Hay operaciones llenas de obstáculos pero que se terminan haciendo. Indra ha llegado a un acuerdo con el fondo Bain Capital para la entrada en el capital social de la empresa vasca de motores de avión ITP Aero mediante la adquisición de una participación indirecta del 9,5% por 175 millones de euros, que se ejecutará en las próximas semanas, según un comunicado que ha remitido la empresa de defensa y tecnología a la CNMV.
La historia del posible matrimonio entre Indra e ITP Aero está llena de vicisitudes y referencias políticas. En 2019, el entonces presidente de Indra, Fernando Abril Martorell, asegura que la adquisición de la compañía vasca, “uno de los líderes mundiales en el sector aeroespacial y de defensa”, sería “transformacional” para Indra. En ese momento ITP Aero está pasando por graves problemas de gestión y sus dueños, Rolls Royce, quieren vender la empresa. Hay varios fondos interesados en comprar la compañía de motores de avión. El PNV no quiere que entren estos fondos porque temen que se lleven la producción fuera del País Vasco por lo que se busca a un caballero blanco: ITP mantendría la sede en el Zamudio si la compra Indra.
En ese momento, el Gobierno de Pedro Sánchez necesita el apoyo del PNV para sacar adelante varias leyes en el Congreso. Todo parece marchar bien hasta que se cruza por medio Airbus, que utiliza a Josep Piqué ex ministro de Aznar de las carteras de Industria, Exteriores y Ciencia. Piqué era presidente de ITP desde 2017 y había sido consejero del gigante del transporte y Defensa durante tres años (2012-2015). La operación de compra descarrila.
Dos años después, Abril Martorell vuelve a intentarlo, pero antes de que se defina la operación, el Gobierno le informa que va a ser sustituido, lo que deja la compra de ITP por Indra en un cajón. Lo sustituye Marc Murtra, que es el actual presidente de Indra.
Rolls Royce insiste en vender la compañía. En agosto de 2022, obtiene el beneplácito del Gobierno español para venderla al fondo Bain por 1.600 millones a cambio de dejar entrar a una serie de inversores españoles: JB Capital (27,5% de ITP) y SAPA (5%). La compañía de la familia Aperribay, SAPA, tiene casi un 8% de Indra. Junto a la pública SEPI, con el 28% del capital, y al dueño del Grupo Prisa, Amber Capital (más del 7%), forman el núcleo duro de accionistas de Indra que han cambiado completamente el consejo de administración y le han dado un vuelco a la empresa para centrarla en el floreciente negocio de defensa.
Un año después, lo imposible empieza a no serlo tanto y pese a la incertidumbre política o gracias a ella, Indra entra en el accionariado de ITP. La operación no ha sido fácil, se ha cerrado con una rebaja tanto de la participación que se ha vendido como del precio. Y la realidad es que es una venta que el mercado no termina de entender. Los analistas de Renta 4 señalan que “los inversores nunca se han mostrado muy a favor de esta operación”.
“La entrada en el capital de ITP Aero tiene una clara vocación industrial y supone un nuevo paso en la nueva estrategia de crecimiento de Indra para convertirse en la gran empresa tractora del sector de la Defensa en España. La operación confiere, además, tanto a Indra como a ITP Aero una mayor fortaleza, amplía sus capacidades tecnológicas y sus oportunidades para competir con las grandes empresas en los mercados aeroespacial y de defensa”, asegura Murtra.
El nuevo consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, ya explicó en la presentación de resultados del segundo trimestre que el plan estratégico de la compañía pasaba por construir “un ecosistema” robusto en el que Indra lideraría la integración del fragmentado sector español de defensa.
Indra contará con “los derechos habituales para una participación minoritaria de este tamaño, incluida la representación en el consejo de administración de ITP Aero, al tiempo que contabilizará esta participación como un activo financiero”.
Con la operación, Indra e ITP Aero han llegado a “un acuerdo marco en el que se establecen las bases para una colaboración tecnológica estratégica con el objetivo de potenciar su valor, aprovechar sinergias y promover el desarrollo conjunto de sistemas y tecnologías, incluidos desarrollos fruto de la cooperación en el FCAS, el programa del futuro sistema de combate aéreo europeo”.