El Euríbor baja al 3,61% en enero, un mínimo desde hace casi un año
El Euríbor a 12 meses ha bajado al 3,61% de media en enero, un mínimo desde hace casi un año. El índice de referencia para la mayoría de préstamos retrocede solo algunas centísimas desde diciembre y supera el nivel del primer mes de 2023, cuando se elevó al 3,337%. Es decir, en febrero seguirá encareciendo las hipotecas a tipos de interés variable que se revisan una vez al año.
Este mismo indicador para plazos más cortos (por ejemplo 6 meses) sí abaratará las hipotecas a tipos de interés variable (el 70% del total en España) que se actualicen en las próximas semanas. El Euríbor a 6 meses estaba cerca del 4% al final del verano, frente al 3,8% actual. Las familias con estas hipotecas serán de las primeras en notar el alivio que se espera que se vaya generalizando durante 2024. En marzo deberían sumarse más, también a 12 meses.
La caída del Euríbor refleja la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés oficiales varias veces este ejercicio. Aunque el Consejo de Gobierno de la institución, que preside Christine Lagarde, se negó en su reunión de la semana pasada a adelantar cuándo ejecutará la primera bajada del 'precio' oficial del dinero, en base al que los bancos fijan diariamente el índice de las hipotecas.
Un tercio de las hipotecas variables se abaratarán en este primer trimestre
En un informe publicado este mismo miércoles, el Banco de España calcula que a un 19,5% de los hipotecados a tipos de interés variable en nuestro país les bajará el coste mensual de la cuota al menos 0,25 puntos porcentuales en este primer trimestre. Para otro 9,5% la rebaja será de 0,5 puntos o más, según la misma proyección y en el mismo periodo.
En cambio, el Banco de España apunta también que otro tercio de los hogares con hipotecas sufrirán una subida en el precio de sus cuotas en el arranque de 2024, según se puede observar en el gráfico.
Por otra parte, este cálculo muestra que algo más de la mitad de las empresas con préstamos variables disfrutarán de un abaratamiento de lo que pagan en intereses cada mes.
“En términos agregados, y bajo las expectativas de mercado actuales, la transmisión de los impulsos de la política monetaria más restrictiva [las subidas de tipos del BCE] a los pagos por intereses de los préstamos vivos de los hogares y las empresas a tipo variable estaría prácticamente completa a finales de 2023”, explica el Banco de España.
“A lo largo de 2024, los pagos por intereses de los préstamos a tipo variable experimentarían un descenso gradual, estabilizándose en 2025 en niveles superiores a los vigentes antes del ciclo de endurecimiento”, continúa.
“En los préstamos a tipo fijo a empresas hay pendiente cierto recorrido al alza cuando se amorticen, ya que se parte del supuesto de renovación completa y el grueso de estos contratos se firmó antes del ciclo actual de subidas de los tipos”, añade. “En el caso de los hogares, el ejercicio realizado no incorpora la posible dinámica futura de las nuevas operaciones de crédito y asume que los hogares no renuevan las hipotecas una vez alcanzado el vencimiento”, prosigue.
“A medida que se vayan firmando nuevas operaciones y se amorticen las hipotecas a tipo fijo, la carga por intereses del conjunto del sector se elevará. Ello es debido a que las hipotecas a tipo fijo suponían cerca de un 35% del saldo total de hipotecas en noviembre de 2023 y a que una mayoría de ellas se firmó durante el período de tipos de interés bajos”, finaliza.
Estas son las expectativas que recogen el Euríbor y el Banco de España. Pero, de momento, el BCE sigue ofuscado en dañar la economía y amenazar el mercado laboral como estrategia para “la última milla” de la lucha contra las subidas de precios [la inflación], según la propia jerga de la política monetaria.
“Las estrictas condiciones de financiación están frenando la demanda y esto está contribuyendo a reducir la inflación”, reconoce el comunicado de prensa publicado el pasado jueves, tras la primera reunión de 2024 del Consejo de Gobierno del BCE. “Las futuras decisiones garantizarán que sus tipos oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario”, incide. Con “un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración de las condiciones restrictivas [para los préstamos, hipotecas...]”, destaca.
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