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OnlyFans anuncia que prohibirá el porno, culpa a la industria financiera y recula a los seis días

Analía Plaza

25 de agosto de 2021 21:58 h

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OnlyFans, la popular web de suscripciones porno, anunció el pasado 19 de agosto que prohibiría el “contenido sexual explícito” a partir del 1 de octubre. Seis días después, la empresa ha reculado y dicho que no lo hará. Entre medias, el CEO ha salido en el Financial Times acusando a los bancos de dificultar su negocio y quienes venden contenido en la plataforma han salido espantados en busca de otras opciones. ¿Qué está pasando aquí?

En un escueto comunicado publicado la semana pasada, OnlyFans dijo que prohibiría el contenido explícito —no los desnudos— para “asegurar la sostenibilidad de la plataforma a largo plazo”. La empresa, fundada por una familia inglesa y cuyo accionista mayoritario es el inversor ucraniano-americano Leonid Radvisnky, apuntó a los bancos y pasarelas de pago para explicar su decisión.

“Los cambios se harán para cumplir con los requerimientos de nuestros socios bancarios y proveedores de servicios de pago”, dijo entonces. Del mismo modo, en un comunicado enviado este miércoles para explicar su marcha atrás, afirma que los cambios propuestos “ya no son necesarios” debido a las “garantías” que les han dado los bancos para alojar todo tipo de “géneros de creadores”. El CEO había acusado al banco BNY Mellon de rechazar los pagos que OnlyFans hace a sus 'creadores' de contenido.

El de 'creador' es un término amplio que va desde gente que sube vídeos a TikTok o YouTube, influye con sus fotografías a Instagram y hace directos en Twitch a otra que vende contenido explícito a terceros a través de OnlyFans. Entre estos últimos hay, sin embargo, personas que prefieren evitar el eufemismo y reclaman ser reconocidas como trabajadores sexuales. Pese a vivir de ellas, OnlyFans apenas las menciona y se vende como una plataforma de suscripciones a cocineros, fotógrafos y expertos en fitness, entre otros.

Quienes conocen el sector del porno no se sorprendieron demasiado por el primer anuncio de OnlyFans. “Es lo mismo que pasó con Patreon. Hasta 2018, podías vender contenido sexual. De un día para otro hicieron lo mismo por culpa de PayPal”, explica Anneke Necro, productora de pornografía y usuaria de OnlyFans. “Todas las webs usan pasarelas de pago y todas las pasarelas de pago están manejadas por Visa y Mastercard, que llevan tiempo decidiendo qué se puede vender y qué no. Es una guerra contra el contenido explícito”.

En los seis días que ha durado el veto al porno de OnlyFans se ha señalado a distintos culpables. En primer lugar, el medio estadounidense Axios aludió a potenciales inversores. Según esta información, OnlyFans busca inversión externa para crecer —pese a que en 2020 facturó más de 1.700 millones de libras y obtuvo 43 de beneficio— pero a los fondos de capital riesgo les asusta el sector del porno. ¿Es factible? Fuentes financieras consultadas por elDiario.es reconocen que, cuando uno recauda dinero para crear un fondo de capital riesgo, debe explicar muy bien en qué sectores pretende invertirlo.

“A menudo, los inversores no quieren tener que gestionar temas reputacionales y que se cuente que invierten en porno”, dicen estas fuentes. Además, hay actores institucionales (por ejemplo, el Banco Europeo de Inversiones) que descartan invertir en sectores como las apuestas, la prostitución, el tabaco, la pornografía, la homeopatía o las armas, lo que lleva a otros a imitarlos.

El papel de Visa y Mastercard

Muchas miradas se posaron, en segundo lugar, sobre las proveedoras de servicios de pago Visa y Mastercard. Ambas han rechazado hacer declaraciones a elDiario.es. La espinosa relación de estos dos gigantes financieros con el mundo de la pornografía viene de lejos. Hace menos de un año, las dos vetaron a Pornhub —otra popular plataforma de vídeos porno— porque The New York Times publicó un reportaje contando que alojaba vídeos de menores, de violaciones y porno vengativo (es decir, vídeos sexuales grabados sin consentimiento).

A raíz de aquello, Pornhub empezó a permitir pagos con criptomonedas y Mastercard, coincidiendo con el 'boom' que OnlyFans experimentó durante la pandemia, actualizó sus condiciones de servicio para vendedores de contenido adulto.

La nueva política de Mastercard exige a los bancos que cualquier vendedor de contenido adulto que use su red verifique la edad e identidad de las personas que aparecen en cada vídeo y de quienes lo suben y revise todo el contenido publicado. Además, los vendedores deben resolver casos de contenido ilegal en menos de siete días y eliminar contenido si quien aparece en él lo solicita. Fuentes del sector indican que las políticas de Visa, que no ha hecho declaraciones en ningún medio, siguen la misma línea. El CEO de OnlyFans declaró en su entrevista en Financial Times que el veto al porno no tenía nada que ver con estas nuevas políticas, porque la empresa ya las cumple gracias a su equipo de mil moderadores.

Así lo corroboran varias usuarias de OnlyFans. “A mí me costó muchísimo abrirme la cuenta por la cantidad de papeleos que me pedían”, dice Necro. “Los mecanismos son muy complicados. Tienes que demostrar que la cuenta del banco te pertenece, incluso que vives en la casa en la que grabas. Pese a que se diga que en Pornhub y OnlyFans se almacena contenido ilegal, la verdad es que es más fácil encontrar pornografía infantil en Twitter y Facebook”.

Meraki, otra trabajadora sexual que vende contenido en OnlyFans, añade que la compañía lo revisa todo con detalle. “A mí me han llegado a borrar vídeos porque se veía un dedo de mi chico y me dijeron que tenía que verificarlo”, cuenta. En sus términos de uso, OnlyFans prohíbe contenido que incluya armas, drogas, autolesiones, incesto, violencia y violaciones, necrofilia, material escatológico (y las usuarias entienden que esto incluye el contenido menstrual), material subido sin consentimiento y servicios de prostitución.

Que OnlyFans ya cumpliera con la nueva política de las tarjetas no significa que estas no definan qué es aceptable y qué no, como explicaba la productora Necro. “La cruzada contra el porno y los sex shops en internet empezó hace muchos años. Exodus Cry [una organización cristiana que aboga por la abolición de todo el trabajo sexual, incluida la pornografía] lleva presionando desde 2007”, dice.

Es más: la organización antipornografía NCOSE (National Center on Sexual Exploitation, que antes se llamaba Morality in Media) se anotó el tanto del veto al porno de OnlyFans asegurando que era fruto de su intenso trabajo de lobby con las empresas de tarjetas. NCOSE no solo ha ido contra PornHub y OnlyFans, también contra Netflix, Amazon, Google, Twitter, Reddit y Discord. A todas ellas las acusa de “facilitar o lucrarse” del abuso y la explotación sexual.

“La presión de los grupos conservadores se aplica a cualquier entidad centralizada que tenga capacidad de desmontar financieramente a personas que no le parecen aceptables”, considera Evan Greer, directora de la organización por los derechos digitales Fight for the Future. “Estas organizaciones explotan una debilidad del funcionamiento de internet. Funcionan porque unas pocas compañías controlan las finanzas digitales: los grandes bancos y pasarelas de pago”.

Desde Fight for the Future creen que el cambio de opinión de OnlyFans es una victoria para las trabajadoras sexuales, pero condenan su actitud. “Son responsables de esta situación. Eligen aceptar la presión en lugar de gastar parte de sus beneficios en defender a las trabajadoras sexuales, la comunidad que les ha ayudado a ser quienes son”. Además, recuerdan otros ejemplos similares de censura financiera: que la app Venmo detuviera los pagos hacia un fondo de emergencia para ayudar a Palestina y que Visa y Mastercard negaran sus servicios a Wikileaks.

La sangre menstrual, por ejemplo, no solo no está permitida en OnlyFans sino en muchas otras páginas. “Si tú como productora quieres vender ese fetiche, no puedes. Las productoras firman un contrato y se autocensuran porque saben que pueden revisarles la página, cerrarles la pasarela de pago y quedarse sin cobrar. Con PayPal ha pasado muchísimas veces”, continúa Necro. “Y sí que lo revisan. Por ejemplo, está prohibido usar imaginario que tenga que ver con Disney. Yo no lo sabía, y una de las primeras veces que dirigí para una productora conocida incluí una escena en la que había un poster de Star Wars. Escribieron para que la elimináramos”.

PayPal y Stripe directamente prohíben que se use su servicio para comprar o vender material “de índole sexual” (también prohíben otro tipo de usos, como las drogas o apuestas). Por eso servicios de suscripción como Ko-Fi, similar a Patreon, prohíben la venta de contenido sexual y descargan responsabilidades. “Sin pasarelas de pago como PayPal y Stripe, no habría Ko-fi. Ko-fi facilita pagos usando PayPal y Stripe. Como resultado, los creadores deben cumplir los términos de uso que imponen ellos”.

Pasarelas de pago para “negocios de alto riesgo”

Si las grandes compañías financieras estrechan cada vez más el cerco sobre la pornografía, ¿cómo lo hacen las webs que siguen dedicándose a ello? Porque en realidad sí que hay alternativas, perfectamente conocidas por las empresas de la industria y por la propia OnlyFans. Son las llamadas pasarelas de pago de alto riesgo, especializadas en pornografía, juego o negocios relacionados con el cannabis. Se consideran de alto riesgo porque el porcentaje de fraude en estos sectores es alto. De hecho, y como ya contamos en elDiario.es, OnlyFans tiene un elevado porcentaje de pagos fraudulentos: gente que paga con tarjetas robadas o gente que paga, ve el contenido y pide que le devuelvan el dinero.

CCBill y EPoch son dos de las más conocidas. OnlyFans trabaja con CCBill, como la española Putalocura. “Trabajamos con ellos desde el principio. Permiten pagar con todo tipo de tarjetas. Lo único que nos han dicho es que no podemos publicar escenas en las que la chica parezca dormida, porque podría simular una violación, ni mostrar cómo se les da dinero”, explica su dueño, el conocido Torbe, hasta la fecha implicado en varias causas judiciales relacionadas con la pornografía. “Salvo eso, no hay muchas restricciones”. Este tipo de pasarelas cobran comisiones mucho más altas, de entre el 10% y el 20% por transacción. Torbe añade que es la única opción y que “los bancos españoles rechazan trabajar con el mundo del porno”.

Hubite, el directorio de OnlyFans creado por tres jóvenes españoles, también usa CCBill. “De cada compra, se quedan el 10%. Y además te imponen una reserva, otro porcentaje de cada compra que guardan durante seis meses por si desapareces y no les pagas. Es decir: si vendo cien, me cobran 10 y se quedan cinco adicionales”, relata David Conelly, uno de los creadores. “Las pasarelas de pago tienen un poder bestial, pero la fuente de todo son Visa y Mastercard”.

Los impedimentos financieros no son exclusivos del mundo del contenido adulto. Aunque la venta de CBD (componente del cannabis sin efectos psicoactivos) es legal en España y otros países, bancos y plataformas rechazan trabajar con empresas del sector.

“Sufrimos algo similar”, reconoce Rafa Ortiz, CEO de Uncanny, una tienda de productos CBD. “Tanto nosotros como las marcas con las que trabajamos hemos gastado mucho tiempo y dinero en ofrecer medios de pago seguros. Nosotros finalmente conseguimos trabajar con Redsys a través del BBVA, pero muchos bancos en España rechazaron la solicitud. El principal problema lo encontramos a la hora de expandir nuestro negocio al exterior, porque Stripe, Adyen y Global Collect nos han denegado el servicio. Es muy frustrante”.

Aunque ya ha reculado, tras el primer anuncio de OnlyFans muchas creadoras de contenido buscaron otras opciones a la desesperada. Además de nuevas plataformas como Fansly, algunas empiezan a optar por canales privados (por ejemplo, en Telegram) y medios de pago que escapen a la censura. “Yo me he creado mi propia web”, concluye Meraki. “Cobraré a través de Verse o Bizum y enviaré mi contenido manualmente, encriptado a través de Mega. Así no lo pueden revisar”.