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Fomento y Economía ya les buscan las cosquillas a BlaBlaCar y Uber

Captura de un vídeo promocional de BlaBlaCar

Marta Garijo

Madrid —

El examen a las plataformas de transporte continúa. El Ministerio de Fomento ha pedido información a Blablacar, la web que pone en contacto a conductores y viajeros para compartir coche, sobre su forma de actuar y su estructura empresarial, según ha informado El Mundo y ha confirmado posteriormente la empresa a este diario. Fuentes de la compañía explican que se trata de un procedimiento administrativo dentro del cual se les han planteado cuestiones sobre su número de empleados o si disponen de coches propios.

En medio de esta polémica, la compañía asegura que el cobro de una tasa por reserva -ya implantado en Francia- llegará a España este año (actualmente se encuentra en fase piloto) pero que este desembolso no supone un beneficio económico para el conductor sino un mecanismo para implementar el funcionamiento de la web. Es decir, se puede interpretar como un coste de intermediación.

Esta comisión todavía se encuentra en fase de prueba en España, pero desde la empresa aseguran que está previsto que entre en vigor antes de final de año como tenían previsto. El único de los países donde se cobra actualmente este servicio es en Francia, de donde es originaria la compañía, y se espera que nuestro país sea el siguiente mercado donde se implante. Es una evolución natural para la plataforma, ya que España es el segundo país donde se estableció, concretamente en 2010.

La idea es que al seleccionar un trayecto se pueda reservar directamente la plaza desde la web -ahora se hace el pago entre conductor y viajero cuando se realiza el trayecto- y que en el momento del pago la plataforma se lleve una comisión del 10%.

A pesar de que se introduzca el pago de la reserva de plaza, la compañía asegura que esto no supone que exista un beneficio económico para los conductores. Además, apunta que dispone de mecanismos para controlar que los conductores se limiten a compartir los gastos de gasolina y peajes, y no a realizar trayectos para obtener un beneficio económico.

Lo cierto es que la posición de Fomento no parece, en principio, la de ir contra los usuarios de BlaBlaCar sino contra la plataforma (empresa) en sí. Tal y como ya explicó eldiario.es, algunas empresas de autobuses interpretan que el cobro de la intermediación es motivo suficiente para multar, o incluso, frenar a la compañía, ya que habría lucro. Además, desde los autocares dicen que BlaBlacar está ejerciendo como agencia de viajes sin serlo por lo cual también incurriría en una ilegalidad.

En cualquier caso, y tal y como anticipaba la nota recordatoria sobre sanciones por usar coches sin licencia que el Ministerio de Fomento publicó la semana pasada, las patronales no se están quietas y presionan al Ejecutivo para que frene el boom del transporte alternativo.

También Economía, que tiene la responsabilidad sobre Competencia, se ha involucrado en la pelea al poner coto a la aplicación Uber de transporte compartido. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha recordado que para que existan plataformas como Uber tiene que ser en “en igualdad de condiciones”. “No puede haber discriminación de pagos de impuestos ni de licencias. Nos tendremos que adaptar a los nuevos medios tecnológicos, pero hay que favorecer la igualdad de condiciones”, ha concluido el ministro respaldando así en parte las quejas de las patronales del taxi.

Queja por competencia desleal

La patronal de autobuses (Fenebus) planteó en enero una queja por competencia desleal a Fomento. eldiario.es ha preguntado a otras plataformas de viajes compartido y por ahora no han recibido ninguna inspección de Fomento. Este procedimiento administrativo se interpreta por tanto como una respuesta al proceso iniciado hace unos meses por la patronal contra la compañía francesa.

José Luis Pertierra, director de Fenebus, explicó la semana pasada tras la nota de Fomento, que ellos no están en contra de que unos amigos se pongan de acuerdo para compartir gastos a la hora de hacer un viaje, pero que sí consideran que algunos conductores están ofreciendo unos servicios “ilegales” prestados con “habitualidad”.

Desde Blablacar responden a estas acusaciones asegurando que la web dispone de mecanismos para controlar si existe una búsqueda del lucro económico por parte de los conductores que ofrecen sus plazas. En el caso de detectar que un usuario está fijando un precio superior a los parámetros que desde la web se estiman adecuados para un trayecto, se elimina al usuario para que no pueda utilizar la plataforma.

Un ejemplo, explican desde la empresa, se produce cuando detectan que un conductor ofrece plazas en una furgoneta donde se cobra por plaza el mismo precio que en un vehículo de menos asientos, en vez de ser más barato. Al ser más pasajeros el precio debería ser menor, dado que el kilometraje y los peajes son los mismos, y cuando desde la plataforma detectan que existe un ánimo de lucro por parte del conductor al realizar un viaje con estas características, lo bloquean.

La aplicación Uber, que por ahora está solo operativa en Barcelona, sí tiene ánimo de lucro y por ahora en la intención de la Generalitat está prohibirla como han hecho en otras capitales europeas.

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