En la empresa alemana Zalando, la mayor tienda de ropa online de Europa, tienen una “herramienta” que se llama Zonar. Es un sistema informático a través del cual sus empleados pueden poner notas a sus compañeros. Sirve, dicen, para medir el rendimiento de unos 2.000 empleados que tiene la firma en Berlín. Zalando emplea, en total, a unas 14.000 personas y en 2018 presentó un volumen de negoció de casi 5.400 millones de euros.
La “herramienta”, se supone, “es una parte importante de nuestra gestión del talento, donde tanto los empleados como los mánager tienen la oportunidad de interactuar”, según decía Astrid Arndt en un reciente artículo del diario Süddeutsche Zeitung.
En ese texto, el diario muniqués se hacía eco de las conclusiones del estudio publicado esta semana por la Fundación Hans Böckler, una organización que centra sus estudios en el mundo laboral. El estudio versa sobre el uso de Zonar en Zalando, un uso que comenzó hace tres años y medio. Lo encargó dicha fundación a Philipp Staab y Sascha-Christopher Geschke, una pareja de investigadores de la Universidad Humboldt de Berlín.
Ambos presentan en dicho estudio los lados oscuros de ese sistema informático de valoración de empleados. Entre otras cosas, lo hacen porque Staab y Geschke preguntaron a un importante grupo de trabajadores de Zalando cómo han acogido la supuestamente beneficiosa “herramienta” de “gestión de talento” que defiende Arndt. El Süddeutsche Zeitung también hacía algo similar en su artículo de esta semana, en el que se leía el testimonio de un trabajador que define Zonar así: “realmente son métodos de la Stasi”. Es una alusión al temido Ministerio para la Seguridad del Estado de la extinta Alemania comunista, más conocido como Stasi.
“La problemática de este sistema se puede reconstruir sólo a través de lo que dicen los empleados. Son los empleados que califican el sistema como problemático”, dice a eldiario.es Staab, uno de los responsables del estudio. “Los empleados dicen que, como pueden hacer regularmente valoraciones sobre sus compañeros, se sienten observados, y esto lleva a que aumente el estrés, porque existe un sentimiento de observación permanente”, añade. Su estudio da a entender que Zonar juega un notable papel en la degradación del ambiente de trabajo en la empresa.
Tras Zonar se esconde la idea de que cada empleado puede hacer una valoración sobre sus compañeros, algo que parece igualar en competencias a cualquier trabajador de la empresa con los responsables del área de recursos humanos de la compañía. Las valoraciones, sin embargo, se utilizan en ese área de la empresa pese a que sólo ofrecen “una objetividad aparente”, según Staab. Las valoraciones de Zonar ofrecen datos con los que en Zalando se hacen cálculos y clasificaciones sobre el rendimiento de los empleados.
Sin embargo, según dicen en la Fundación Hans Böckler, ese sistema informático plantea una situación en la que “los empleados son clasificados de forma parecida a como ocurre con los productos en las tiendas de venta online”. Sea como fuere, a través del polémico sistema informático, en Zalando se establece una clasificación que diferencia entre empleados, agrupándolos entre los que desarrollan un rendimiento “bajo”, “bueno” y “top”. La evolución del salario depende de esas valoraciones, aunque, según recuerdan Staab y Geschke, la compañía también “usa este ranking para estructurar el diálogo con los empleados, repartir reivindicaciones y conceder o denegar aumentos salariales específicos”.
Preocupación y crítica de los sindicatos
“Es un ejemplo de capitalismo de vigilancia”, conviene en afirmar Staab a este periódico a cuenta de Zonar, aludiendo a la tendencia que han abrazado los grandes actores económicos de Internet consistente en hacer uso empresarial de los datos que generan los ciudadanos o, en este caso, los empleados. La publicación de su estudio ha traído consigo que los sindicatos muestren preocupación y emitan críticas contra este tipo de prácticas.
Así, Ver.di, el mayor sindicato del sector servicios en Alemania, criticaba el pasado miércoles a través de un comunicado el sistema informático de Zalando. En dicha organización de trabajadores lo consideran “invasivo, hostil a los trabajadores y problemático a nivel de la ley de protección de datos”.
“Este sistema cambia mucho las cosas en el puesto de trabajo. Zalando está dando un paso más para implementar en Alemania este tipo de formas de control y clasificación de los trabajadores”, dice a eldiario.es Eva Völpel, portavoz de Ver.di. En su sindicato ven muchos problemas en Zonar. “Es difícil que un trabajador pueda contradecir los resultados que se obtienen a través del sistema en cuestión. Con él se instala un clima de desconfianza en la empresa. Porque todo lo que digan los empleados, lo que puedan decir sobre los compañeros puede acabar repercutiendo en una valoración”, abunda.
A esta “cultura de la desconfianza”, según los términos del Völpel, se añaden dinámicas donde puede “haber valoraciones no objetivas” e injustas en sus consecuencias. Es decir, que los empleados que, por motivos ajenos a su rendimiento laboral, puedan caer peor que otros, se pueden ver perjudicados en su salario, mientras que otros pueden hacer piña para así darse valoraciones positivas y acceder a mejoras en su remuneración. De ahí una de las frases de una trabajadora de Zalando citada por el Süddeutsche Zeitung, según la cual, cuando se implementa el uso de Zonar, “sólo avanzas si le haces la pelota a tu jefe”.
Tanto Völpel como los investigadores de la Universidad Humboldt de Berlín responsables del estudio sobre Zonar en Zalando se cuestionan sobre la legalidad del sistema respecto a la protección de datos. “No sabemos dónde van los datos, cuánto tiempo se quedan ahí y eso que estamos hablando de datos de los empleados que son sensibles”, comenta la responsable sindical.
Zalando, alineada con Amazon
Pero eso no es todo. Que el aumento del sueldo sea algo que dependa de los datos de Zonar y su análisis en la dirección de personal es una “manera de trabajar que rechaza Ver.di, porque son las negociaciones entre sindicatos y empresas las que deben fijar la remuneración de los trabajadores”, según Völpel. Respecto a esta cuestión, señalan en Ver.di, Zalando se alinea con otros gigantes de Internet, como Amazon, que también dificulta cuando no rechaza en Alemania el dialogo con los sindicatos sobre salarios.
En la Fundación Hans Böckler este extremo no sorprende, pues Amazon ya ha implementado en Estados Unidos este tipo de sistemas de valoración de empleados. Pero lo que preocupa ahora en Alemania es que “sistemas parecidos de evaluación de personal a través de algoritmos puedan ser adoptados por otras compañías”, apunta a eldiario.es Stefan Lücking, investigador de la Fundación Hans Böckler.
Para evitar que así sea, los expertos y sindicalistas consultados por este periódico aseguran que es preciso que la clase política se ocupe de la cuestión relativa al uso de este tipo de sistemas en las empresas. Con Zonar en uso, en la política alemana el debate continua abierto.
La investigadora estadounidense Shoshana Zuboff, autora del libro The Age of Surveillance Capitalism mantiene que es crucial que los políticos no estén “ni confundidos, ni intimidados” para hacer frente a los grandes capitalistas de la vigilancia. Está por ver cómo terminan comportándose la canciller Angela Merkel y compañía.