPE) está formada por los grupos empresariales más relevantes que han invertido en el sistema portuario español (Grupo Algeposa, Bergé, Ership, Gup TCB, Noatum, Grupo Toro y Betolaza, Boluda Corporación Marítima, Marítima Dávila, Grupo Nogar, Stasa, OHL Concesiones, Erhardt y APM Terminals).
¿Acabará habiendo acuerdo?
Al Gobierno le conviene que la liberalización sea acordada entre patronal y sindicatos si quiere obtener los apoyos que necesita en el Parlamento para convalidar el real decreto con el que evitar la multa de Bruselas, que es de donde parte la orden de cambiar las condiciones del sector. De momento la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha garantizado a los trabajadores que el PSOE no apoyará un decreto que les perjudique. Y el PNV ha rechazado que los puertos paguen las indemnizaciones en los posibles despidos de estibadores.
Las fuentes consultadas de patronal y sindicatos confían en que se logrará llegar a una solución dialogada a partir del próximo martes, cuando vuelven a reunirse y no será necesario recuperar el preaviso de huelga (había una prevista a partir del lunes 20 que fue desconvocada en aras de la negociación).
La Coordinadora afirma que “si cuestionan los puestos de trabajo, haremos uso de todas las herramientas legales que da la Constitución para defendernos”.