El impuesto a la banca se aplicará sobre los ingresos de la banca por márgenes, intereses y comisiones bancarias. Este es uno de los impuestos extraordinarios que las dos formaciones que conforman el Gobierno de coalición –PSOE y Unidas Podemos– registrarán este jueves en el Congreso de los Diputados en forma de proposición de ley. Además de la imposición a la banca también habrá un recargo impositivo a las empresas energéticas.
Frente a la opción de que se gravaran los beneficios, el impuesto sobre las entidades financieras recaerá sobre los ingresos de la banca por márgenes, intereses y comisiones bancarias, según ha adelantado la Cadena Ser. El margen bruto de la banca superó los 84.000 millones de euros en 2021, mientras que los ingresos por intereses llegaron a los 58.731 millones y las comisiones bancarias ascendieron a 21.043 millones de euros.
El impuesto “excepcional y temporal” dirigido a “las grandes entidades financieras que ya han empezado a beneficiarse de la subida de tipos de interés”, según ha argumentado el Gobierno, tendrá una duración de dos años –sobre los ejercicios 2022 y 2023– y buscará recaudar 1.500 millones cada año.
El Ejecutivo ya ha adelantado que la norma que los regulará incluirá la prohibición explícita de que estos nuevos gravámenes se repercutan en los precios finales que soportan los ciudadanos. Para ello, se va a dotar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y al Banco de España de todas las funciones para que vigile y aplique sanciones en caso de que alguna empresa se separe de la legalidad.
El nuevo impuesto a “los grupos dominantes” del sector eléctrico, gasista y petrolero estará en vigor durante 2023 y 2024 y buscará recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023.
Recuperar un impuesto cuatro años después
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en la tribuna del Congreso un tributo extraordinario para el sector por los beneficios extra obtenidos por la futura subida de los tipos de interés. El jefe del Ejecutivo retoma así una propuesta que ya defendió hace cuatro años pero que acabó siendo guardada en un cajón. Entonces, se propuso como una alternativa para aumentar los ingresos para las pensiones. Ahora, esta medida, que ya aplican varios países europeos, estará encaminada a mejorar los ingresos para cubrir las ayudas frente a la inflación y moderar las ganancias extraordinarias que pudiera tener el sector en este contexto.
Una docena de países europeos ya aplica impuestos específicos a entidades financieras y países como Hungría o Polonia también han planteado un impuesto extraordinario a los bancos. Pero el Gobierno no ha sido el único en fijarse en esta opción. La inquietud ha llegado incluso al BCE, supervisor financiero y responsable de la política monetaria. Según informó hace unos días el Financial Times, el consejo del organismo está estudiando maneras de limitar los beneficios extra que puedan obtener los bancos con la subida de tipos.
El impuesto energético gravará las ventas de las compañías
El recargo impositivo a las empresas eléctricas que también registrará el Gobierno este jueves gravará las ventas de las grandes compañías energéticas. Este modelo no seguirá el italiano basado en el IVA, según ha adelantado El País. El impuesto se aplicará solo a las grandes compañías que facturan más de 1.000 millones de euros al año. Según cálculos de este diario, este impuesto recaudaría cerca de 2.000 millones de euros anuales y estaría por debajo del 2%.
El umbral está fijado en los 1.000 millones de facturación y afectará a las ventas de las petroleras Repsol y Cepsa, y también a Iberdrola, Endesa y Naturgy, además de a BP, Galp o Acciona Energía. La gestora del sistema gasista español, Enagás, y Redeia -la antigua Red Eléctrica de España- estarían fuera de este tributo por tratarse de negocios regulados sin beneficios caídos del cielo.