Hacienda intensificará la búsqueda de residencias ficticias de contribuyentes en el extranjero o en otras comunidades
La Agencia Tributaria ha puesto en el foco a los contribuyentes que fingen vivir en otro sitio para pagar menos impuestos. Así lo ha evidenciado en el Plan de Control Tributario para este año que ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado. El órgano de gestión e inspección tributaria ha señalado entre sus prioridades detectar residencias ficticias tanto de españoles, como de extranjeros, así como de movimientos entre comunidades para buscar una menor presión fiscal.
El objetivo se encuadra dentro del “control de patrimonios relevantes”. En primer lugar, la Agencia Tributaria señala directamente al más conocido de estos movimientos ficticios: españoles que dicen vivir fuera de España. La normativa exige que si se pasan más de 183 días en España, se considerará residente fiscal aquí. Sin embargo, hay quien cumpliendo con este requisito mantiene su residencia en el extranjero. “La experiencia acumulada ha permitido poner de manifiesto la existencia de conductas extremadamente lesivas para los intereses de la Hacienda Pública relacionadas con la simulación de la residencia fiscal”, señala el informe publicado por el BOE. “ Las actuaciones sobre esta irregularidad que se han venido realizando exigen un importante esfuerzo de investigación, por lo que su carácter es necesariamente selectivo”, añade.
También apunta al camino inverso: extranjeros que se mudan a España. “Se ha observado también que un cierto número de personas no nacionales eligen vivir en España, estableciendo su residencia habitual en territorio español, permaneciendo en él durante más de 183 días del año natural, pero no comienzan a tributar como residentes por su renta mundial, sino que lo siguen haciendo, incorrectamente, a través del Impuesto sobre la Renta de No Residentes únicamente por la renta obtenida o generada en España”, explica la Agencia Tributaria.
El tercero de los aspectos en esta vigilancia de actividad está muy de actualidad. Se trata de residentes que cambian su domicilio a comunidades donde hay una presión fiscal más baja. “Se atenderá a la simulación de la residencia fiscal de algunos contribuyentes por la diferente tributación existente en una Comunidad Autónoma distinta de la real, con la intención de aprovecharse indebidamente de una inferior tributación”, añade la Agencia Tributaria, quien recuerda que ya el año pasado ha hecho actuaciones de este tipo. El organismo señala directamente a los grandes patrimonios que buscan de manera irregular rebajar su factura fiscal.
El informe profundiza más allá del IRPF y analiza las prioridades de control para este año en cada uno de los grandes impuestos que existen en España. Así, recupera acciones que realizaba antes de la pandemia como la presencia en la calle de inspectores. Son los conocidos como peinados fiscales. “ Estas visitas son de propósito múltiple, incluyendo, entre otros, la obtención de información, la comprobación de la fiabilidad y calidad de la información censal, actualizándola si es preciso, y la detección de comportamientos irregulares en materia de facturación”, explica el documento publicado en el BOE. En este sentido, aunque apunta que afectará a múltiples sectores, “se enfocará especialmente al sector de la construcción inmobiliaria, especialmente en lo que se refiere a la rehabilitación y reformas”.
También dentro del control a empresas, la Agencia Tributaria señala a las socimis, esas empresas enfocadas a la inversión inmobiliaria y al alquiler, ya sea de viviendas, oficinas o logística, que tienen una tributación más baja que otras empresas. A cambio, deben cumplir con determinadas exigencias. La autoridad tributaria se enfocará en vigilar si se cumple con esos requisitos de inversión y de reparto de dividendos. Además, se controlará a los socios de estas empresas por los dividendos que puedan estar percibiendo, controlando la veracidad de operaciones financieras existentes ente la sociedad y el socio por si se pudieran estar encubriendo dividendos.
El ámbito del impuesto de sociedades pondrá también un foco “prioritario” en la compensación por bases imponibles negativas de ejercicios anteriores. La normativa fiscal permite a una empresa en pérdidas reservarse ese resultado negativo para compensárselo cuando dé beneficios y deba pagar el impuesto de Sociedades. La Agencia Tributaria vigilará el cumplimiento de los requisitos legales exigidos. “Se analizará también el hecho de que la posible ubicación en uno u otro territorio por parte de la entidad representante del grupo pueda condicionar artificialmente el desarrollo de las competencias propias de la Administración tributaria”, añade la Agencia Tributaria.
El organismo vuelve a hacer referencia a materias como los criptoactivos, una de las cuestiones destacadas de los últimos ejercicios para la Agencia, que ha ampliado los métodos de control e información sobre la tenencia de los mismos. En concreto, estrechará el cerco del uso de estos sistemas para poder aflorar “elementos patrimoniales cuyo origen pueda estar vinculado a actividades criminales”. Durante este año, además, “se potenciarán las actuaciones de localización de nuevos bienes susceptibles de actuaciones de embargo, con especial enfoque hacia los criptoactivos y monedas virtuales”.
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