El Gobierno estudia ampliar la privatización de Aena tras vender a principios de 2015 un 49% del gestor aeroportuario por menos de la mitad de lo que vale ahora la compañía en bolsa.
El nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya ha dejado caer la posibilidad de que el Estado pierda la mayoría del capital, defendida por el presidente de Aena, José Manuel Vargas. En una entrevista en la Cope el lunes, De la Serna dijo que ampliar la privatización “está encima de la mesa” aunque todavía “es muy pronto”.
El argumento esgrimido por el titular de Fomento para aumentar el porcentaje de acciones en manos privadas es que agilizaría la expansión internacional de Aena, dado que el actual peso del Estado en la empresa exige que sus grandes decisiones de inversión estén sujetas a la aprobación del Consejo de Ministros.
Los analistas cuestionan sin embargo el potencial exterior de Aena, que controla el 51% del aeropuerto de Luton (Londres), el quinto mayor de Reino Unido, y tiene presencia en 12 aropuertos de México, dos en Colombia y uno en Jamaica.
En un informe publicado este martes, N+1 cuestiona que la expansión internacional de la compañía vaya a crear “valor” para sus accionistas porque requeriría fuertes inversiones. N+1 cree que el proceso de venta está “en una fase bastante avanzada” y que podría articularse mediante una modificación de la Ley de Presupuestos de 2017. En cualquier caso, cree “improbable” que la operación se lleva a cabo antes del año que viene.
Una subida “asombrosa”
Como señaló el ministro de Fomento el lunes, la cotización de Aena ha subido de manera “asombrosa” desde que salió a cotizar en febrero de 2015. El Gobierno vendió ese 49% a 58 euros por título, que implicaban valorar el 100% de la compañía en 8.700 millones y permitieron al Estado ingresar unos 4.230 millones. Aena no ha vuelto a cotizar a esos 58 euros. Lleva por encima de los 60 euros desde el día en que salió a bolsa. Sólo en esa jornada repuntó más de un 20%, hasta 70 euros.
Ahora, la acción cotiza por encima de los 123 euros (un 112% más) tras llegar a tocar en octubre pasado los 136 euros. El valor bursátil de Aena se ha más que duplicado en poco más de año y medio, gracias al boom turístico que vive España, cuyos aeropuertos están batiendo récords de tráfico de pasajeros.
La venta del 49% de Aena se retrasó durante meses y el precio elegido era el más alto de la banda fijada en la oferta pública de venta (OPV). Antes de materializarse la salida a bolsa, el Gobierno fracasó en su intento de articular un núcleo duro de accionistas españoles y dio entrada a un fondo de capital riesgo radicado en un paraíso fiscal (TCI), tras apearse del proceso Ferrovial y Corporación Financiera Alba, que consideraban el precio excesivo.
En un primer momento, el Gobierno era partidario de vender un 60% de Aena. A precios de mercado, la venta de un 11% adicional de la compañía permitiría al Estado ingresar más de 2.000 millones, cifra que equivale al 37% del recorte de 5.500 millones que exige a España la Comisión Europea para recortar el déficit público en 2017. Con el PP en minoría, la operación tiene el rechazo de buena parte de la oposición. El PSOE subrayó este martes que está “radicalmente en contra” de vender más acciones de Aena.