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La banca se vuelca en el negocio de los seguros en busca de rentabilidades más altas

Sede de CaixaBank en Barcelona.

Diego Larrouy

El negocio tradicional de los bancos no pasa por sus momentos más boyantes. Los tipos de interés están en niveles negativos y la concesión de crédito, especialmente el hipotecario, todavía no cubre los préstamos que se amortizan. Por ello, la banca busca vías alternativas para crecer en rentabilidad y un negocio que le está aportando este impulso es el asegurador.

Tal es la relevancia que está tomando para los bancos la concesión de seguros, que las entidades bancarias acumulan ya más del 50% del beneficio de toda la industria, frente a las compañías netamente aseguradoras, que tienen menos de la mitad del sector. Así se desprende de un estudio realizado por Analistas Financieros Independientes (AFI).

Daniel Manzano, uno de los autores del informe, asegura que esta situación es “singular” en Europa. “En otros países como Alemania la realidad es casi la contraria”, puntualiza. Según el analista, esta especificidad española se produce por “razones históricas” como el hecho de la nutrida red de sucursales de los bancos que sirven como puntos de distribución de estos seguros.

Pero también hay una razón de rentabilidad. Manzano apunta que el nivel de aportación de beneficios de los seguros a los bancos “es superior a los años previos a la crisis”. “Los productos de seguros han sido un sustituto natural en los años de crisis”, asegura y apunta que se trata de un negocio “creciente y menos maduro que el tradicional bancario”.

Los autores del informe destacan que el sector asegurador destaca “por sus elevados niveles de rentabilidad y por haber sorteado más que bien la grave crisis económica”. Además, apuntan que la rentabilidad del negocio de seguros en las compañías vinculadas a la banca es “significativamente superior” al de la media del conjunto del sector.

En concreto, según concluye AFI, el pasado año el negocio asegurador aportó 1.800 millones de euros de beneficio a la banca española. Esto se traduce en el 10% de todo el beneficio. Sin embargo, si se descuenta a BBVA y Santander, que tienen un mayor negocio internacional que desvirtúa la comparación, el peso en el sector bancario sube hasta el 27%.

Si bien, no se divide de manera pareja según los segmentos de seguros. Los bancos acaparan el 80% del beneficio de los seguros de vida, que incluye a aquellos más ligados a los planes de pensiones o de ahorro, pero el 30% de los de no vida, que son los destinados al coche o la casa. “A los bancos les es más cómodo comercializar los seguros de vida y ahorro, porque son más similares a los productos financieros”, explica Manzano. Sin embargo, apunta que hay “casos de éxito” como Bankinter con su aseguradora Línea Directa.

El líder del negocio asegurador entre los bancos es CaixaBank, que obtuvo en 2017 un tercio de todo el beneficio que esta actividad aportó a las entidades financieras. Le siguen, por volumen, Sabadell, BBVA y Santander. Sin embargo, es Ibercaja la que tiene un mayor peso en su beneficio de la actividad aseguradora, el 84% según los datos de AFI.

Potencial de crecimiento

Manzano entiende que el de los seguros de vida y ahorro es un negocio que todavía tiene potencial de crecimiento en España. “La tasa de aseguramiento está un poco por debajo de lo que le corresponde por su nivel de desarrollo”, apunta. Además, considera que en la medida en que vuelvan a subir los tipos de interés y el debate sobre la sostenibilidad de las pensiones se acentúe, puede provocar que se incentive el ahorro a largo plazo por parte de los consumidores, haciendo crecer el negocio de seguros de vida y, con ello, la presencia de los bancos.

Seguirá siendo menor la presencia en el negocio de seguros de auto o de salud. Sin embargo, el analista entiende que, “aunque no es fácil”, es previsible que se vea un aumento de la presencia de los bancos en este tipo de seguros. “Aporta unas rentabilidades más altas que las del negocio tradicional bancario y eso es un claro aliciente para las entidades”, concluye.

En este sentido, una parte de los seguros de no vida que firmaba la banca estaban íntimamente ligados a la firma de hipotecas. Tradicionalmente, al sellar un crédito para la compra de una cosa, la entidad obligaba a firmar un seguro de su propia cartera. Sin embargo, la nueva Ley Hipotecaria, pendiente de su aprobación en el Senado, incluye un cambio en estas prácticas y los bancos ya no podrán obligar a contratar un seguro propio, sino que se podrá acudir a terceros. Manzano resta importancia a este cambio y señala que no se notará en el beneficio de los bancos en el sector asegurador porque estos seguros “son una parte pequeña del balance”.

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