La portada de mañana
Acceder
Illa ata los apoyos de ERC y los Comuns y despeja el camino para la investidura
18 grandes empresas públicas no cumplen con la paridad que exige la nueva ley
Opinión - Catalunya: una gran oportunidad. Por Joan Coscubiela

El negocio de Nestlé, McDonalds y P&G se frena tras las subidas de precios: “Los consumidores están bajo presión”

Las multinacionales ligadas al gran consumo han vivido las mieles de una inflación que ha disparado sus ingresos durante meses, hasta el punto de que muchas empresas llegaron a destacar cómo los consumidores iban asumiendo, una tras otra, las continuas subidas de precios. Pero esa situación ya no da más de sí y hay compañías que ven resentirse sus ventas porque esos mismos clientes ya no pueden permitirse seguir comprando aunque la inflación ahora sea más tenue.

“El contexto general es que los consumidores están bajo presión”, reconoció el consejero delegado de Nestlé, Mark Schneider, en la conferencia con analistas para detallar los resultados del grupo suizo durante la primera mitad del año. “Hay una tendencia a buscar precios más bajos. Hay presión, especialmente en el segmento de consumidores con bajos ingresos”, aseguró.

Las ventas de la dueña de Nespresso, Kitkat, Nesquik o La Lechera durante la primera mitad del año se situaron en 45.045 millones de francos suizos, cuando un año antes fueron 46.293 millones de la moneda helvética. Es el equivalente a 47.500 y 48.800 millones de euros, respectivamente. Ahora, Nestlé espera que sus ingresos avancen a un ritmo del 3% durante los próximos meses, cuando antes preveía llegar al 4%. Pisa el freno porque ha tenido que suavizar sus precios antes de lo que tenía pensado ante la reacción de los consumidores.

No significa que, de un día para otro, las grandes multinacionales hayan decidido bajar el precio de sus productos de forma radical. De hecho, algunas han admitido que los siguen subiendo. Una de ellas es Pepsico, que además de vender refrescos está detrás de Matutano o del gazpacho Alvalle. En su caso, ese alza fue del 5% durante el segundo trimestre del año, en línea con lo que ya hizo entre enero y marzo. Sin embargo, en estas últimas semanas, ha visto cómo los consumidores tienen más dudas a la hora de decidir qué compran y por cuánto. “A lo largo de todo el año estamos observando una mayor sensibilidad a los precios y una mayor búsqueda de valor por parte de los consumidores de todos los grupos de renta. Esto es algo que debemos tener en cuenta”, reconoció su consejero delegado, Ramón Laguarta.

En cambio, la actividad de su gran rival en el mundo de los refrescos, Coca-Cola, va viento en popa. En su última presentación de resultados señaló que la subida de sus precios ha llegado a rozar el 10% y, sin embargo, sus ventas siguen creciendo. En concreto, un 3%, hasta superar los 12.300 millones de dólares (más de 11.300 millones de euros) y ahora cree que puede llegar a crecer hasta un 10% al cierre del año. 

Menús más baratos para que vaya más gente

Pero no a todas las empresas les va igual de bien. La cadena de hamburgueserías McDonald's ha visto caer su beneficio neto un 12,5% durante el segundo trimestre –ganó 2.022 millones de dólares, el equivalente a 1.872 millones de euros– y sus ventas se recortaron un 1%. Esta última es una caída pequeña, pero es la primera que registra la empresa estadounidense desde 2020, en plena pandemia. Su consejero delegado, Chris Kempczinski, explicó al presentar resultados que los clientes se han vuelto “muy exigentes”, algo que percibe en todos sus grandes mercados.

En el mayor de ellos, en Estados Unidos, la compañía va a mantener una oferta de menús a cinco dólares, que lanzó en junio y que, en principio, solo iba a durar cuatro semanas, según recoge Reuters. Esa oferta, a la que la mayoría de sus restaurantes ha querido dar continuidad, se convierte en un reclamo para atraer clientes, que en muchos casos habían optado por volver a la comida hecha en casa, porque es más barata.

“La gente come más en casa, sale menos y viaja menos, por lo que categorías como los detergentes para lavar los platos, por ejemplo, se vuelven más relevantes”, aseguró a los analistas el consejero delegado de Procter & Gamble (P&G), Jon R. Moeller, para explicar cómo se está transformando el negocio. La multinacional dueña de marcas como Dodot, Ariel, Tampax, Fairy o Gillette cerró el segundo trimestre con unas ventas por valor de 20.500 millones de dólares, ligeramente por debajo de los 20.600 del mismo periodo del año anterior. P&G es una de las empresas que ha apostado por reducir precios no de forma generalizada, sino a través de promociones y descuentos, lo que estaría detrás de esta reducción de sus ingresos.

Es la misma estrategia, la de lanzar ofertas, que está llevando a cabo Kraft Heinz. “En los consumidores, hay una tendencia [a ir a los precios] a la baja. Nosotros estamos incrementando la inversión en los puntos de venta por encima de nuestras previsiones iniciales”, justificó su consejero delegado, Carlos Abrams-Rivera. La dueña de Oscar Mayer y Philadelphia ha comunicado al mercado una caída de ventas netas del 3,6% y del 1% en volumen. Es decir, vende menos en cantidad y en ingresos, a pesar de que sus precios se han incrementado un 1%. 

Volatilidad por la situación geopolítica

Sí creció en volumen y en ventas Unilever, que está detrás de productos como el jabón Dove o las sopas Knorr, pero también señaló nubarrones. En su presentación, el grupo norteamericano indicó que las ventas en China y otros mercados asiáticos se han resentido “porque parte de los consumidores están dando la espalda a las compañías multinacionales en respuesta a la situación en Oriente Medio”.

Tampoco han sido buenos los resultados de Diageo, uno de los mayores fabricantes de bebidas alcohólicas, que tiene bajo su paraguas enseñas como Johnnie Walker, Guinness, J&B o Baileys. Su facturación se redujo un 1,4% en el conjunto de su año fiscal, que acaba de cerrar, en el que llegó a los 20.300 millones de euros y a pesar de que se benefició de lo que llama “hiperinflación”. Su consejera delegada, Debra Crew, habló a los inversores de “volatilidad macroeconómica y geopolítica”.

Y asumió que aún hay vientos de cara. “Para los consumidores, cosas como la bajada de los tipos de interés sin duda ayudarán”, pronosticó la responsable ejecutiva de Diageo. “Incluso estamos viendo consumidores, que tienen dinero extra, que están siendo cautelosos en sus gastos”. “Estamos seguros de que cuando el entorno del consumidor mejore, las acciones que estamos tomando nos devolverán al crecimiento”, pronosticó.