“Si de verdad queremos aumentar el número de mujeres en política hay que pensar en las cuotas”
La economista Irma Clots-Figueras acaba de recibir el Premio Fundación Banco Sabadell a la Investigación Económica por sus estudios sobre economía política con perspectiva de género. En sus investigaciones, Clots-Figueras indaga sobre la participación política de las mujeres, el efecto de las cuotas o del sistema educativo en la formación de identidades políticas. La economista es profesora en la Universidad Carlos III y catedrática de la Universidad de Kent en Reino Unido, donde ejerce actualmente.
Según sus investigaciones, ¿cambia algo cuando gobiernan las mujeres?
Sí, al menos con los datos de India, que son con los que he trabajado yo, se ve que el hecho de tener una mayor representación de mujeres en los gobiernos de los estados aumenta la educación en los sitios donde han sido elegidas y mejoran indicadores de salud, como la mortalidad infantil. Parece además que no solo invierten en poner más centros de salud sino que también utilizan algún tipo de campañas de concienciación a la población, por lo que su impacto es más importante.
También en otro artículo indagué el efecto de tener más mujeres en el gasto de los estados. Se veía que no solo el género sino que la casta también importaba: las mujeres de casta baja invertían más en asuntos sociales como salud y educación, incluso favorecen más que se apliquen leyes que benefician a las mujeres, por ejemplo, leyes que dieron el mismo derecho a heredar propiedades a las mujeres que a los hombres en varios estados.
¿Hasta qué punto podemos extrapolar estos resultados a otros países?
Nunca se pueden extrapolar, hay que mirar cada país. Las necesidades y preferencias de las mujeres pueden ser distintas. Hay estudios para Brasil que encontraron que las mujeres se ven menos envueltas en casos de corrupción. Muchos otros analizan el efecto de las cuotas, pero es diferente porque eso hace que cambie todo el sistema, también dentro de los partidos. También hay algún estudio sobre EEUU que apuntan a que las mujeres invierten más en salud y seguridad.
¿No tiene esto un punto peligroso que conduzca a cierto esencialismo? Es decir, que se espera que las mujeres tomen decisiones diferentes a las de los hombres solo por el hecho de serlo, cuando las investigaciones muestran que hay otros factores que también están influyendo. De hecho, siempre ha habido ejemplos de liderazgos controvertidos en este sentido, como Margaret Thatcher, o países donde hay una alta participación política de las mujeres y el aborto sigue prohibido.
Lo que hacemos con los estudios en India es tener en cuenta el partido político, por eso sabemos que se trata de un efecto del género y no del partido. También hemos mirado otros efectos, como la educación. Puedes pensar que están en el poder porque tienen mejor educación que los hombres y, por eso, los cambios. En el caso de India estamos seguras de no estoy capturando otras cosas más que el efecto del género. En América Latina sería importante ver eso que comentas de la correlación de la presencia de mujeres y el aborto. Hay otras muchas cosas que entran en juego, como el efecto del partido político, si su línea es estar en contra del aborto, es más difícil salirse de ahí. Lo interesante es ver qué pasa de media, es decir, cuando hay más mujeres, ¿es más o menos probable que se aprueben leyes que permitan el aborto? Es algo difícil de predecir, hay que verlo con datos.
De hecho, en otro de sus estudios indaga sobre la relación entre las preferencias religiosas de los políticos y el aborto selectivo de niñas en India, ¿qué conclusiones sacó?
Hemos investigado cómo afectaba el hecho de tener más o menos políticos musulmanes al nacimiento de niñas en la India. Allí, en muchas ocasiones cuando se detecta el género del feto y se ve que es una niña, hay un aborto. Es algo no permitido por ley pero que se sigue haciendo. Se vio que la proporción de niñas que nacieron a partir de mediados de los 80, que es cuando empiezan a introducirse los ecógrafos, bajó mucho. Queríamos ver si el hecho de elegir más políticos musulmanes -porque tienen una posición más contraria al aborto- supone algún cambio. Vemos que sí, que cuando se eligen más políticos musulmanes, nacen más niñas. No ven el aborto como un derecho, sino que se aseguran más de que la ley que prohíbe los abortos por sexo se aplique.
¿La presencia de más mujeres candidatas en las elecciones tiene un efecto llamada, consigue que entren más mujeres en política?
Lo que vemos en nuestro artículo es que no, no hay un efecto llamada. Esperábamos encontrarlo pero no lo vimos. Lo que pasa es que la mujer que ya se había presentado, se vuelve a presentar, pero no vemos un aumento de nuevas candidatas. Esperábamos encontrar un efecto modelo. Si de verdad queremos aumentar el número de mujeres en política habría que pensar en las cuotas, al menos durante un tiempo.
Entonces, ¿refuerza la idea de que las cuotas son necesarias?, ¿pueden indicar esos datos que las dinámicas de los partidos siguen masculinizadas o siguen siendo espacios difíciles para las mujeres y, por tanto, cuesta que decidan presentarse o que sean designadas?
Sí, cuesta que suceda. En los estados de la India que hemos estudiado es lo que vemos. Los partidos son los que eligen a sus candidatas y candidatos. Allí hablamos con líderes políticos y decían que lo único que miraban era la probabilidad ganar de los candidatos, que les daba igual que sean hombres o mujeres, pero luego ves los datos y hay diferencias. Ya hay una barrera. En algunos países se introducen las cuotas para obligar a los países a poner mujeres en sus listas, en otros no. En India están discutiendo las cuotas desde el año 96. Las cuotas aumentan mecánicamente el número de mujeres pero hay que estudiar qué pasa con el tiempo. A lo mejor creas efectos contrarios, es algo que en distintos países y situaciones puede tener consecuencias diferentes.
Ha estudiado también los factores que influyen en la integración de inmigrantes en sus países de residencia, ¿alguna conclusión sobre qué ayuda a esa integración?
En algunos artículos sobre Alemania se buscó ver qué pasaba con el cambio de la Ley de Ciudadanía: ¿si a los hijos de los inmigrantes les permites tener el pasaporte alemán se integran más los padres? Se vio que cuando los hijos pueden obtener la nacionalidad los inmigrantes interactúan más con los locales, aprenden más el idioma, y tienen menos hijos. Esto puede ser por dos cosas, porque si tienes muchos hijos no los puedes cuidar tan bien como si tienes pocos y porque el hecho de que tengan pasaporte alemán les permite acceder a más trabajos. El pasaporte alemán les da muchas oportunidades y pueden decidir tener menos hijos e invertir más en cada uno. Otra explicación para que tengan menos hijos sería que se trata de otra forma de integración: volverte similar a la población del sitio en el que vives.