- Un portavoz de Mossack Fonseca ha asegurado a eldiario.es que no han hecho nada “ilícito” y que se sieten incomprendido
De las 35 sedes de la red de sociedades ‘offshore’ Mossack Fonseca repartidas por el mundo, una se halla en Luxemburgo. En la lista de oficinas tienen presencia paraísos fiscales como Seychelles, Bahamas, Gibraltar y la Isla de Man pero también estados laxos con la tributación a las grandes fortunas como Holanda, Israel, Perú o el Gran Ducado, que ya privilegió a 300 multinacionales con acuerdos fiscales ventajosos de 2002 a 2010, durante el Gobierno del actual presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker.
Mossack Fonseca está en una discreta vivienda aderezada a modo de oficina en el número 14 de la Rue des Bains, en pleno centro de la capital del minúsculo estado. Está al final de un pasillo, pegada a un domicilio en el que viven portugueses. “El daño que ya estamos sufriendo es enorme, enorme. No puedo entrar a valorar nada, pero ya le avanzo que ahora tendremos que centrarnos en cuidar nuestra reputación”, explica el joven panameño Samuel Fernández Cortez, representante legal de MF en Luxemburgo.
Salvar la reputación no es imposible. LuxLeaks, como se conoció el escándalo que saltó hace dos años y que golpeó a Juncker y al Gran Ducado, fue diseñado por PricewaterhouseCoopers, consultora que en su último ejercicio fiscal facturó 30.000 millones de euros, un 3% más que un año antes.
Fernández Cortez y otro trabajador de la oficina que no se identifica reciben a eldiario.es en una coqueta sala de reuniones con la condición de no entrar a valorar nada sobre los Papeles de Panamá, la masiva filtración de 11,5 millones de documentos. “Es un escándalo, sí. Eso parece”, ironiza el panameño, “pero no puedo entrar a valorarlo”.
Los orígenes de la firma panameña se remontan a 1977 pero Mossack Fonseca, con su nombre actual, fue fundada en 1986. El bufete cuenta con un representante legal en Luxemburgo desde los años noventa, aseguran los dos trabajadores. En 2010 abrió su oficina en pleno centro, aunque lejos de las sedes de los grandes bancos que operan en el Barrio de Kirchberg. Es también el barrio europeo, y aloja, entre otros, al Banco Europeo de Inversiones o al Tribunal de Justicia.
La convivencia de MF (o “MossFon”, como igualmente se la conoce) en Luxemburgo no fue siempre placentera. En 2011 la firma panameña, que lleva décadas asesorando a grandes capitales para escaquearse de pagar los debidos impuestos, denunció a su antiguo representante en el país por “fraude y estafa fiscal”. Eso motivó la apertura de la oficina luxemburguesa, donde actualmente trabajan cuatro personas.
¿Les llaman los clientes tras descubrirse la creación de sociedades pantalla? “Sí, nos llaman los clientes. Y han venido un par de medios locales. Otros medios han decidido llamarnos, hasta una decena en total. Es normal que haya cierto nerviosismo”, dicen. “Nuestra actividad la puede consultar en la web. Asesoría, consultoría y asuntos perfectamente legales”, indica Samuel Fernández. El actual representante no está obviamente autorizado para añadir que Mossack es una de las mayores compañías del mundo en crear compañías ‘offshore’. Ni que la policía brasileña detuvo en febrero a cinco empleados en ese país por blanqueo de dinero.
La prensa luxemburguesa comienza a despertar ante la permisividad fiscal del Gran Ducado. “Creer que las finanzas han sacado conclusiones de la crisis de 2008 es una utopía”, dice un editorial muy ácido publicado este martes en el diario local Le Quotidien. “Pero, tranquilicémonos, no es un problema solo nuestro. Eso sí, en Luxemburgo vivimos mejor que el 25% de los panameños que están por debajo del suelo de la pobreza y no se benefician de los miles de millones de euros que permiten las estructuras offshore”.
Aclaración de Mossack Fonseca sobre lo publicado
Tras la publicación de este artículo, un portavoz de Mossack Fonseca se ha puesto en contacto con eldiario.es para aclarar su posición sobre las noticias publicadas estos días. Es la siguiente:
“Nuestra industria no es particularmente bien conocida ni entendida por el público en general, y desafortunadamente, esta serie de artículos sólo sirven para continuar con la confusión. Los hechos son: que mientras nuestra firma ha sido víctima de un robo de información por parte de terceros, nada de lo que hemos visto en los documentos obtenidos de forma ilegal sugiere que hemos hecho algo ilícito, y eso es conforme a la reputación mundial que hemos construido en los últimos 40 años de hacer negocios de manera adecuada y correcta. Por supuesto, a nadie le gusta tener su propiedad robada, tenemos la intención de hacer todo lo posible para garantizar que exista justicia para los culpables. Pero mientras tanto, nuestro plan es continuar sirviendo a nuestros clientes, apoyar a nuestra gente, y apoyar a las comunidades locales con las que tenemos el privilegio de trabajar en todo el mundo, tal y como lo hemos hecho durante casi cuatro décadas.”