Un informe elaborado por cuatro sindicatos europeos y norteamericanos y una ONG británica acusa a la multinacional estadounidense McDonald's de evadir más de 1.000 millones de euros en impuestos en Europa en el periodo 2009-2013 gracias a “una agresiva y potencialmente abusiva optimización de su estructura” fiscal a través de filiales en Luxemburgo y Suiza.
“Estas estrategias de optimización fiscal han podido costar a los Gobiernos europeos más de 1.000 millones de euros en impuestos en los cinco años transcurridos entre 2009 y 2013”, señala el documento, publicado este miércoles. El informe, Unhappy Meal: 1.000 millones en evasión de impuestos en el menú de McDonald's, ha sido elaborado por EPSU (Sindicato Europeo del Servicio Público), EFFAT, la Federación Europea de Sindicatos de los sectores de la alimentación, la agricultura y el turismo, la ONG británica para el desarrollo War on Want y las organizaciones sindicales norteamericanas SEIU (Unión Internacional de Empleados de Servicios) y Change to Win.
El documento, que insta a que la Comisión Europea y los Estados miembros de la UE “investiguen la posible ilegalidad del esquema fiscal de McDonald's en Europa e incentiven la transparencia y el cumplimiento de las obligaciones fiscales de las multinacionales”, relaciona ese multimillonario ahorro fiscal, que cifra en 1.060,1 millones de euros, con el modelo de franquicia del gigante de la restauración, “en el que una parte muy significativa del beneficio procede de los cánones de los franquiciados y de los alquileres de los locales, más que de las operaciones de sus establecimientos”.
Estos pagos por royalties “son una importante componente de la agresiva estrategia de optimización fiscal de McDonald's” y, como en otras multinacionales, son tratados desde el punto de vista fiscal como gastos deducibles en el país donde se generan, “reduciendo la factura fiscal” en ese territorio, recibiendo al mismo tiempo un “tratamiento preferencial” en el país de destino al ser gravados con tipos muy bajos.
En el caso de Luxemburgo, una figura fiscal denominada IP-Box (Intellectual Property Box) “reduce la tasa efectiva de las compañías en el Impuesto de Sociedades por la mayoría de royalties desde el 29,2% hasta el 5,8% del beneficio”, mientras que en Suiza, la tasa efectiva para los beneficios en el exterior oscila “entre el 0% y el 12%”.
El informe calcula que McDonald's, que en Europa opera más de un 73% de sus restaurantes a través de franquiciados, carga un canon de en torno al 5% de sus ventas a sus asociados, pero este royalty “probablemente no tributa en el país en el que se genera”. “Si se paga a una subsidiaria extranjera en un país de baja tributación”, el tipo que pagará finalmente será “muy bajo” o inexistente.
El dossier recuerda que la cadena reestructuró su negocio en Europa al transferir a finales de 2008 sus derechos europeos de propiedad intelectual y sus derechos de franquicia a McD Europe Franchising Sàrl, una sociedad luxemburguesa creada en 1985 “con ramificaciones en Suiza”. Este movimiento se produjo “inmediatamente después de un cambio de política fiscal en Luxemburgo que permitía a las compañías beneficiarse de significativas reducciones de su tasa impositiva por los beneficios ligados a la propiedad intelectual”. En 2009, la compañía trasladó su cuartel general de Londres a Ginebra “por razones fiscales”, recuerda el informe.
Posible “acuerdo preferencial”
Desde entonces, esa filial luxemburguesa “se ha convertido en una de las mayores subsidiarias” europeas de la multinacional. En el periodo 2009-2013, esta filial ha recibido “más de 3.700 millones de euros en royalties”, pero apenas ha pagado 16 millones en impuestos. En 2013, su tasa efectiva “ha caído hasta el 1,4%”, una tasa “significativamente por debajo de las que parecen estar disponibles bajo el estándar fiscal luxemburgués”, incluso teniendo en cuenta ese generoso tipo del 5,8% para el beneficio y los ingresos derivados de actividades de propiedad intelectual.
Ello apunta “a un acuerdo preferencial con el Gobierno de Luxemburgo similar a los revelados a finales del año pasado” por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que destapó la existencia de pactos secretos entre grandes mutinacionales y el Gobierno del Gran Ducado, cuyo primer ministro era el hoy presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker.
Según el informe, los royalties de la filial luxemburguesa de McDonald´s ascendieron en 2013 a 833,8 millones, pero la factura fiscal de la filial por esta figura fue de 3,3 millones de euros. Con apenas 13 empleados, es “una estructura posiblemente artificial con una actividad económica real limitada”, apunta el informe.
Para el secretario general del sindicato europeo EPSU, Jan Willen Goudriaan, “es vergonzoso ver cómo una compañía multimillonaria, que paga bajos salarios a sus empleados, todavía intenta evitar su responsabilidad de pagar su parte justa de los impuestos que se necesitan para financiar los servicios públicos de los que todos dependiendo. En lugar de maximizar sus beneficios y minimizar sus impuestos, McDonald's debería cambiar sus recetas para asegurarse de que los ciudadanos europeos están en el corazón de su menú”.