La inflación repuntó en julio al 2,3% con los alimentos subiendo un 10,8%
La inflación repuntó cuatro décimas en julio, al 2,3%, principalmente por el encarecimiento de los carburantes y de los paquetes turísticos respecto al mismo mes de 2022. Y con una subida de los alimentos del 10,8%, medio punto más que en junio, tras cinco meses en los que los ascensos de los precios en los supermercados, fruterías o pescaderías se habían ido moderando.
El INE (Instituto Nacional de Estadística) ha confirmado este viernes la aceleración del IPC (Índice de Precios de Consumo) general, tras la caída al 1,9% en junio, y también del IPC subyacente (que excluye de su cálculo precisamente los precios de la energía), del 5,9% al 6,2%.
Más en detalle, Estadística atribuye la escalada del IPC general a la subida de precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, también al encarecimiento de vestidos y calzados, al mencionado incremento de los paquetes turísticos y a la subida de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que tienen mucho peso en el gasto total de las familias.
En el caso de estos últimos precios, los del carrito de la compra, el INE ha resaltado que los precios de las frutas y los aceites y grasas aumentaron en julio de este año, frente al descenso registrado en el mismo mes de 2022.
El efecto base que ha favorecido la moderación de la inflación en la primera parte de este 2023 no se notará tanto en los próximos meses. Es decir, de enero a junio, los precios partían de encarecimientos muy fuertes en los mismos meses del año pasado. A partir de ahora no será igual para algunos productos y servicios.
Los precios apenas crecen respecto a junio
En tasa mensual, en julio respecto a junio, el IPC general avanzó un 0,2% y el IPC subyacente se quedó estancado. Esto quiere decir que los índices de precios apenas han variado de un mes a otro.
Además, “España sigue siendo uno de los países con menor inflación de la eurozona”, señaló, por su parte, el Ministerio de Asuntos Económicos al conocer el dato adelantado de julio. “Por segundo mes, la inflación se mantiene en el entorno del 2%, lo que favorece la competitividad de las empresas españolas y la ganancia de poder adquisitivo de los salarios”, incidió.
“La eficacia de las medidas adoptadas han permitido reducir la inflación en 8,5 puntos en el último año, desde el pico alcanzado en julio de 2022”, concluyó el Ministerio del que está al frente la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.
El golpe al consumo
Los últimos datos apuntan a que el consumo de las familias está resistiendo precisamente por la moderación de la inflación, y también por la fortaleza del mercado laboral y pese a las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y su reflejo en el encarecimiento de las hipotecas y de los préstamos en general.
A finales de julio, la presidenta de la institución monetaria, Christine Lagarde, preguntada este jueves por España, tras subir el precio del dinero otros 0,25 puntos al 4,25%, reconoció que la situación de nuestro país es distinta al resto de la eurozona, pero “la política monetaria es la misma”, dijo.
La gran diferencia en nuestro país frente a Alemania, Italia o Francia es precisamente la moderación más rápida de las subidas de precios gracias a medidas como el tope al gas (o excepción ibérica).
Esta moderación de la inflación y la fortaleza del mercado laboral, además de aliviar la pérdida de poder adquisitivo de las familias, está aumentando la competitividad del sector turístico y de las empresas exportadoras, que afrontan costes menores, también por los salarios más bajos.
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