La familia Álvarez, propietaria del 33,33% de Santalucía y encabezada por Modesto Álvarez Otero, consejero delegado de la aseguradora hasta hace dos años, ha puesto el ojo en Suiza para seguir expandiendo un ingente patrimonio inmobiliario que abarca decenas de edificios de viviendas y oficinas, hoteles, pisos, locales comerciales, terrenos y fincas localizadas sobre todo en España, pero también en Londres, Nueva York y Luxemburgo.
La última parada de los Álvarez es Morges, una ciudad del cantón suizo de Vaud a orillas del lago suizo Lemán donde tiene su sede la nueva filial de su principal sociedad luxemburguesa, Algenson SARL. “En mayo de 2019, la compañía incorporó Helvetia Immobilier Sarl, una nueva subsidiaria en Suiza”, explica Algenson en sus últimas cuentas anuales.
Helvetia inició sus operaciones el 17 de julio y se dedica a “todo tipo de operaciones inmobiliarias” y a “la gestión de patrimonio y dirección de proyectos, así como a la participación en sociedades inmobiliarias”, según el registro suizo. Tiene un capital de 20.000 francos suizos y su administrador único es Visar Kalimashi, un ciudadano kosovar que gestiona varias empresas dedicadas al negocio inmobiliario en el país helvético.
eldiario.es ha intentado recabar la versión de los Álvarez sobre sus planes en Suiza, sin obtener respuesta. El desembarco helvético supone un paso más en la diversificación del patrimonio de los que, junto a sus primos, los Álvarez Fernández (dueños de otro 33,3%), son los principales accionistas de Santalucía, un gigante asegurador que en breve va a fusionar su negocio funerario con el de Mapfre, la primera compañía del sector en España.
Los intereses de la red de sociedades que administran Modesto Álvarez (de 77 años) y sus hijas Natalia (45) y María Clotilde Álvarez Calvo (43) van mucho más allá de los seguros, los decesos y demás ramas de ese negocio y abarcan otros muchos sectores. En agroalimentario, tienen el 20% de la andaluza Eurosemillas y producen su propio vino en su finca toledana en Almonacid de Zorita bajo la marca Romaila; la esposa de Álvarez (Clotilde Calvo) es dueña de la ganadería de toros de lidia Buenavista; y en capital riesgo, controlan un 10,46% de Corpfin Capital a través de su sociedad Regato SL.
Inmuebles en Londres
Esta última es, a su vez, la dueña de la mayoría de las acciones de Algenson. El otro accionista es Fida SL, otra empresa de la familia. Con más de 90 millones en activos en 2018, Algenson es propietaria de tres inmuebles en el centro de Londres: un edificio de oficinas en el 17 de Dominion Street adquirido en enero de 2013 por unos 25,8 millones de euros; otro en el 103 de Cannon Street que compró en agosto de 2014 por unos 22,4 millones; y otro cuya compra cerró en mayo de 2016 el 32 de Cornhill por unos 27,4 millones.
Además, desde agosto de 2016 Algenson es la propietaria de otra sociedad luxemburguesa dueña de un inmueble en el número 41 del Boulevard Prince Henri de la capital del Gran Ducado.
Los administradores de esas dos empresas en Luxemburgo son Modesto Álvarez, multimillonario discreto al que Forbes sitúa en su última clasificación en el puesto 59 de los ricos españoles (le atribuye una fortuna de 450 millones) y sus dos hijas. La mayor, Natalia, figura también como consejera delegada de la firma neoyorquina Parsifal Properties, que en julio de 2016 adquirió por 15,15 millones de dólares un edificio de oficinas y apartamentos en el 73 de Hudson Street en Tribeca, una de las zonas más exclusivas de Nueva York.
Los datos confirman que, fuera de Santalucía, el activo favorito de los Álvarez es el inmobiliario: “el Amancio Ortega de los seguros”, decía recientemente de Modesto Álvarez idealista al contar que el ejecutivo busca ya inquilinos para uno de sus últimos proyectos, un edificio de oficinas que Regato SL promueve en el número 94 del Paseo de la Castellana de Madrid y cuya construcción ultima OHL.
Como contaba hace unos meses El Salto en el capítulo de su serie ‘Sistemico Madrid’ que dedicó a Modesto Álvarez, la familia acumula cerca de una treintena de edificios, pisos y locales comerciales a nombre de sus empresas en la capital de España, la mayoría de ellas, ubicadas en algunas de las mejores zonas de la almendra central.
Fuera de Madrid, sus dominios abarcan también, en la Comunidad de Madrid, terrenos en Parla Este y varias viviendas en el opulento Pozuelo de Alarcón. Y en el resto de España, cuentan con inmuebles en Lugo, Valencia, Baleares, un hotel en Marbella (el Senator), fincas agrícolas en Sevilla y Toledo y dos unifamiliares en el resort Marina Isla de Valdecañas (Cáceres), sobre los que pende la amenaza de derribo tras la sucesión de sentencias (la última, conocida la semana pasada, del Tribunal Constitucional) que han declarado ilegal ese megalómano proyecto, ubicado en una isla artificial de 130 hectáreas a orillas del pantano de Villacañas.
En España, las cinco principales sociedades de los Álvarez Otero tienen inversiones inmobiliarias (edificios e inmuebles) con un valor contable de 283 millones, que ya quisieran para sí muchas inmobiliarias cotizadas. De momento, no consta que hayan constituido una socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) para maximizar su apuesta por este sector. No obstante, cabe recordar que Santalucía es uno de los principales accionistas de la socimi Lar España, de la que la aseguradora tiene un 5,2%.