La Superliga sigue confiando en que “el balón eche a rodar”. La empresa impulsora de esta competición alternativa a la UEFA ha remarcado este viernes su intención de mantener sus planes pese al varapalo recibido este jueves por el abogado general de la UE, que ha respaldado el veto de la autoridad europea del fútbol. A22, sociedad española que gestiona esta iniciativa, sostiene que su intención es “innovar” en las competiciones y que se reconozca la “libertad de mercado”.
Bernd Reichart es la cara visible de esta iniciativa como consejero delegado de A22. Detrás de él se sitúan Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. También Andrea Agnelli, expresidente de la Juventus. Los dos primeros han apoyado este viernes a Reichart en un desayuno informativo que se ha celebrado en Madrid. El ejecutivo ha defendido que “la superliga no está muerta, ni mucho menos”. También se encontraba entre los asistentes Jaume Roures, responsable de Mediapro, una de las mayores productoras de derechos deportivos televisivos.
El abogado general de la UE presentó este jueves las conclusiones sobre el caso de la Superliga que juzgó el pasado verano el Tribunal Superior de Justicia de la UE. Este dictamen no es concluyente y hace falta esperar a la sentencia, que se prevé para la primavera. Sin embargo, la argumentación dejaba poco lugar a las dudas y mostraba su apoyo a que la UEFA y la FIFA puedan vetar la participación en sus competiciones, y en las ligas nacionales, de los equipos que participen en la Superliga.
Los impulsores de la competición alternativa se aferran a que se trata de un unas conclusiones que no son vinculantes para los jueces, si bien hay un amplio porcentaje de coincidencia. Pese a las nuevas dudas que ha levantado sobre el futuro de la competición, Reichart mantiene que sigue adelante y que va a seguir reuniéndose con clubes de todas las ligas europeas para recabar apoyos al proyecto. “Es un proyecto muy europeo y europeísta”, ha defendido el ejecutivo, rostro visible de la iniciativa.
“Los clubes corren con todos los gastos y los riesgos pero no son dueños de su propio destino”, ha defendido Reichart para argumentar en favor de esta propuesta alternativa a la UEFA. Los impulsores de la competición intentan desprenderse de la idea mostrada en su lanzamiento, como que se trata de una iniciativa elitista o cerrada. “El caso puede cambiar por completo el sistema de deporte en Europa”, ha añadido.
A22 cuenta en esta causa con la representación jurídica del bufete Clifford Chance. Luis Alonso, miembro de este bufete, ha reivindicado que se trata de un caso en defensa de la libertad de mercado. “Hay artículos [en los estatutos de la UEFA] que limitan la capacidad de clubes y jugadores para operar”, ha asegurado. Los impulsores de esta iniciativa se aferran a ejemplos como la Euroliga de baloncesto o el torneo Seis Naciones de rugby, ambos de iniciativa al margen de las federaciones europeas. “La Euroliga es solo un ejemplo más, lo que es una anomalía es el mundo del fútbol”, ha asegurado el abogado.