Holanda y los 'halcones' del norte se lanzan contra el sur ante la reforma de las reglas económicas europeas
Desde Estados Unidos hasta la OCDE llegan voces de los riesgos de ahogar la recuperación tras la pandemia. Pero la Unión Europea está dividida, y los halcones ya están enseñando sus garras. Este viernes, al comienzo de las reuniones del Eurogrupo y el Ecofin en Eslovenia, todos los integrantes de la Nueva Liga Hanseática —Holanda, Austria, Dinamarca, Letonia, Eslovaquia, República Checa, Finlandia y Suecia— han difundido una carta en la que afirman: “Merece la pena discutir las simplificaciones y adaptaciones que favorezcan una aplicación consistente, transparente y mejor, así como el cumplimiento de las normas, pero solo si las nuevas propuestas no ponen en peligro la sostenibilidad fiscal”.
Es decir: se abren a discutir la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece los límites del 60% del PIB para la deuda pública y el 3% del PIB para el déficit, si no se “pone en peligro la sostenibilidad fiscal”.
De fondo está el debate sobre cómo volver a esos topes macroeconómicos cuando la pandemia ha disparado las deudas y los déficit de los 27. Y cuando todo el mundo sabe en Europa que la receta de los halcones en el pasado, y aplicada en la UE, ha tenido que ver con sacrificios y recortes de servicios públicos, pensiones y prestaciones por desempleo, entre otras.
“No es ningún secreto que hay posiciones muy diferentes sobre cómo tenemos que abordar esta revisión de las reglas fiscales”, ha reconocido la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, “pero yo creo que es un debate necesario para tratar de modernizarlas, de simplificarlas y adaptarlas a las necesidades de una recuperación que tenemos que apoyar con la política monetaria y con la política fiscal en los próximos años, para que sea una recuperación digital, una recuperación verde y una recuperación justa que llegue a todos los ciudadanos europeos. Espero que en todo caso tengamos las nuevas reglas que sean adecuadas antes de que salgamos de esta situación extraordinaria”.
Calviño ha proseguido: “España es un país comprometido con la responsabilidad fiscal y también hemos venido defendiendo la necesidad de revisar y modernizar las reglas fiscales que nos hemos dado. Hemos venido defendiendo una simplificación de las normas y adecuarlas a la realidad que estamos viviendo y en particular, a las necesidades de inversión derivadas de la recuperación”.
Pendientes de Alemania
Si bien el debate no está lanzado oficialmente por la Comisión Europea, los países ya están marcando posición mirando de reojo las elecciones alemanas del 26 de septiembre y el posible Gobierno que salga de ellas. El candidato de Angela Merkel, Amin Laschet, no deja de desinflarse, en favor del socialdemócrata Olaf Scholz, a la sazón ministro de Finanzas alemán, quien este viernes se mostraba poco abierto a la flexibilización de las normas en Eslovenia. “Tenemos un gran marco para la estabilidad en Europa y ha demostrado especialmente en la crisis que funciona”, dijo, y apostó por “seguir utilizando la flexibilidad de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Ahora se trata de mantener estas reglas”.
Todas las capitales son conscientes de que la posición que defienda la principal economía de la UE no será la misma si el Gobierno lo lideran los conservadores o los socialdemócratas, y no será lo mismo si los socialdemócratas gobiernan con Verdes y liberales (FDP) que con Die Linke (La Izquierda).
“Necesitamos volver a las finanzas públicas sólidas, pero necesitamos tener un regreso progresivo. No deberíamos matar el crecimiento”, ha afirmado por su parte el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, para quien las normas están “obsoletas” y habrá que encontrar otras “diferentes para que el regreso al equilibrio presupuestario sea diferente”.
Una línea que también ha defendido el portugués, Joao Leao, quien apostó por asegurar que la política fiscal “no lastre el crecimiento económico” y “deje espacio para las inversiones públicas”.
La Comisión Europea aún no está trabajando oficialmente en el asunto, si bien es una discusión permanente. Así lo reconocía el comisario de Finanzas, Paolo Gentiloni: “Este no es un capítulo nuevo de la discusión de los últimos diez años, es algo que tiene que ver con el impacto de la pandemia, la transición verde y la tarea que tenemos por delante. Si la revisión no ha terminado a finales de 2022 ”encontraremos modos de gestionar este problema“.
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha defendido, por su parte, el equilibrio entre la sostenibilidad fiscal y las necesidades de inversión a la hora de revisar las normas de control de déficit y deuda: “Algunos de los problemas identificados antes de la crisis ahora se han vuelto más pronunciados. Claramente necesitaremos sendas de reducción de deuda que sean realistas para todos los estados miembros, necesitaremos un equilibrio entre la necesidad de sostenibilidad fiscal y la de apoyar la recuperación económica”.
La OCDE entra en el debate
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por su parte, ha pedido a la Comisión Europea que reformule pronto sus reglas fiscales, ya que su aplicación forzaría a varios países europeos a entrar en una recesión por ser demasiado estrictas, informa Europa Press.
Así se desprende del informe Estudio económico de la Unión Europea y la eurozona, publicado este viernes, en el que se alerta de que aunque la recuperación está en marcha, los países no deben pensar en retirar estímulos de forma prematura para evitar consecuencias negativas a nivel económico y fiscal: “El marco fiscal europeo mostró limitaciones en el pasado y hay razones para creer que su aplicación podría afrontar nuevos desafíos después de la actual crisis”.
El organismo que dirige el australiano Mathias Cormann considera que Bruselas debería evaluar sus reglas fiscales para mejorarlas, ya que en el pasado no evitaron una política fiscal procíclica y se han vuelto “demasiado complejas”.
“En los próximos años, el cumplimiento de la regla de reducción de deuda requeriría grandes esfuerzos de consolidación en muchos países del área del euro, con el riesgo de afectar negativamente a la recuperación”, ha insistido la OCDE.
Las reglas se han mantenido en suspenso para 2021 y está previsto que también se anule para 2022. No obstante, antes del verano la Comisión Europea ya adelantó la posibilidad de que se reactiven a partir de 2023, que será la fecha prevista en la que todas las economías europeas recuperen su nivel de PIB anterior a la crisis.
A finales de agosto, el Banco de España abogó por la necesidad “de un cambio de paradigma” en el diseño del marco de política fiscal de la Unión Europea, considerando que se debería incorporar una gobernanza mejorada de las reglas fiscales, que deberían ser “más simples, operativas y creíbles que las actuales”.
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