El negocio de las empresas de telecomunicaciones y audiovisuales consolida su recuperación. Las empresas del sector sufrieron una fuerte caída durante los años de la crisis, pero ahora encadenan tres años consecutivos de crecimiento, según las estadísticas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC).
En concreto, sumando servicios minoristas y mayoristas, las empresas del sector acumularon en España unos ingresos de 33.531 millones de euros, el nivel más alto desde 2012. Pese a que todavía son datos inferiores al año previo al inicio de la crisis, 2007 cuando se facturó más de 42.800 millones, confirma la mejora vivida en los últimos ejercicios. Si entre 2007 y 2014 el negocio se desplomó un 30%, desde entonces se ha recuperado un 11%.
Sin embargo, esta tendencia al alza del negocio y la llegada de nuevas actividades durante estos años, no se está traduciendo en un aumento de las plantillas de las empresas del sector. A cierre de 2017, en telecomunicaciones y empresas audiovisuales de España trabajaban un total de 56.706 personas. La cifra es un 22% inferior al volumen de trabajadores que había en esta industria al cierre de 2007, según los datos recopilados por la CNMC.
El dato de 2017 es el más bajo de los cierres de los últimos 10 años y lejos queda de los casi 73.000 empleados que había al terminar 2007. Aunque la caída de número de empleados se ha ralentizado (la destrucción de empleo en 2017 frente a 2016 fue la más baja de los últimos años) el dato sigue decreciendo.
Durante los últimos años el sector de las telecomunicaciones ha vivido un proceso de concentración con operaciones como las de Vodafone y Ono o Orange y Jazztel. A estos acuerdos les sucedieron sendos eres que afectaron a más de 1.600 personas, a lo que se han unido planes de bajas voluntarias como los promovidos por Telefónica.
Es, de hecho, Movistar la que más ha reducido su número de empleados en 2017 entre las tres grandes operadoras de telefonía e internet, según las estadísticas de la CNMC. En concreto, terminó 2017 con 1.302 empleados menos que en el ejercicio previo. Esta compañía ha pasado de tener casi 33.000 trabajadores en 2007 a 22.300 este ejercicio. El grupo ha acometido en los últimos años planes de incentivos para bajas de trabajadores de más de 53 años, con el fin de reducir costes en la filial española.
Por su lado, Vodafone y Ono, que se acabaron fusionando, contaban con 8.800 personas en plantilla hace una década, cifra que el año pasado se quedó en poco más de 5.000. Respecto a 2016 la diferencia es mínima. De las tres grandes, la única que ha incrementado frente a un año antes su plantilla es Orange, con 135 personas más. Esta terna de empresas suman casi el 60% de todo el empleo del sector.
Al incluir al sector audiovisual en este informe, la CNMC aporta también datos de la evolución del empleo en los entes de radiotelevisión públicos de Catalunya, Andalucía y RTVE. La evolución del conjunto de las tres empresas ha sido inversa. Si los tres sumaban 8.695 personas en 2007, 10 años después esa plantilla era de 9.741 empleados.
En lo que respecta a la evolución del negocio, las empresas de telecomunicaciones se han visto impulsadas por la mejora del canal mayorista, que ya tiene un volumen de ingresos superior a los años previos a la crisis. Por contra, el minorista, los servicios para cliente final todavía están lejos del nivel de 2007 y solo la banda ancha móvil (los datos que se consumen por los móviles para conexión a internet) crece en el periodo y ya es la primera fuente de ingresos.