El juego online presiona al Gobierno para rebajar su fiscalidad
No ha pasado ni un año desde que echaron a andar legalmente en España las web de apuestas, casinos y bingos y parece que la regulación no ha dejado a nadie contento. Ni el Ejecutivo ni los operadores parecen estar convencidos de que el actual modelo sea el más adecuado. Estos últimos porque consideran que la carga impositiva les impide ser un negocio rentable. Mientras, el Ministerio de Hacienda señala al juego online como una de las actividades que van a estar bajo la lupa para evitar posibles triquiñuelas que evadan fondos de las arcas del Estado.
Prueba de los quiebros y requiebros que vive todo el sector del juego, con Eurovegas como telón de fondo, es la aclaración que el Ministerio de Cristóbal Montoro ha tenido que hacer esta misma semana para dejar claro a los contribuyentes que la carga impositiva sobre estas actividades vinculadas al azar no va a conllevar ningún tipo de crédito fiscal sino que, “únicamente, se podrán minorar la ganancias patrimoniales, siempre que estén debidamente acreditadas”. Es decir, los jugadores podrán compensar sus pérdidas con las ganancias que logren durante un mismo periodo de tiempo y tributar exclusivamente por su ganancia patrimonial neta.
¿Menos impuestos para elevar los ingresos?
Pero mientras Hacienda aclara los pasos que deben dar los jugadores en sus declaraciones de la Renta, a los operadores online no les salen las cuentas. Consideran que la fiscalidad que soportan, en comparación a otros países de la Unión Europea, hace que los jugadores se retraigan a la hora de apostar bajo los dominios ‘made in Spain’. Por ello, han puesto en marcha una labor propia de grupo de presión para tratar de convencer al Ejecutivo de la necesidad de levantar la mano con los impuestos.
“Junto al gravamen general del 25% sobre los ingresos netos, esta actividad soporta tasas y los impuestos que gravan las ganancias de los jugadores; así, este negocio no es atractivo ni para los operadores ni para los propios jugadores”, aseguran desde el sector, que agrupa a empresas como Bwin, 888 o Pokerstars.
Además, el juego online se siente agraviado tras saber que su actividad va a ser una de las más vigiladas en el Plan de Control Tributario 2013, ya que se verificará que los operadores realicen las oportunas retenciones a los jugadores. Hay que recordar que, hasta junio del pasado año, el juego online era una actividad que operaba en España al margen de la legalidad. Así, se podía ver al Real Madrid lucir en sus camisetas el nombre de Bwin gracias a un millonario contrato publicitario mientras esta firma no estaba amparada por la legislación española. Hoy, cuando ya lo está, parece que Hacienda sigue con la mosca detrás de la oreja.
Un informe con el que intentar convencer a los grupos parlamentarios
En cuanto a la labor de presión al Ejecutivo por parte de los operadores ésta se concretará en la creación de un comité fiscal dentro de la Asociación Española de Juego Digital (Jdigital) con el objetivo de “impulsar encuentros, debates y estudios sobre el impacto de la fiscalidad y su influencia en la industria del juego”, es decir, una labor de grupo de presión en toda regla. Su primer objetivo es elaborar un informe, que será encargado a una gran consultora, con el que tener argumentos por escrito para convencer al Gobierno.
“El objetivo es tener el informe en, aproximadamente, un mes y medio, para que el tema de la fiscalidad sobre el juego online esté presente en la tramitación parlamentaria de los próximos Presupuestos Generales del Estado, a lo largo del próximo otoño”. Es decir, tratar de colar la fiscalidad del juego en el debate parlamentario y lograr un cambio de regulación de cara al próximo año que rebaje la presión en cinco o diez puntos porcentuales, es decir, al 15% o al 20% de los ingresos netos de los operadores.
La regulación española y el modelo estadounidense
Aunque no parece fácil que el Ministerio encabezado por Cristóbal Montoro dé su brazo a torcer, los operadores están tratando de tirar de diplomacia. Fuentes del sector aseguran que ya se han mantenido tres reuniones con la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que ha solicitado que todas las peticiones se realicen por escrito y motivadas. Hacienda aseguraba esta misma semana que la fiscalidad sobre el conjunto de modalidades de juego en España es más “exigente” que la de países de nuestro entorno y que, si nos asemejamos a algún país, es a Estados Unidos, donde las ganancias de los juegos de azar deben ser declaradas. “En la mayoría de los países de Europa, los jugadores no pagan impuestos sobre las ganancias derivadas del juego. En particular, Dinamarca, Finlandia, Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, Suecia y Reino Unido no someten a tributación dichas ganancias”, destacaba en una nota de prensa el Ministerio de Hacienda.
Precisamente, ése es uno de los aspectos que critican los operadores de juego online. “Apostar en España es mucho menos atractivo que en otros países de nuestro entorno. No hay más que ver las cifras de los últimos meses, estamos estancados”, afirman desde el sector. Sin embargo, si se analizan las cifras publicadas por la Dirección General de Ordenación del Juego, se pueden sacar conclusiones para todos los gustos. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2012, los apostantes destinaron al juego online en España más de 1.359 millones de euros, un 24% más que en el trimestre anterior.
Sin embargo, cada vez se suman menos jugadores a esta actividad. En el último trimestre de 2012, se registró un promedio mensual de 72.453 nuevos jugadores registrados, mientras que en el trimestre precedente se incorporaron más de 107.300. “Se puede concluir que, tras el fuerte crecimiento del mercado de juego online en los primeros meses tras el comienzo de la regulación del sector en junio de 2012, en el último trimestre de 2012 se ha producido una expansión más moderada”, asegura en su informe la DGOJ. A finales del pasado año, había registrados en España más de 1.010.000 jugadores que, en el conjunto del año regulado (desde junio a diciembre), destinaron a los juegos de azar digitales más de 2.727,7 millones de euros. Así, la búsqueda de nuevos jugadores y la ampliación de los márgenes de beneficio se perfilan como el anhelo de los operadores online. Habrá que esperar al otoño, cuando se gesten los nuevos Presupuestos Generales, para ver si sus peticiones se aceptan o caen en saco roto.