Madrid, 5 abr (EFE).- La Mesa del Turismo prevé que, en la primera parte de esta Semana Santa, se alcanzará una ocupación en España de entre un 60 % y un 65 %, para llegar incluso al 90 % entre el jueves y el domingo, según su presidente, Juan Molas.
Molas ha señalado este martes a Efe -antes de intervenir en el foro Wake Up Spain, organizado por El Español- que, en principio, se prevé una Semana Santa “buena” y, si no hay ninguna novedad, se podrán alcanzar “unas ocupaciones, si no del nivel precovid, casi”.
No obstante, ha remarcado que la invasión rusa de Ucrania influye mucho en cuanto al turismo receptivo, generando una pérdida de cerca de 3 millones de clientes -entre rusos, ucranianos y diferentes países de la antigua Unión Soviética-, lo que afecta muy directamente a destinos españoles como la Costa Dorada, Salou, Mallorca, Costa del Sol o Tenerife.
El sector turístico es optimista en cuanto a las reservas, pero está preocupado por el incremento de costes por la guerra y, especialmente, por la inflación, que está provocando una situación de cierta incertidumbre, ha advertido.
Molas espera que, para finales del año, si no hay ningún acontecimiento extraordinario, el sector puede volver a situación precovid, recuperando el turismo vacacional y el de negocios, aunque este última sería ya en 2023.
La Mesa del Turismo tiene “la renovada esperanza de, si no este año, en el 2023, poder alcanzar las cifras de 2019” y no solo superar la llegada de turistas extranjeros, sino repartiendo mejor las temporadas, para que no se concentren tanto en 90-100 días, ha apuntado en el foro.
También el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, se ha mostrado optimista y ha dicho en su intervención en el evento que, desde el punto de vista operativo, la guerra no ha afectado tanto a la compañía, salvo algún tema de sobrevuelos sobre la parte de Rusia.
Para el directivo, ha sido “sorprendente” que, desde una perspectiva de la demanda, “tampoco ha habido una afectación tan grande, lo que significa que hay un demanda latente, más o menos robusta”.
Se están sufriendo los efectos de la guerra “un poco perversos” sobre la economía, especialmente en el alza de la inflación, pero, a su juicio, hay una diferencia cada vez más grande entre la inflación nominal y la subyacente, “de tal manera que esta última está ahora en un 3 y pico, aunque la primera esté en un 9 y pico”, ha detallado.
Eso quiere decir que muchos aspectos se supone que son temporales, por lo que, cuando el conflicto acabe, eso se recuperará, ha matizado.
IBERIA, A FALTA DE UN SÓLO DESTINO PRECOVID POR RECUPERAR
La compañía sigue siendo prudente a la hora de tomar decisiones, pero optimista a la de hacer los planes y, en concreto, está recuperando prácticamente el 90 % de su capacidad de antes del covid-19 y volando al 100 % de los destinos de 2019, a falta de uno, ha detallado.
Iberia está también con planes de iniciar nuevos destinos como Dallas o Washington en EEUU.
A pesar de ese moderado optimismo, Sánchez-Prieto ha alertado de que, con los niveles tan altos de la inflación, si en algún momento la subyacente subiera demasiado, puede tener efectos perversos sobre la economía durante un período más largo, de doce a dieciocho meses, aunque “no es la situación que estamos viendo ahora”.
APUESTA POR LATINOAMÉRICA, ASIA Y PAÍSES DEL GOLFO
La pérdida de clientes por la guerra obliga a buscar mercados para sustituirlos y, para Molas, el turismo latinoamericano es uno de los más importantes, además del asiático y de los países del Golfo, con los que ya hay conexiones aéreas, pero debe haber más.
En su opinión, Madrid y algunas otras ciudades españolas como Barcelona o Málaga tiene que ser el 'hub' más importante de Latinoamérica, mercado que “hay que captar de una vez por todas”, a España.
En la misma línea, Sánchez-Prieto ha subrayado que es básico que Madrid se convierta en el 'hub' de referencia en el sur de Europa y ha destacado la importancia del mercado asiático, cuyo gasto turístico supera tres veces y medio al del cliente habitual.
Además es un turista desestacionalizado, que viene durante todo el año y que genera menos masificación, lo que permite construir un modelo incluso desde el punto de vista laboral completamente distinto en el sector de turismo, ha indicado.