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Isolux Corsan ordenó desde España el pago de sobornos a los Kirchner, según un exdirectivo detenido en Argentina

La investigación periodística del diario La Nación en Argentina en torno a Los papeles de las coimas ha impactado de lleno en la opinión pública del país sudamericano. La justicia ha abierto una investigación sobre una presunta trama de sobornos recibidos por parte de altos cargos de los gobiernos de los Kirchner que cuenta ya con varios implicados y con un nombre español protagonista: Isolux Corsan.

En concreto, el expresidente de la filial de la empresa de ingeniería en Argentina, Juan Carlos de Goycoechea, ha sido el primer empresario que ha reconocido su participación en la trama y el pago de sobornos a cambio de poder acceder a adjudicaciones de obra pública. El directivo fue detenido la semana pasada y finalmente ha decidido acogerse a la figura de “arrepentido” y colaborar con la fiscalía.

“Fuentes judiciales señalan que Goycoechea apuntó ante el juez que la primera orden del abono de sobornos le llegó desde la dirección financiera de la matriz en España, aunque luego se ha hecho responsable del resto de pagos”, apunta el periodista de La Nación Iván Ruiz, en declaraciones a eldiario.es. Además el exdirectivo ha señalado que se vio forzado a los pagos por parte de los funcionarios públicos. Este medio ha intentado sin éxito contactar con Isolux Corsan.

Los papeles de las coimas hace referencia a unos cuadernos recopilados por el chofer de un alto cargo del Ministerio de Planificación en el que se detalla la recepción de sobornos por parte de empresarios. En estos documentos aparece citado hasta en 16 ocasiones Goycoechea, que fue responsable de la empresa en Argentina hasta que finalmente fue despedido tras una investigación interna.

Este caso supone una ratificación a las sospechas que existían en Argentina sobre la implicación de Isolux Corsan en tramas de corrupción desde que el año pasado dichas pesquisas internas concluyeran con toda la cúpula despedida. En el centro de todas las sospechas estaba la concesión de la construcción de una central termoeléctrica en Río Turbio, que finalmente fue arrebatada a la compañía por no cumplir con los plazos y tras acumular sobrecostes millonarios.

Los apuntes de los papeles que señalan a Goycoechea cifra en más de 12 millones de dólares los sobornos pagados por la filial argentina de la compañía. Además, según informa La Nación, hubo entregas de bolsos una valija, una mochila y una bolsa con efectivo de la que no se ha especificado la cantidad de dinero que incluía. El exdirectivo de Isolux firmó el lunes su declaración y su compromiso de colaborar y fue puesto en libertad.

Según la investigación realizada por el rotativo argentino y por la justicia, Isolux Corsan accedió a contratos por 6.000 millones de dólares durante la época Kirchner. Sin embargo, La Nación destaca que alguna de estas adjudicaciones no se llevaron a cabo, como el caso de un tren bala entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba, o quedaron sin terminar, como el Hospital del Bicentenario.

Argentina llegó a ser uno de los principales mercados para Isolux Corsan en la época previa a su desplome. Una fuerte crisis en las finanzas de la empresa de ingeniería llevaron a un rescate por parte de la banca acreedora. La dirección nombrada por las entidades financieras, presidida por Nemesio Fernández Cuesta, fue la que levantó la liebre sobre las actuaciones. Posteriormente entró en concurso de acreedores, tras el cual una nueva dirección se ha centrado en intentar recuperar el negocio del grupo, tras las desinversiones y los recortes de plantilla.

Un caso sobre la corrupción de la era Kirchner

La declaración de Goycoechea es considerada fundamental para el futuro de este caso de corrupción ya que, junto al reconocimiento de la autoría del responsable de los papeles, supone una doble confirmación de que lo allí descrito tiene visos de realidad. El fiscal del caso, Carlos Stornelli, aseguró que el exdirectivo de Isolux dijo “cosas muy importantes”. Además, avanzó que se producirían nuevas detenciones y “arrepentidos”.

Este lunes un segundo empresario, Javier Sánchez Caballero, exconsejero delegado de IECSA, se adhirió a esta figura de colaboración con la justicia. El exdirectivo era la mano derecha de Angelo Calcaterra, dueño de esta constructora y primo de Mauricio Macri, el actual presidente de la República. En total, se estima en 200 millones de dólares los sobornos recibidos por parte de la administración.

De este modo, la filial argentina de Isolux es uno de los cimientos para avanzar en un caso de investigación que centra la actualidad informativa en Argentina, por su previsible impacto en Cristina Fernández y sus aspiraciones políticas como oposición a Macri. Los principales señalados por esta trama son Roberto Baratta, exesecretario de coordinación y control de la gestión, y Julio de Vido, exministro de Planificación, por el que pasaban las adjudicaciones de obra pública. También aparece Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor Kirchner. El chofer de Baratta, Oscar Centeno, era el autor de los apuntes y se encuentra en libertad como testigo protegido.

Ahora, las miradas se dirigen a Cristina Fernández. El Senado argentino ultima el permiso para las órdenes judiciales de registro en propiedades de la expresidenta de la República. La dirigente, ahora en la oposición, deberá declarar la próxima semana por su implicación en este entramado. Según La Nación, se realizaron entregas del dinero recaudado por los funcionarios en su vivienda.