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Portugal ha rebajado con fuerza en el primer semestre de 2019 la factura de la luz de sus consumidores domésticos. Incluyendo impuestos y demás cargos, se ha situado por primera vez en ocho años por debajo de la media de la UE y es también inferior a la de España, tal y como ha destacado esta semana la Entidade Reguladora dos Serviços Energéticos (ERSE). La caída ahonda el diferencial de precios con España, cuyos hogares, según Eurostat, pagan la quinta factura más cara de la UE y precios superiores a la media comunitaria.
Para los domésticos, “los precios en Portugal son inferiores a los precios de España, a los precios medios de los 19 países del área del Euro (EA19) y a los precios de los 28 países de la Unión Europea”, destacó el martes ERSE en una nota que analiza los últimos datos publicados por la agencia estadística europea y que dedica especial atención a la comparación con España. Ambos países tienen sus mercados mayoristas de electricidad integrados en el denominado Mibel (mercado ibérico de electricidad).
Hasta junio, el Mibel registró un precio promedio ligeramente más alto (un 0,7% más caro) en Portugal (52,2 euros/MWh) con respecto al de España (51,8 €/MWh). El precio mayorista es el que determina el precio de la energía en el recibo final. En España, la tarifa regulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), que recomiendan los expertos para los hogares, fluctúa cada hora en función de la cotización del mercado mayorista. En Portugal, la componente de energía se fija una vez al año (en enero).
En el primer semestre, la factura de los hogares lusos registró la segunda mayor caída de la UE, tal y como destacó Eurostat el martes: “Los mayores descensos en los precios de la electricidad para los consumidores domésticos, en moneda nacional, se observaron en Dinamarca (-4,3%) y Portugal (-4,1%), seguidos por Polonia (-3,1%) y Grecia (-1,3%). Por contraste, los mayores incrementos se registraron en Holanda (+20,3%), Chipre (16,4%), Lituania (+14,4%) y Chequia (+12%)”, indicó la oficina estadística.
En el caso de España, el descenso interanual ha sido del 0,8%, al situarse el precio medio del kilovatio hora (kWh) en 24,03 céntimos de euro (impuestos incluidos), frente a los 21,54 céntimos de Portugal y los 21,59 céntimos de media de la UE. El precio medio en España ha caído un 2,98% con respecto al cierre de 2018, frente a la caída del 6% registrada para un hogar medio en Portugal, según Eurostat.
Fuentes del sector recuerdan que Portugal ha logrado reducir en los últimos años los costes fijos del recibo gracias al recorte del denominado déficit de tarifa, que allí ronda ahora los 2.000 millones (llegó a situarse en 5.000 millones), frente a los 18.000 millones de España. El fuerte descenso del primer semestre es previo a la entrada en vigor, el 1 de julio, de la bajada del IVA de la parte fija del recibo de la luz y el gas, que pasó del 23% al 6% para los hogares con menor consumo.
Esa rebaja del IVA energético en Portugal podría ir a más, en la línea que Podemos proponía en su programa electoral (prometía rebajarlo para todos los suministros básicos del actual 21% al 10%). En la negociación parlamentaria de los Presupuestos lusos de 2020, tres partidos de la oposición portuguesa (los comunistas del PCP, la izquierda del Bloco y los conservadores del PSD) podrían sumar fuerzas para obligar al nuevo Gobierno del socialista Antònio Costa (sin mayoría parlamentaria) a bajar el IVA para el conjunto del recibo de la luz y el gas (no solo la parte fija) del 23% al 6%.
Según Eurostat, España se mantiene como quinto país con la luz más cara de la UE (impuestos incluidos) para los domésticos, tras Alemania (el más caro), Bélgica, Dinamarca e Irlanda y por delante de Italia, Chipre y Portugal. Este último país acabó 2018 como el sexto más caro. Ahora ha pasado a la octava posición. Si se tiene en cuenta el poder adquisitivo de cada país, España se mantiene como el tercero más caro, tras Alemania y Rumanía y por delante de Portugal (cuarto).
A finales de 2018, la electricidad de los hogares en España marcó el precio más alto de la serie de Eurostat (24,77 céntimos de euro, un 16,8% por encima de la media europea), aunque los expertos apuntan que este año los precios cerrarán con un significativo descenso, gracias al abaratamiento del gas natural y a la mayor producción eólica.
Según un reciente informe de la agencia europea de reguladores energéticos (ACER), los hogares españoles han soportado la mayor subida de la luz en Europa en la última década: de un 66,8% entre 2008 y 2018, frente al 28,2% registrado de media en la UE. Ese 66,8% de España solo es comparable al de países del Este como Estonia (+66,2%) o Letonia (64,9%). Y está muy por encima del alza soportada por los domésticos en Portugal en esos diez años (50,9%).
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