Hasta ahora todo habían sido buenas noticias en el arbitraje de Bankia, pero 2014 ha traído un cambio de registro. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri estaba devolviendo la mayor parte del dinero a los afectados por la mala comercialización de preferentes, y así lo publicitaba en su web.
Según esta referencia, actualizada a 31 de diciembre de 2013, 134.160 afectados habían obtenido el visto bueno de KPMG para acudir al arbitraje y recuperar así la mayor parte del capital invertido en preferentes. Los casos realmente solucionados favorablemente por los árbitros, a cierre de este reportaje, todavía eran de 97.680, con un desembolso económico, por parte de Bankia, de 719.808 euros.
Atendiendo a los datos de la entidad financiera, las situación refleja un incremento, respecto a la anterior estadística publicada el 31 de octubre, del 8,9% entre los clientes autorizados por KPMG para acceder al arbitraje. En el mismo periodo, los expedientes rechazados han pasado de ser el 16,2% del total de solicitudes a 31 de octubre hasta el 20,7% a final de 2013. Una tendencia alcista que no ha hecho nada más que empezar.
A falta de estadísticas actualizadas, el pulso de las asociaciones de afectados y de los despachos especializados en este tipo de gestiones no augura nada bueno. “El número de usuarios que se queja de que le han rechazo el arbitraje en lo que va de año ha subido considerablemente en nuestro despacho”, advierte Santiago Viciano, de V Abogados.
Este abogado asegura que sus clientes están recibiendo llamadas, por parte de los empleados de las sucursales de referencia, para decirles que no han sido aceptados en el proceso de arbitraje. “También les han llegado cartas por escrito de KPMG y Bankia en las que no aparece ninguna explicación de los motivos por los que no se aceptan esos arbitrajes”.
La sensación entre los asociados a Adicae es similar. En la última asamblea de socios, celebrada a mediados de enero, uno de los temas más comentados fue precisamente el cambio de tendencia en los arbitrajes. “Están inadmitiendo muchas solicitudes. Además, no suelen seguir criterios muy lógicos, ya que tenemos constancia de gente con perfiles conservadores a los que les han dado 'largas'”, advierte Javier Contreras, responsable de Ahorro e Inversión de Adicae. Este directivo confirma que los servicios jurídicos de la asociación están recibiendo muchas consultas de afectados, desde comienzos de 2014, que “han recibido una opinión desfavorable de KPMG, sin justificar de ninguna manera”.
No se trata de extrañas coincidencias, pero tampoco estamos ante un cambio de criterios en la gestión de los arbitrajes. Según fuentes implicadas en la gestión de estos expedientes, lo que ha ocurrido es que se han dejado los casos dudosos y conflictivos para el final del proceso. Bankia había mostrado su interés en finalizarlo en marzo, aunque dado el ritmo de resolución, estas fuentes apuntan “que es muy probable que se alargue hasta abril o mayo”. Y por eso ha dejado para 2014 la comunicación de los casos desestimados.
Según explican fuentes conocedoras de la gestión del arbitraje de Bankia, en un principio, se gestionaron los “expedientes muy claros” con afectados de perfiles con mínima formación, que nunca habían invertido en riesgo, y de cuantías inferiores a 10.000 euros. “Poco a poco, se ha ido aumentando la dificultad, perfiles más dudosos, y también mayores cuantías”, explican gestores de los expedientes.
El cambio en 2014 ha sido “muy importante”. Se están resolviendo favorablemente casos con cuantías superiores a los 300.000 euros. Incluso esta misma semana, una persona que había invertido 497.000 euros ha conseguido un laudo favorable, apuntan quienes conocen de primera mano los expedientes.
Lo que a priori podría verse como un buena noticia, no lo es tanto para los expertos. En opinión de Santiago Viciano, estos casos son también fruto de una estrategia de la entidad financiera. “Están incluyendo a gente de altas cuantías ahora para contrarrestar nuestras críticas por la imposición de un techo económico que hasta hace poco no superaba los 50.000 euros. Pero sólo lo consideramos como una excepción en la regla”, afirma.
Fuentes cercanas a las autoridades arbitrales aseguran que lo que ha ocurrido es que “se ha retrasado estratégicamente la comunicación de esos casos negativos”. Desde el principio, Bankia tenía muy clara la cuantía que iba a destinar a estas indemnizaciones. Incluso se ha ampliado la cantidad original. Todo eso se sabía, lo que ocurre es que no interesaba comunicarlo antes para no desincentivar a los afectados a optar por el arbitraje, comentan.
Desde Bankia explican que no es cuestión de enmendar ninguna crítica ni, mucho menos, de una estrategia de comunicación, sino que lo que se ha hecho ha sido dar “prioridad a los afectados con una inversión inferior a los 10.000 euros, por considerar que podrían ser los que más necesitaran recuperar su dinero, atendiendo a las recomendaciones hechas por la Comisión de seguimiento de las preferentes del Congreso”.
Consideran que puede ser posible que haya algún caso negativo más porque, “sin ánimo de generalizar, los ahorradores con mayor patrimonio son susceptibles de tener un perfil de mayor riesgo y, por lo tanto, de quedar excluidos del arbitraje”. Pero desde la entidad presidida por Goirigolzarri descartan que el porcentaje de incremento de los casos negativos supere la media del 80-20 que se ha estado registrando durante todo el proceso.