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Gobierno y patronal se parapetan en los precarios para limitar una posible subida salarial

Rajoy, Toxo, Sordo y Báñez durante una reunión.

Ana Requena Aguilar

El martes el Ministerio de Empleo publicaba los datos de paro y afiliación de junio. Ese mismo día, la ministra del ramo, Fátima Báñez, daba una de sus contadas ruedas de prensa para felicitarse por las cifras: “España se encuentra ante el mejor semestre de toda la serie histórica en términos homogéneos”. De paso, Báñez lanzó un mensaje cuyos destinatarios eran, especialmente, los empresarios: “Es el momento de que la subida de salarios en España se acompase al ritmo de crecimiento del empleo que fortalezca la recuperación”.

Sus declaraciones se suman al embrollo que sindicatos y patronal intentan resolver desde hace meses: firmar un pacto salarial para 2017 que guíe la firma de convenios y las subidas salariales para este año y que, de momento, ha resultado imposible.

De un lado, los sindicatos: su propuesta es la de una banda salarial de entre el 1,8% y el 3% que permita a los trabajadores ganar poder adquisitivo mientras las empresas y sectores adaptan la subida a sus circunstancias. La postura sindical tampoco ha sido monolítica. Mientras que UGT apostaba por la banda salarial, CCOO prefería una sola cifra de subida. A estas alturas, sin embargo, de haber acuerdo sería incluyendo la primera opción, una horquilla de subidas.

De otro lado, la patronal. La CEOE ha ido ampliando su propuesta hasta llegar a una banda de entre el 1% y el 2% más un 0,5% adicional en función de factores como la productividad o los resultados de las empresas. El miércoles, un día después del mensaje de la ministra, el presidente de la patronal, Juan Rosell, se mostró abierto a llegar incluso a subidas de más del 2,5% para los sueldos más bajos. Admitió, incluso, que llegar a fin de mes con 800 euros “es muy difícil”.

El presidente de las pequeñas empresas, Antonio Garamendi, salió poco después a asegurar que habría buenas noticias con el acuerdo salarial. Pero la voluntad de la patronal parece clara. Subir a las rentas más bajas un 2,5%. En el caso de un sueldo de 800 euros una subida del 2,5% suponen 20 euros más al mes.

En bruto, un sueldo de 800 euros mensuales está algo por encima de los 11.000 euros al año y es prácticamente el salario mínimo que cobran alrededor de un 13% de los trabajadores. El sueldo más frecuente en España es de 16.500 euros, y habría que ver si con los criterios de la patronal un salario como ese tendría una subida de sueldo de poco más del 1%.

Los desencuentros entre una parte y otra han sido constantes. La muestra más clara es que pasado el ecuador del año el acuerdo para 2017 no está cerrado. Los sindicatos subrayan que julio es el mes definitivo: si no se cierra este mes, no habrá acuerdo porque dejaría de tener sentido. CCOO ha ido más allá y marca la semana próxima como tope. De momento, eso sí, no hay ninguna reunión en el calendario, al menos al máximo nivel.

En medio de este embrollo, el mensaje de la ministra es un llamamiento al acuerdo, que volvió a repetir este martes delante de la patronal de las pymes, Cepyme. En el ministerio insisten que los salarios tienen que notar la mejora de la coyuntura económica, aunque, subrayan, el acuerdo también tiene que permitir que la creación de empleo continúe y que las empresas inviertan. La recuperación no es igual para todos los sectores y eso también tiene que reflejarse, matizan.

Para que los salarios ganen poder adquisitivo tienen que terminar por encima de la inflación, prevista para entre el 1% y el 1,2% a final de año. Los sindicatos exigen también que el acuerdo contemple una cláusula de garantía salarial: si la inflación acaba por encima del 2%, las empresas tendrían que compensar ese alza. Aunque no se espera que así sea, la inclusión de esa cláusula es también un mensaje de cara a futuros acuerdos para que se eviten pérdidas de poder adquisitivo.

Empleados públicos

En cualquier caso, las declaraciones de Báñez son contradictorias con la política del propio Gobierno. El Ejecutivo subió el salario mínimo un 7% para 2017, pero aprobó un escueto 1% para las subidas de los funcionarios este año, una cifra que está muy lejos de permitir la pérdida de poder adquisitivo que arrastran los empleados públicos.

Las expectativas para 2018 no son mucho mejores. Aunque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se comprometió con los sindicatos a superar ese 1% para el próximo año, el secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, rebajó este miércoles las expectativas. Hay que mejorar “un poco” el salario de los empleados públicos, dijo, “pero no tenemos mucho margen”.

Si finalmente habrá o no acuerdo, será cuestión de días. Mientras, empresas y comités siguen negociando y firmando convenios en territorios, sectores y empresas. La estadística del Ministerio muestra que las subidas salariales pactadas en lo que va de año son de media del 1,27%. En algunos convenios a los que están sujetos miles de trabajadores, como el de grandes almacenes, la subida para este año es mayor, del 2,5%.

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